Armonía y dedicación, una combinación para trabajar
Raúl Agüero, encargado de diseño y diagramación del Diario El Independiente desde hace 20 años. El 13 de febrero del próximo año cumplirá 30 años como trabajador asociado a Copegraf..
Su empeño y dedicación le dieron una armonía a su desempeño dentro del diario, hoy a los 61 años disfruta del día a día y de los cambios que pueden presentarse como un desafío.
Raúl tiene como antecedente haber trabajado en el ex Diario El Sol de Catamarca, cuando cerró fue a prestar servicios a La Unión, donde estuvo un tiempo. Luego llegó a La Rioja donde comenzó su tarea en el ex Diario El Sol.
El nacimiento de su primer hijo impidió que Raúl se presentara a trabajar en el Parque Industrial, pero al tiempo se encontró con “Coty Vergara” quien le manifestó que aún lo estaban esperando para que comience a trabajar en una empresa textil. Su juventud, unido a la perseverancia y ganas, le permitieron reacomodarse rápidamente y le dedicó varias horas de la siesta a esa tarea. Su trabajo era cada día más destacado por lo que le ofrecieron cumplir unas horas en la noche abonándole un 30 por ciento más de bonificación.
De joven puso empeño y dedicación en lo que hacía y todo le dio frutos, por distintas enseñanzas y aprendizajes de las personas con las que trabajaba y de quienes fue aquilatando esa experiencia de años.
Encontrarse con Humberto Rojas y Jorge Páez, quienes trabajaban en la cooperativa, marcó en Raúl un antes y un después en su vida, porque desde ese día de febrero de 1989 cuando ellos le manifestaron que el Diario El Independiente lo necesitaba. La propuesta era interesante, sus pensamientos lo hacían evocar su paso por los diarios El Sol, por lo que era un gran desafío laboral. Esta propuesta llevó a Raúl a tener una charla con quien en ese momento era el director del diario, Leandro López Alcaraz.
En un clima de mucha apertura, Alcaraz mantuvo un encuentro con Raúl a quien le explicó cómo se trabajaba en la empresa, y sobre todo lo importante de colaborar, compartir y cooperar. Para Raúl sus palabras y su enseñanza le dieron un gran empujón en sus comienzos en El Independiente.
Al principio pudo combinar su trabajo en el Parque Industrial con el diario, pero luego de unos meses decidió permanecer en lo que realmente sentía que era su pasión, la gráfica, y se dedicó de lleno a trabajar en el matutino.
Ya con dos hijos varones Raúl, matizó su tarea de diagramación con la venta de publicidad, con una pequeña agencia que se llamaba RODE por sus dos hijos (Raúl Oscar, Darío Eduardo).
En 1995, nace su tercer hijo Matías. Hoy Raúl puede compartir diariamente el trabajo con su hijo Raulito y con Matías. Destinos de la vida.
Como misión Raúl quería que sus hijos estudiaran y que finalicen el secundario, les pidió que continúen con el estudio pero ellos eligieron trabajar y sumarse a la tarea que demandaba el diario.
Raulito fue el primero en ingresar al diario por una vacante, al poco tiempo ingresó Matías, ambos actualmente se desempeñan dentro de la Redacción en el área de Armado y Fotografía.
Raúl siente una gran satisfacción que dos de sus hijos trabajen junto a él, pero desde un principio les aclaró que el “trabajo es el trabajo” y el padre en otro lado, por sobre todas las cosas la responsabilidad a la hora de trabajar.
Raúl se caracteriza por su simpatía y alegría que demuestra desde que llega a cumplir con su trabajo hasta que se va. Nadie conoce sus problemas, nada lo detiene siempre apuesta a más y brinda apoyo en distintas enseñanzas.
Acostumbrado a su rol dentro del diario, Raúl reconoce que le levanta el ánimo poder, junto a su compañero Jorgito Páez, dar una matiz diferente a la diagramación. La pasión con la que hace las cosas le dan un color diferente a sus días.
Esta tarea es complementada en la mesa de diagramación junto a Luis Luna y Gustavo Granillo, quien compone la Sección Deportes.
Raúl es un apasionado de poder, a los 61 años, seguir haciendo lo que le gusta y más aún con la compañía de amigos y sobre todo de sus hijos.
Para él, sus amigos están dentro del diario porque siempre estuvieron acompañándolo en las mejores y peores épocas de su vida.
Antes de cumplir 30 años de labor en el diario siente que la única cuenta pendiente en su vida fue estudiar arquitectura. Considera que el día que tenga que irse no podrá quedarse sentado en su casa.
Si bien los diseñadores y diagramadores están atrás, Raúl junto a su equipo demuestra que los diseños grafican una nota periodística de una manera única. Raúl considera que esto no ocurriría si no existiera la armonía que hay y sobre todo la manera de convivir entre los trabajadores, persona que entra a la redacción queda sorprendido por ejemplo como el director, el "Profe Flores", puede en un momento estar charlando con los periodistas y luego puede estar compartiendo un mate. Una familia en el periodismo.
Raúl sostiene que hoy los jóvenes deben escuchar a los más grandes por las enseñanzas que le pueden dar y sobre todo les enseñarán a ir con la verdad siempre.