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Espías con carnet (y sin carnet)

Siete mil millones de pesos para los que conocíamos como ‘servicios de inteligencia’, hoy se utilizan con gastos reservados. Ahora se llama AFI (Agencia Federal de Inteligencia). Este gobierno ha generado una serie de cambios, que mucha gente desconoce, y entre ellos apareció D’Alessio. Falso abogado, falso integrante de la DEA; si la operación de blindaje que hacen los medios de comunicación concentrados, les sale bien, dirán que nunca existió.



Entre las series que veíamos en la década del 60, estaban ‘EL Santo’, ‘Los vengadores’, ‘El agente de Cipol’, ‘Yo soy espía’. Todas mostraban el mundo del espionaje. Las dos primeras con el toque inglés, recorriendo el mundo (todas se pueden ver por youtube). James Bond fue como película, entre otras, la más emblemática de ese tiempo. Las novelas eran escritas a veces por espías jubilados, que habían servido a sus gobiernos. Eran vestigios de la ‘guerra fría’, donde aparecían caricaturas de los rusos o alemanes del este, los buenos y los malos separados claramente. Hasta que apareció una serie que nos hizo ver lo mismo pero con humor y desparpajo. Era ‘El súper agente 86’ y siempre lo cómico- como en la obra de Chaplin- describe mejor qué sucedía en el mundo (por lo menos antes de los 90).

Hace pocos días murió Rafi Eitan, a los 92 años. Era el jefe del comando israelí, que secuestró a Adolf  Eichmann (responsable del traslado de miles de judíos a campos de concentración  para asesinarlos) de la Argentina. Había sido un operativo de seguimiento del jerarca nazi, que vivía en San Fernando (al norte del gran Bs As) y trabajaba en la fábrica Mercedes Benz como un operario más. Tuvo alguna repercusión mundial, pero no tanto como el juicio que se le hizo en Israel que lo condenó a muerte como responsable de la ‘solución final’. Se puede ver la película ‘Operación final’ (2018) donde está relatada esta historia de cómo funciona el mundo. Anteriormente el caso más famoso de una espía fue el de una bailarina holandesa conocida como  ‘Mata Hari’. Espiaba durante la Primera Guerra Mundial para los alemanes. Fue descubierta en París por las fuerzas francesas: la acusaron de espionaje y traición. Fue fusilada el 15 de octubre de 1917.

Hoy los espías están más relacionados con la tecnología. Ya no trabajan con micrófonos direccionales, ó siguiendo gente (escondidos en algún lugar) para buscar información. Desde que apareció el sistema ‘Pegasus’, todo es más controlable: se accede a mensajes privados, imágenes, videos, y también puede grabar conversaciones con el celular apagado. Esto generó altos grados de paranoia. Mucho más entre la clase política. No se sabe nunca si se sabrá toda la verdad, pero una punta del hilo se empezó a entender con las filmaciones y escuchas que le hicieron al mismo espía autóctono que era llevado a los medios, que se presentaba como especialista en el combate contra las drogas, que se sacaba fotos con funcionarios del gobierno (y del que salen hoy todos a negarlo). El caso más comprometido es con el fiscal Stornelli y con un periodista de un gran holding de medios. El programa ‘Gorilas sueltos’ (como es conocido en la jerga), tenía un informante directo. Un periodista, con el cabello teñido, que se sentaba con todos llevaba data de quien era cada uno de los panelistas o invitados. Ahora poco a poco van dejando la mesa: Jorge Asís y otro periodista que fue director de un grupo de revistas, canales y diarios. Ninguna asociación internacional de periodismo desde su ‘ética’ salió a decir algo de la cuestión. Ahora se va sabiendo más de cómo trabajan los espías con algunos periodistas, el poder judicial Federal y el poder político oficial. En México las escuchas se hacían sobre los periodistas en primer lugar, luego esa información se vendía a ‘los carteles’ de la droga. México es el país que más periodistas asesinados tiene en estos últimos diez años.

Algunos medios locales, relatan con simpatía y sorna lo que ha sucedido con este espía con carnet. Lo comparan muy frívolamente con ‘El super agente 86’. El país puede estar para la broma (ya se viene Tinelli), pero lo que ha marcado es el inicio de otra etapa. Un lugar donde un poder político puede ordenar escuchar, seguir y extorsionar, a otros políticos, empresarios, periodistas.  Es lo que ha comenzado, desde que se conoció un poco más la historia de otro innombrable agente (quien estaba en la SIDE -Servicios de Inteligencia del Estado-) desde la década del 70. Cuando pasó lo del caso Nisman, volvió a estar entre los que tenía información. Los gobiernos pasan y ellos como empleados del Estado, quedan. Solo que la diferencia ante cualquier empleado público, es que retienen mucha información que compromete al destino del país. Los mecanismos que debe haber también sobre los jueces, para que ellos autoricen a ‘escuchar’, a personas con causas judiciales, es otro punto a seguir observando sobre la libertad y derechos civiles. Nadie se pregunta cuando en los noticieros de TV- del periodismo oficialista- ¿de dónde reciben las grabaciones de tantas escuchas?

Cuatro siglos antes de Cristo, Sun Tzú estratega militar chino al servicio del rey Helu de Wu, escribió en ‘El arte de la guerra’ sobre el espionaje y los espías: la información del enemigo no podía obtenerse de los espíritus, las divinidades, ni de cálculos. Se necesitaba de alguien que descubra dónde estaba y qué iba a hacer. Pero la tecnología aceleró procesos internos de la mente. Un personaje de Thomas Pynchon, le dice a otro: “¿se acuerda cuando la CIA quería regalarle relojes a todo el mundo?, era por los 50. Ahora no tienen problemas, todos tienen un celular”

Carlos Liendro