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Verónica Castro debuta en Netflix con La casa de las flores

La legendaria actriz de telenovelas es la matriarca de una familia disfuncional en la serie dirigida por Manolo Caro. Y ya en el primer episodio deja una imagen de alto impacto cuando, agobiada por los acontecimientos, se fuma una pipa de marihuana..



Verónica Castro, leyenda de la televisión latinoamericana del siglo XX que desembarca así en el universo streaming del XXI. Producida por Netflix y dirigida por el también mexicano Manolo Caro, la serie que acaba de subir a la plataforma –en trece episodios de media hora– viene a establecer un puente con el melodrama a la vieja usanza, modernizado en el lenguaje y lo visual pero con elementos que hacen a ese ADN narrativo que atrae multitudes.

Resumida al vuelo: en el festejo de cumpleaños de Ernesto de la Mora, patriarca de familia y propietario de una florería con años en el negocio, un hecho trágico viene a destapar toda una serie de disfuncionalidades prolijamente escondidas durante años. No solo por su amante de años y sus otros hijos de esa relación, sino también porque el hombre ha diversificado sus negocios hasta el punto de que no solo tiene un establecimiento dedicado a la venta de flores sino también otro del mismo nombre... que es un cabaret frecuentado por toda clase de géneros.

“Manolo no me había dicho nada, yo ya había firmado y habíamos comenzado a filmar cuando me encontré con esa escena y le dije ‘Oye, ¿y esta escena qué? No, no, le dije, yo no fumo, cómo crees, yo jamás he dado un mal ejemplo al público, no puede ser”, dice la actriz de 65 años en un encuentro con periodistas mexicanos del que participa PáginaI12. Casi no hay manera de que no apunte allí la primera pregunta, porque la imagen de Verónica Castro fumando porro es ciertamente potente. “Manolo me decía que sí, que la tenía que hacer, y yo me resistí pero decía qué hago, ya estoy adentro, ahora cómo digo que no... Y entonces hablé con mis hijos. Y los dos me dijeron ‘puff, mamá, qué antigua, lo menos que hace una señora de tu edad en la pantalla es fumar marihuana’. Y entonces empecé a checar Netflix y pude ver que sí, todo el mundo se mete cosas y yo aquí como zonza”.

Castro se ríe con ganas, porque es la primera en tener claro lo que ha representado por años en las ficciones de su país.