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Sobresale trabajo mancomunado de estudiantes en bien de la comunidad

La unión hace la fuerza. Este viejo refrán es un fiel reflejo de los objetivos que llevan a cabo los principales "actores" de la Escuela de Topógrafos "General San Martín", la municipalidad y los integrantes de un centro vecinal, en una zona casi desconocida para el común de los habitantes de esta ciudad..



En una amplia extensión de terreno, hacia el sector noroeste, casi en las estribaciones de la montaña, comenzó a “tomar forma” el barrio Jerusalén, donde, merced a un trabajo mancomunado, alumnos realizan sus prácticas topográficas enmarcadas en la Ley de Educación Técnica Profesional Nº 26.058.

Junto a ellos están sus profesores, un grupo de profesionales de un área municipal e integrantes del centro vecinal del citado conglomerado urbano. Los trabajos allí ejecutados beneficiarán a 80 familias que se afincaron en el sector.

Con la alegría a flor de piel, los educandos (de entre 17 y 20 años) comenzaron la rutina indicada por sus profesores y las indicaciones de la municipalidad, mientras que los vecinos aportan materiales para la ejecución de los trabajos.

Entonces, en una amplia franja del barrio Jerusalén, a partir de la línea municipal, se replantean líneas de cordón-cuneta, ejes de calzada, verificación de ancho de veredas, trabajos de altimetría, relevamiento para desagües, perfiles longitudinales para otros proyectos de cloacas y agua potable, y una futura pavimentación.

“La importancia de estos trabajos en conjunto, está en el hecho de que son realizados por alumnos de los últimos cursos y los docentes de la escuela con todo su equipamiento para medir”, señaló Claudia Luna, encargada de prácticas.

Y manifestó los beneficios para la comunidad barrial, donde también se realza la experiencia que les significará (a los alumnos) haber formado parte de un equipo de trabajo “totalmente al servicio de la comunidad”.

Además, dada la naturaleza de los trabajos que no son prácticas de topografía, vistas como trabajo de campo, aún más constituyen verdaderas prácticas profesionales porque califican al egresado para el mundo del trabajo.

La docente manifestó que las prácticas topográficas con formato de prácticas profesionalizantes socio comunitarias, le permite a un técnico topógrafo egresado, en su rol como técnico profesional, asistir a ingenieros civiles, agrimensores, ingenieros viales y arquitectos, entre otros.

Es porque realizan tareas de campo que le son propias con un fuerte componente profesionalizante, porque un topógrafo mide, calcula, traza los planos de sus trabajos y eleva informes, siempre integrando grupos de trabajo donde intercambia sus conocimientos.

Luna indicó que en el presente ciclo lectivo, dos comunidades vecinales (barrios Saviore y Jerusalén), se acercaron por la Escuela de Topógrafos solicitando que las prácticas de Topografía Aplicada, los alumnos las hicieran en los barrios mencionados, con el fin de avanzar en la urbanización de los sectores. Y así fue.

El equipo que trabajó en forma mancomunada la componen: integrantes de la Dirección de Trabajos Especiales en la Vía Pública, a cargo de Germán “Jipi” Martínez; Claudia Luna, Rolando Leyes, Germán Ocampo y Sandra Carranza, todos ellos con diversas materias en la Escuela de Topógrafos, y Vanesa Iribarren del centro vecinal del barrio Jerusalén.