Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Se cumplieron ocho años sin Enzo Gallo y su familia aún busca justicia

El 23 de septiembre último, se cumplió ocho años de la muerte de Enzo Gallo, el adolescente de, aquel entonces, 15 años. Cabe recordar que el mismo perdió la vida en medio de una “situación anormal”, tal como lo señaló su padre, Alejandro Gallo..



En este sentido, el joven había ingresado al Sanatorio Rioja por una presunta peritonitis, que derivó en una cirugía de la cual no despertó.

A su vez, el padre del menor, durante todos estos años, dio a conocer públicamente su historia, en la cual sostuvo: “Ese día (que murió Enzo) descubrimos que se había utilizado el hospital como una red para captar pacientes para hacer negocios. Era como un filtro, donde se verificaba a las personas que iban y si tenían obra social o podían pagar de forma particular, se hacía algún tipo de negocio”, expresó Alejandro a El Independiente.

Asimismo, los médicos Enrique Paliza y Jorge Coppari (cirujano y anestesista), quedaron detenidos, hasta que el juez Mario Martínez les otorgó la excarcelación. Actualmente, se encuentran procesados por la causa que investiga la muerte de Gallo.

“Desde lo jurídico, la lucha fue muy difícil, lo supimos desde primer momento. Nunca creímos que iba a ser fácil, eso siempre lo tuvimos claro”, comentó con gran dolor Gallo, y añadió: “No hay manual para ser papá, pero con mi hijo aprendí a no claudicar, a saber qué cosas puede uno aceptar y cuáles no. Obviamente, el crimen de Enzo me dejó el corazón partido y un gran enemigo. Si quien mata a tu hijo no es un enemigo, no se a quién se le puede llamar enemigo”.

 

Acreditación de pruebas

Por su parte, Alejandro indicó que toda prueba presentada por la familia fue acreditada, incluyendo la causa de muerte. “La autopsia demostró que Enzo murió asfixiado”, manifestó el padre del joven, y agregó: “En aquel momento parecía que yo era un loco, que decía cosas que no eran ciertas o que por el dolor decía mentiras. El tiempo demostró que no, que a Enzo lo mataron, que no tenía peritonitis sino que había muerto asfixiado en el quirófano y que lo pasaron fallecido delante de la familia horas después para simular la muerte en Terapia Intensiva”.

Siguiendo esta línea, señaló: “Dijimos que se habían robado la pericia; lo acreditamos, dijimos que eran personalidades de acá y Buenos Aires; lo acreditamos. Demostramos que el cuerpo médico forense había tenido una participación activa en ese encubrimiento de forma voluntaria o involuntaria. Quiero creer que fue involuntaria”.

Por su parte, remarcó que fue una “exhaustiva investigación de más de seis años”, que acreditaría la existencia de documentación falsa.

 

“Interés económico”

Asimismo, Alejandro brindó su opinión con respecto a lo sucedido, aludiendo que “ellos siempre quisieron enmarcarlo en una ‘mala praxis’, en realidad, aquello no podía ser. La mala praxis es un error, una negligencia, que incluso la tuvieron al simular una cirugía. Pero el reproche penal principal es por haber puesto por delante la voluntad de ganar dinero, exponiendo la vida de un niño, darle una ‘puñalada’ en la panza por 3 mil pesos”.

 

Lucha y expectativas

“Vamos camino a un juicio histórico”, expresó el padre de Enzo, con esperanza, añadiendo: “Espero que Dios me ilumine y tener la capacidad de poder transmitir ocho años de búsqueda de justicia, de lucha, llenos de honor, de verdad y de amor; a las autoridades competentes para que puedan expedirse e impartir justicia. Que el fallo los declare culpables, no puede ser de otra forma después de lo que hicieron”.

Por su parte, también habló de aquella supuesta “fe ciega” por parte de la sociedad con la comunidad médica, y dijo que hay una necesidad de “reconstrucción”. “Antes del crimen de Enzo, lo que decía la comunidad médica refutaba todo. Con lo de mi hijo, pusimos el tema en agenda, que existían cuestiones mercantilistas en la salud”.