En una original iniciativa el Museo Pueyrredón de San Isidro a través de su cuenta oficial de Twitter (@MuseoPueyrredon) lleva adelante por estos días la lectura colectiva y analítica del libro “Facundo” de Domingo Faustino Sarmiento..

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Bajo una misma consigna y a través del hashtag #Facundo2018  el recorrido por los distintos capítulos y la lectura se dinamiza y enriquece con comentarios, intercambios, imágenes, documentos y hasta reflexiones de historiadores como el caso de Fernando Devoto quien expresó al respecto “El Facundo es desde luego, un libro interminable, como tantos otros, más que tantos otros. Quizás la riqueza del Facundo esté, más allá del innegable talento de su autor, en sus ambivalencias y en las tensiones que ella generan en el texto.   

He vuelto a leerlo hace poco y he pensado que hay allí una tríada de sujetos, no una díada. Bien podría pensarse en civilizados, bárbaros y salvajes. El bárbaro es recuperable, el salvaje, no. Por ello la expresión cerca de la sangre de gauchos es un exabrupto, bien propio de un intelectual excesivo como era, que si por un lado refleja una insensibilidad a la violencia que permea toda aquella sociedad y la hace tan diferente de la nuestra donde la violencia existe pero horroriza, por el otro está en contraposición con la noción de que el gaucho -o el criollo si se prefiere- son integrables, vía la educación pública, en esa nueva Argentina que aquel Sarmiento profetiza (y que desmiente luego en “Conflictos y armonías de las razas en América”)”. 

Tal como ocurrió con La Divina Comedia de Dante que invitó a leer cada día un cántico de los 100 de la obra maestra escrita hace siete siglos,  que tuvo un notable éxito donde más de 2 mil personas se sumaron a la lectura masiva.

En la propuesta del profesor Pablo Maurette, iniciados, estudiantes, lectores avezados. Todos se sumaron a leer. Incluso puede convertirse en un estimulante desafío para aquellos que detestaron a Dante y detestan la lectura.

En esta ocasión se trata de uno de los libros fundamentales de la literatura argentina que aborda nada menos que la vida del gran caudillo riojano Juan Facundo Quiroga, quien desde la perspectiva sarmientina es considerado actor principal de la guerra intestina que desangró a las tierras del sur de América. Con un estilo de escritura combativa y portadora de un ideario político, la vida del Tigre de los Llanos es reflejada en el texto, diez años después de su muerte, siendo una crítica y denuncia del gobierno de Juan Manuel de Rosas.

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