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Dos ingenieros de UTN La Rioja crearon un sistema para prevenir accidentes en el rally

Dos flamantes ingenieros electrónicos egresados de la Facultad La Rioja de la UTN diseñaron un dispositivo destinado a prevenir accidentes y asistir a los pilotos de rally. La formación adquirida y numerosas pruebas les permitieron crear una baliza electrónica que tiene el aval de entidades deportivas. Esperan comenzar a producirla.



Emmanuel Mercado (31) y Marcos Santillán (32) se graduaron como ingenieros electrónicos a fines del año pasado. Fruto de una extensa formación y de la inquietud personal del primero por el automovilismo, presentaron como trabajo final un innovador proyecto al que denominaron BER, Baliza Electrónica de Rally, un juego de palabras ideado para remarcar el objetivo de “ayudar a ver” a los pilotos accidentados.

“La premisa de nuestro trabajo surge al detectar que en el Campeonato Argentino de Rally, e incluso en el Mundial, se emplea actualmente un sistema de comunicación bastante arcaico para avisar cuando los pilotos sufren un accidente”, relató Mercado en una visita a EL INDEPENDIENTE. Se refiere así al uso de “carteles normalizados” que los corredores deben exhibir al costado de la ruta, unos metros antes del lugar del siniestro, para advertir al resto y evitar que la situación se agrave. Esos carteles se distinguen por sus colores: verde, para descartar que exista riesgo, y rojo, cuando el auto se encuentra atravesado en el camino,  o bien cuando se requiere asistencia urgente.

Las dificultades que plantea este método son evidentes. “No hay un plan de acción para dar aviso en caso de que el piloto y el copiloto pierdan el conocimiento”, comentó el ingeniero. “Por lo general, es el público, si está presente, el que suele actuar; pero esto se presta a confusión, ya que los pilotos van concentrados y sólo se fijan en los carteles normalizados. Por eso se nos ocurrió crear un sistema automático”.

El proyecto les llevó seis años de investigación, cuyas etapas fueron cumpliendo mientras completaban su formación universitaria. Incluyó pruebas de laboratorio, la realización de encuestas a pilotos y la producción de dispositivos de medición propios.

“Lo que calculamos teóricamente, lo pudimos verificar en la práctica. Y a medida que avanzábamos muchas veces tuvimos que recuperar conocimientos de los primeros años de carrera”, dijo Mercado sobre el proceso de integración que conlleva el trabajo final. Como docente tutor tuvieron al ingeniero Daniel Turra, quien las facilitó pruebas en laboratorio. También contaron con la asistencia de otro docente: el ingeniero Oscar Almonacid.