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G20 oportunidad para Argentina y para La Rioja

Argentina, en un contexto socio económico complicado, se convierte en el destino y espacio geográfico para el encuentro de los líderes del mundo; un mundo que ya no es ni siquiera el de hace apenas diez años..



Por Eugenio José Covián

Es decir que, para contrastar la evolución ya no hace falta tomar siglos atrás, sino que, con una década el planeta en el que vivimos, aparece profundamente transformado, tanto en su tejido social como en el medio ambiente.

Es totalmente positivo, que más allá de la coyuntura local actual, se haya podido organizar y llevar a cabo el momento cúlmine de todo un año en el que nuestro país presidió el G20. En diciembre de 2017 arrancó la presidencia argentina de esta organización y durante doce meses, se realizaron en este extremo sur del mundo una serie de reuniones acerca de los más diferentes temas y niveles, en los que los miembros debatieron con compromiso y preocupación por el futuro.

El G20 está compuesto por la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.

Los países más poderosos del mundo y las economías más grandes y los “emergentes” formaron este bloque que se reúne una vez al año en una ciudad de sus miembros, para avanzar y discutir acerca de la agenda necesaria para el desarrollo sustentable y sostenible.

Para que tengamos en cuenta de la dimensión, según datos de la BBC, en el G20 se agrupan quienes representan el 85% de producto interno bruto mundial, todos los demás países -más 90- sólo representan un porcentaje por debajo del 15%.

Al dato económico debemos agregar que el bloque representa también a dos tercios de la población mundial.

El número que nos preocupa es, sin dudas, el de la inflación, ya que Argentina es el país con más alto índice inflacionario del G20 y como sabemos, por experiencia histórica, el aumento constante de los precios de los bienes y servicios afecta directa y sensiblemente a los que menos tienen, que son un tercio de los cuarenta millones de argentinos: los grandes excluidos del progreso desde la vuelta de la democracia en 1983.

Este año, en Argentina, se discutirá sobre el futuro del trabajo y su relación con la innovación tecnológica. Año a año se pierden muchas fuentes de empleo por el avance de la tecnología y como mínimo los países deberían asegurar la posibilidad de que sus habitantes puedan capacitarse para poder reubicarse en el mercado de trabajo.

Subyace a la preocupación por este tema el desafío de asegurar una educación de calidad, desde edades muy tempranas y hasta una etapa de posgrado. Argentina, en esta materia, tampoco evolucionó satisfactoriamente. Por el contrario, pasamos de ser el país más alfabetizado del mundo hace cien años, a uno de los que peor educación tiene en Latinoamérica.

Simplemente, pregunte a sus hijos en edad escolar si pueden conversar fluidamente en inglés, ver una película angloparlante sin subtítulos o si sueña con ir a la universidad para estudiar alguna ingeniería o, en cambio, quiere ingresar a una carrera de ciencias sociales. De las respuestas obtenidas podremos concluir, muy probablemente, que en Argentina tenemos, aún, tragedia educativa para rato.

En 2012 tuve el honor y la honra de presidir la Delegación Argentina para la reunión del G20 en México. Aquel encuentro de jóvenes emprendedores y empresarios en el Distrito Federal, estuvo dedicado también al trabajo y al desarrollo del ecosistema emprendedor. Esta materia, la de los emprendedores, es fundamental para economías como la de La Rioja que tiene que migrar de una cultura del empleo público como seguro de vida, hacia la búsqueda del autoempleo y la generación de nuevas oportunidades.

La Rioja puede aprovechar esta inserción en el bloque mundial de los veinte países, si se sigue fortaleciendo como política pública el proyecto del Corredor Bioceánico y la salida al Pacífico y para nuestra economía regional, abriendo nuevos mercados, por ejemplo para el Torrontés y la aceituna. A los actores locales y al Gobierno les toca articular para generar programas de agregado de valor a nuestros productos de modo, que generen más empleo y de mejor calidad.

En suma, la reunión del G20 en Argentina es, además de una ventana, una plataforma de internacionalización de nuestra Nación, de la que La Rioja, con inteligencia y trabajo en equipo de todos sus actores, puede obtener nuevos mercados y más desarrollo local.