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Solicitan la compra de prótesis de cadera para un joven de 21 años

Leandro Romero tiene 21 años y padece artritis reumatoidea. Hace unos meses le diagnosticaron que sus caderas están dañadas por lo que necesita urgente dos prótesis. Las mismas son importadas y costarían alrededor de 230 mil pesos.



Hasta hace unos meses atrás, Leandro caminaba y se sostenía por sí solo. Una molestia en unas de sus caderas desencadenó lo peor de los escenarios, que lo llevó a tener que movilizarse en silla de ruedas. Hoy, este joven necesita urgente operarse las caderas y suplantarlas con prótesis especiales de mayor durabilidad. Ante la burocracia de los trámites, la familia decidió realizar dicha operación de manera particular, ante la urgencia de la situación.

Cabe destacar que este joven tenía sueños y planes: continuar la Licenciatura en Recursos Humanos en la UNLaR. Una carrera similar había iniciado en Buenos Aires, por lo que quería terminar esa carrera  en la Universidad de La Rioja.

“Hace once años que me detectaron esta enfermedad. Al principio, acá en La Rioja, no dieron bien con el diagnóstico. Mi enfermedad empeoró por lo que decidieron llevarme a Córdoba al hospital del Niño. Ahí dan con el diagnóstico y me internaron con un tratamiento de seis meses”, manifestó el joven.

“Siempre fui un chico sano pero esta enfermedad fue avanzando  y empezó, primero, afectándome en la rodilla, después en los tobillos, luego en la otra rodilla y a los años empezó a perjudicarme en las caderas”, contó Leandro.

Del mismo modo, este joven no le da tregua a su enfermedad y busca junto a su familia conseguir una pronta solución. “Mi enfermedad fue un poco controlable y dentro de todo pude llevar una vida normal, realizaba mis actividades, había días que no me sentía bien pero en los colegios que fui siempre estuvieron al tanto de mis situación y me ayudaban con el diagnóstico”.

“Pasados unos años nos fuimos a vivir en Pergamino, ciudad de Buenos Aires, ahí realicé la secundaria y realicé el tratamiento que me indicaron, jugaba al fútbol con los cuidados que me decían pero hacía mis actividades con total normalidad. El año pasado nos decidimos volver a vivir a La Rioja y ,un mes antes, empecé a sentir una molestia en una de las caderas  con dolor y ruido del hueso”, agregó Leandro.

 

El paso del dolor

El dolor no cesaba, lo cual le daba a este joven un panorama totalmente distinto a otras circunstancias que vivió de chico.

“Al principio no le di importancia, no pude ir al médico porque estábamos con el tema de la mudanza por lo que decidí que cuando llegara a La Rioja iba a realizar una consulta médica.

Pasaron los meses, no había calmante ni inyectable que me calmara el dolor, era un dolor que duraba todo el día. Yo aún caminaba, rengueando pero podía hacer pasos. Fui a una doctora reumatóloga, quien no me atendió como corresponde, me pidió análisis cuando lo urgente era ver cómo estaba la cadera y ver qué tenía” sumó el joven.

Además detalló que “hasta ese momento la cadera que me dolía era la izquierda, con la de la  derecha era con la cual me sostenía, tiraba el peso a esa cadera. En el lapso de tres semanas se me desgastó la otra cadera y no pude levantarme ni movilizarme por mí mismo. Ya no podía sostenerme ni para hacer un paso, me prestaron una silla de ruedas”.

En tanto, continuó relatando que “acudí a otra doctora, quien me solicita una resonancia magnética en las caderas y dio con el diagnóstico que no era lógico a lo que yo esperaba. Y me explicó que el fémur estaba desgastado, que chocaba con el hueso de la cadera, por eso era el ruido que sentía. La doctora me indicó ir con un traumatólogo porque son los especialistas para este tipo de situación”.

Al respecto Leandro acotó que “me informaron de la prótesis de las dos caderas. Me empezó a tratar mi situación el doctor Ruiz, quien me explicó cómo sería la operación y en qué consistía. Ante esto yo cuento con una obra social que se llama PROFE, que según me comunicaron estas prótesis en los hospitales las daban”.

“Pero el médico me indicó que necesito unas prótesis  específicas con mayor durabilidad teniendo en cuenta que me deben operar las dos caderas. Seguimos averiguando con PROFE y la burocracia de los papeles hacía más lento todo  y el apuro de nuestra familia y el mío es que esto es urgente. Ya no puedo esperar más, tengo las dos caderas desgastadas y el simple movimiento conlleva a otra cosa, estoy tirando todo el peso a las rodillas”, señaló.