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Mujer efectuó siete denuncias por violencia en contra su ex pareja y la causa no avanza

Paola Díaz denunció públicamente a su ex pareja, Ramiro Pereyra, a quien acusó de violencia de género y de querer quitarle la tenencia de la hija de ambos. Contó que efectuó siete presentaciones ante la Justicia, “pero ninguna está avanzando”, mientras que ella ahora se encuentra enfrentando una causa civil y penal que le inició esta persona.



En una visita a la redacción de EL INDEPENDIENTE, Paola Díaz decidió continuar con las denuncias públicas y mediáticas en contra del conocido cantante Ramiro Pereyra, quien es su ex pareja y con quien tiene una hija menor de edad. “Es la única forma que tengo de protegerme”, manifestó la mujer.

En este sentido, Díaz remarcó que ella ya realizó siete denuncias por violencia de género en contra de Pereya, pero hasta el momento “ninguna está avanzando en la Justicia”. La primera de ellas fue en el año 2016, cuando su bebé era recién nacida y aún tenía una relación amorosa con el cantante.

“Él siempre fue promiscuo, me engañó con muchas mujeres y siempre utilizaba mi vehículo para sus encuentros. Una de esas veces se llevó mi auto, que tenía la butaca para la bebé. En esa época vivíamos en el campo llamado ‘El Topón’, donde él tiene su estudio de grabación. Cuando volvió, y como yo tenía que volver rápido a la ciudad, me subí, puse a la bebé en la butaca y arranqué. En la primera curva que hice en la ruta, mi hija se vino para adelante con la butaca y todo, y justo pude agarrarla antes de que golpeara con la palanca de cambios. Obviamente me puse re mal y me enojé muchísimo con Ramiro, así que me volví y le pregunté dónde había estado y qué había hecho con el auto. ‘Ni siquiera tuviste la delicadeza de poner la butaca de la bebé como estaba’, le dije”.

En su relato, Paola contó que después de este planteo, su ex pareja comenzó a agredirla verbal y físicamente, incluso ante la presencia del padre de Pereyra, “quien también comenzó a insultarme”. Este violento episodio terminó con Díaz huyendo del lugar junto a su pequeña, siendo socorrida por personal policial de un puesto caminero en donde denunció el hecho sufrido. Finalmente su ex suegro fue detenido, aunque Pereyra logró huir hasta la ciudad de Córdoba.

La desesperada mujer contó que en junio de 2017 se separó “públicamente” de este hombre, aunque a los pocos meses volvieron pero no formalmente, puesto que el cantante ya tenía otra pareja.

Relaciones forzadas

Al momento de ser consultada sobre cuándo fue el momento en que ella decidió poner fin a la violenta relación, Paola recordó que en el poco tiempo que tuvo contacto con su ex pareja pero no oficialmente, la situación pareció mejorar, puesto que “él empezó a ver más a nuestra hija y a tratarme mejor”. Sin embargo, “después me di cuenta que él no iba a vernos por nuestra hija, sino para estar conmigo. Llegaba, le daba dos o tres besos a la bebé e iba a buscarme.

Llegó un momento en que eso ya no me gustó, porque quería que pase más tiempo con su hija”. “Una vez fue hasta mi casa y quiso forzarme a tener relaciones sexuales delante de la bebé, y esa fue la gota que rebalsó el vaso. Le dije que no y lo denuncié. Eso fue en junio de este año y antes ya había habido dos denuncias más, porque cada vez que me forzaba a estar con él, me amenazaba con que iba a quitarme a la nena”, expresó Díaz.

Asesorada por un amigo abogado, Paola decidió acudir al Juzgado de Violencia de Género, desde donde emitieron una orden de restricción en contra de Pereyra, pero como éste empezó a violar la norma sistemáticamente, se dispuso una segunda perimetral, aún peor.

Situación judicial

La situación se fue haciendo cada vez más tensa entre ambas partes. Mientras Díaz había efectuado siete denuncias por violencia de género en contra de su ex, Pereyra le inició acciones civiles y penales por “impedimento de contacto”, acusándola de no dejarlo ver a la hija de ambos. En este sentido, la mujer expresó que “una vez se llevó a la bebé y me la devolvió lastimada, así que después de eso nunca más”.

“Yo decidí acudir a los medios por la situación en la que ahora me encuentro. La jueza a cargo de la causa penal que él me inició, me declaró rebelde porque no acudí a unas audiencias, de las cuales nunca fui notificada, decretó una muta diaria de mil pesos por cada día que no lo deje ver a la nena. Yo no puedo pagar esa plata”, dijo con desesperación Díaz.

Asimismo, para argumentar aún más sobre las irregulares en este caso, contó que días atrás “fui sola a una audiencia, porque no me habían informado de que comenzó el juicio. Mi actual abogado me había dicho que no me preocupara, que acate la citación, pero cuando llegué al Juzgado me di con que era el juicio”.

Finalmente, Díaz remarcó que “no voy a parar de luchar”. “Las denuncias que yo le hice están en el Juzgado, pero no avanzan. Yo quiero que la Justicia civil se remita a las pruebas que yo presenté en mis denuncias, en donde con fotos de cómo me dejaba y capturas de los mensajes que me mandaba, demostré cómo es la verdadera situación”.