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Antecedentes históricos de Punta de los Llanos

Un largo expediente que obraba en el archivo del procurador Enrique Cortes Guerrero permite contar con los antecedentes históricos más lejanos del pueblo de Punta de los Llanos, cuya toponimia no figura en la obra de Dardo de la Vega Díaz..



Un plano de mensura del año 1914 permite, además, comprobar que por ese entonces alrededor de la estación ferroviaria se ubicaban algunos asentamientos y pozos de balde.

También visualizamos un carril que venía de Tama (como es hoy en día) y otro que iba hacia La Rioja Capital, como también uno que venía de Chilecito, por lo que deducimos que en los primeros años del siglo XX, Punta de los Llanos era nudo carretero de cierta significación en las comunicaciones.

Un alemán que compra todo

El largo expediente se inicia con una presentación ante la escribanía de Florentino Cáceres de Guillermo Reimers, casado y divorciado “según las leyes del Imperio alemán” que otorga poder general al doctor Ricardo González, este oficio lleva fecha del 27 de abril de 1914.

El 20 de junio de 1910 se extiende escritura publica a favor de Reimers por parte de Sixto Grandoli (personaje muy significativo en esos años pues fue diputado, ocupó diversos cargos y fue dirigente del partido conservador de La Rioja). Grandoli le vende a Reimers 1250 hectáreas del paraje denominado Punta de los Llanos “dentro de la legua cuadrada que perteneció a la familia Vallejo”.

El campo de Punta de los Llanos lindaba al norte con testamentaria de Peregrino Cruz, este merced de la Hedionda, sud merced de Catunita y al oeste con el campo el “Cholo”.

Don Sixto Grandoli que le vendió a Reimers 1250 hectáreas por $5000 pesos, las había adquirido años antes a: Carmen Guiraldes de Vallejo 768 hectáreas por $650 pesos y 572 hectáreas  a Manuela Rosa Vallejo de la Vega, Magdalena Vallejo y Vicenta Vallejo por $600 pesos. Es decir pagó $1250 pesos y vendió al alemán Reimers por $5000 pesos Punta de los Llanos. Guillermo Reimers se comprometía a “entregar del referido campo (1250 hs) dos cuadras de tierra a favor del señor J. Shurer Stolle, según escritura pública, distante dos cuadras de la Estación Punta de los Llanos”. En esta escritura se dice que Reimers es vecino de Punta de los Llanos.

Las hermanas Vallejo manifiestan haber heredado ese campo de su padre Miguel Vallejo que lo hubo del suyo Floriano Vallejo, habiendo comprado a su hermano Matías lo que a éste correspondía.

Pero Reimers no queda satisfecho con las hectáreas compradas y en marzo de 1913 compra 953 hectáreas más por $1500 a Amalia Vallejo de Torres y don Raúl Torres.

La fecha histórica que debe ser tenida en cuenta

En realidad todas estas operaciones de compra y venta si bien se hacen en fechas distintas no adquieren categoría necesaria como para fijar una fecha cierta para ser tenida en cuenta a la hora de conmemorar el “nacimiento” legal del pueblo de Punta de los Llanos.

Y es que el 20 de febrero de 1914 todas las fechas citadas son antecedentes pero no tienen relevancia. Sí la tiene este día del 20 de febrero de 1914 porque es cuando se aprueba el plano de mensura del campo de Punta de los Llanos, trabajo realizado por el perito agrimensor Nardo Hunicken. Ese día el juzgado de 1° Instancia resuelve: “Aprobar en cuanto hubiere lugar por derecho la operación de mensura, deslinde y amojonamiento de la fracción de campo ubicada en el paraje denominado Punta de los Llanos”.

La superficie final que compró Guillermo Reimers fue de 2553 hectáreas, perteneciéndole a él 2174 y a Juan Manuel Cafferata, vecino de Rosario de Santa Fe, 370 hectáreas en calidad de condómino.

Podemos fijar entonces como fecha legal y cierta de lo que podríamos definir como “nacimiento” de Punta de los Llanos  el 20 de febrero de 1914, sin olvidar que ya por ese entonces y tal como lo muestra el plano confeccionado por Hunicken ya había vecinos viviendo en torno a la estación que de acuerdo a nuestros cálculos llevaba construida una veintena de años (1894).

Queda sin responder si Reimers se afincó en Punta de los Llanos, si compró tanto campo para iniciar la destrucción en lo que a él le correspondía del bosque chaco-santiagueño o si tiempo después lo vendió.

Lo que avala la fijación de la fecha en cuestión es la mensura realizada por un técnico calificado y la aprobación de la misma por la justicia.

Como curiosidad en el plano se anota el apellido Tanquía de un poblador próximo a la estación lo que haría a ésta familia la más antigua de Punta de los Llanos.