Sólo el 50% de los conductores argentinos usa el cinturón de seguridad

El cinturón de seguridad es el instrumento destinado a inmovilizar parcialmente el cuerpo de quienes viajan en un automóvil, evitando su desplazamiento frontal, vertical o lateral.

Minimiza, por lo tanto, cualquier tipo de impactos y, en los vehículos modernos, funciona en conjunto con los "Airbags" (bolsas de aire), que reducen considerablemente cualquier trauma que pueda producir un accidente.

 

Cuando los pasajeros se trasladan en un vehículo, aunque no lo perciban, se desplazan a la misma velocidad que éste. Por tal motivo, frente a una detención brusca, todo aquello que no se encuentre atado dentro del automóvil seguirá su movimiento hacia delante, como consecuencia de la ley física de la inercia, y sólo se detendrá cuando choque contra algún objeto fijo (puede ser el tablero de instrumentos, el parabrisas, el asfalto, etc.).

 

A partir de la última década, en la Argentina, incluso los automóviles de gama baja vienen equipados con Airbags delanteros, apoya cabezas traseros (que amortiguan el efecto de látigo) y cinturones de seguridad de 3 puntos, sistema que retiene al usuario por la cintura y atraviesa el torso - en diagonal - desde la cadera hasta la clavícula (en personas adultas, mayores de 10 años o de no menos de 1.40 m de altura), que garantiza que la presión ante un impacto se distribuya sobre el conjunto cadera/esternón/clavícula, preservando la columna vertebral e inmovilizando la cabeza. Si bien es aceptado por las Plantas de Verificación Técnica Vehicular, la adaptación de un 3er cinturón de seguridad central en la butaca trasera (además de un 3er apoyacabezas) sólo sujeta al pasajero por la cintura y no evita que su torso quede expuesto a golpes.

 

 

El uso correcto del cinturón de seguridad ofrece principalmente las siguientes ventajas:

 

- Impide golpearse o ser despedido del vehículo y reduce la probabilidad de que el accidente sea fatal.

 

- En la ciudad, aún a poca velocidad, también evita accidentes fatales o lesiones graves.

- Protege a los pasajeros de los asientos traseros, que corren el mismo riesgo que el conductor y su acompañante.

- Es importante en casos de incendio, vuelco o inmersión en agua, ya que puede evitar que el accidentado se fracture, pierda el conocimiento, y por ende, la posibilidad de escapar del vehículo.

- Es obligatorio su uso en vehículos particulares y profesionales en todos los asientos. No utilizarlo implica la posibilidad de ser multado.

- Cuando ocurre un accidente, se producen dos impactos: el primero es el choque o colisión, y el segundo, producido como reacción, es el impacto de los ocupantes del vehículo contra el parabrisas y su eventual expulsión fuera del vehículo. Este segundo impacto es el que causa la mayor cantidad de lesiones y fatalidades, y aquel que puede prevenirse con el uso del cinturón de seguridad.

 

Niños en el automóvil

 

Es fundamental que tanto los niños como los adultos viajen con los cinturones de seguridad ajustados, y que los bebés y los niños más pequeños se ubiquen en sus sillas especiales. Debido a su tamaño y estructura ósea, los cinturones de seguridad no los protegen adecuadamente. Por eso, existen diferentes modelos de asientos para bebés y niños pequeños que se adaptan perfectamente a sus condiciones físicas. Es importante elegir el modelo adecuado y colocar al niño correctamente sentado y sujetado a la silla, con los cinturones de la misma, y ésta, bien fijada al vehículo con el propio cinturón de seguridad del automóvil. La legislación vigente establece que los niños menores de 10 años deben viajar en los asientos traseros del vehículo. 

 

Para los bebés de 0 a 9 meses (menos de 9 kilos), las sillas deben colocarse mirando hacia atrás.

Para los niños pequeños de 9 meses a 4 años (de 9 a 18 kilos), el asiento debe colocarse mirando hacia adelante y variando la posición a medida que el niño crece.

 

Los niños de 3 a 7 años (más de 15 kilos) deben viajar en sus butacas y aquellos más grandes pueden usar el cinturón de seguridad del auto, pero deben sentarse sobre un almohadón. De esta forma, la cinta del cinturón quedará a la altura de la cadera y no en la parte alta del abdomen, y  la banda superior pasará por la mitad de la clavícula, optimizando la seguridad de los niños.