La casa en cuestión es un rancho de 112 metros cuadrados con tres ambientes, todos colmados de animales, sus desechos y basura en general. La mujer se excusó por el hedor y la suciedad diciendo que tenía un santuario en su hogar.
Tampoco ayudó la situación de los animales el hecho de que la mujer hubiera tapiado las ventanas de la casa que daban a la calle para evitar miradas inquisitivas.
Aun así un vecino alertó a la policía sobre la presencia de unos 13 felinos, pero los efectivos encontraron casi 90, muchos de los cuales estaban enfermos y vivían adentro del auto de la mujer.
Ahí también estaba el perro, descrito como "una cruza de maltés muy amigable", según el jefe de Control Animal del Condado de Macomb, Jeff Randazzo.
Fuente: Minuto Uno