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Varios testigos ratificaron que Milani participó y encabezó sus detenciones

El jueves y viernes, último, se realizaron dos nuevas audiencias en el juicio contra crímenes de lesa humanidad, que tiene como a uno de los imputados a Cesar Milani. En las mismas se receptaron las primeras declaraciones a testigos, entre ellos Alfredo Olivera y Verónica Matta, quienes aseguraron que el jefe del Ejercito participó de sus detenciones ilegales y que tenía pleno conocimiento de lo que sucedía.



El jueves por la tarde se comenzó con la recepción de las declaraciones testimoniales a los testigos –y testigos víctimas– en el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en nuestra provincia durante la última y más sangrienta dictadura cívico-militar, que tiene un acumulado de causas (los secuestros y torturas a Pedro y Alfredo Olivera, a Miguel Ángel Godoy, y la desaparición de Gabriel Minué, y otras), y en el que se encuentran imputados 11 personas, entre ellos Cesar Milani y el ex juez Federal riojano Roberto Catalán.

Los primeros en comparecer ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal compuesto por los jueces Julián Falcucci (presidente), Jaime Díaz Gavier y Enrique Lilljedahl, fue Oscar Shaller, hijo del reconocido periodista Plutarco Shaller, quien ratificó su declaración previa y volvió a reconocer a Cesar Milani como el hombre que le anunció su libertad, tras permanecer 30 días detenido ilegalmente en lo que era el Batallón de Ingenieros Nº 141 de La Rioja (hoy Regimiento de Montaña Nº 15). “Milani sostuvo que no le consta que hubo civiles detenidos en el Batallón, pero a mí me vio detenido ahí”, espetó el testigo y contradiciendo las declaraciones que el ex jefe del Ejercito había hecho durante su extensa presentación, el pasado 17 de mayo, cuando aseguró que no participó de ningún operativo de detención durante la dictadura, y hasta había afirmado “no saber lo que estaba ocurriendo allí”.

Posteriormente, fue el turno de Alfredo Olivera, una de las víctimas de los hechos que se juzgan en el debate, y en la oportunidad el ex preso político reiteró que Milani estuvo al frente del operativo que llevó detenido ilegalmente a su padre, Ramón, la madrugada del 12 de marzo de 1977. Días después, él mismo fue secuestrado y detenido.

Asimismo, contó que el ex general, que en la época del hecho por el que se encuentra imputado era subteniente y tenía 21 años, “durante mi detención me llevó a declarar al juzgado Federal (de La Rioja) y allí ante el juez Roberto Catalán, quien no dejaba de hostigarme y acusarme de subversivo, con un odio que no había mostrado siquiera en el allanamiento a mi casa cuando me detienen, ni cuando reventaron a golpes a mi padre”.

En su relato, Olivera también se refirió al médico del Ejercito, Leónidas Moline. “El capitán Moline diagnosticaba a quién podían seguir torturando y quién no aguantaba más. A mi padre le diagnosticó trombosis cerebral y por eso lo liberaron para que se nos muriera a nosotros”, expresó.

Por último, desestimó las acusaciones que había realizado Milani durante su declaración, cuando dijo que “Olivera mágicamente se acordó de todo cuando le realizaron la nota en un conocido programa opositor al Gobierno anterior (Periodismo Para Todos)”. En este sentido, Alfredo aseguró que la presencia de los productores del programa no tuvo nada que ver con la ampliación de la denuncia original que realizó en 2013, en la que señaló a Milani como el militar que participó y dirigió la detención de su padre.

 

Otra declaración incriminatoria

En la jornada de ayer, la cuarta audiencia del juicio comenzó poco antes de las 10 con la presencia en la sala de sólo dos imputados, Alfredo Solano Santacrocce y Cesar Milani, además de la comparecencia a través de videoconferencia desde la Unidad Nº 34 de Campo de Mayo (Buenos Aires) de Angel Ricardo Pezzetta. Los ocho imputados restantes habían solicitado, previamente, ausentarse del debate por cuestiones de salud.

Rápidamente, el doctor Falcucci ordenó que ingresara a la sala la primera testigo del día, Ligia Verónica Matta. No obstante, antes de que la mujer comenzara con su declaración, la doctora Mariana Barbitta, una de las defensoras de Milani, solicitó al Tribunal que no se receptara el testimonio de Matta por considerar que no correspondía agregarlo a la causa, pero los jueces rechazaron el pedido “in limine”.

Seguidamente, Matta contó que en julio del 76’, cuando tenía tan sólo 17 años y cursaba el secundario en el Colegio Nacional riojano, llegó a su casa que quedaba sobre la avenida Castro Barros, a metros de la esquina con Juan Domingo Perón, un gran operativo con la intensión de detenerla. “Yo estaba durmiendo y fue mi papá quien me despertó para decirme que me habían venido a buscar. “Él era abogado y me dijo que no me preocupara, que en 48 horas me iba a sacar de prisión”. “Cuando entré a la salón principal de casa, vi a mucha gente vestida con uniforme negro, pero entre ellos había un solo militar muy jovencito que hablaba con mi padre”, comentó.

Continuando con su relato, la mujer recordó que, tras su detención, ella y su hermana fueron llevadas al Instituto de Rehabilitación Social (IRS), ahora Servicio Penitenciario Provincial. Matta declaró que allí en varias oportunidades fue vendada e interrogada, e incluso obligada a presenciar cómo torturaban a un joven.

En uno de esos días de cautiverio, la llevaron hasta el lugar donde habitualmente le realizaban las preguntas “y sin querer hice un movimiento que hizo que se levantara un poco la venda de mis ojos, permitiéndome ver dónde estaba y algunas de las personas que estaban ahí. No reconocí a nadie, pero justo vi pasar al militar joven que estaba en mi casa”.

Al momento en que las partes comenzaron con las preguntas, la querella le pidió que ahondara más en esta persona que ella dijo haber visto en varias oportunidades, a lo que Matta respondió que en el año 2013, mientras navegaba en internet, “vi una noticia donde aparecía este militar. Creo que se trataba de que lo habían ascendido, y recuerdo que lo reconocí casi de inmediato. Al principio dudaba, pero ahora estoy segura de que era él. El militar que yo vi durante mi detención era (Cesar) Milani”.

“Esto marcó un antes y un después, porque lo ocurrido durante las detenciones mías y la de mi hermana habían quedado como en el olvido por nuestra familia, no hablábamos de eso. Pero cuando reconocí a Milani, sentí la necesidad de contar lo que me había pasado”, manifestó Verónica.

Otro de los testigos que comparecieron durante la audiencia de ayer, fue Gonzalo Salas, un hombre de 42 años que fue propuesto por la defensa, por tratarse del marido de la hija mayor de Milani. En este sentido, contó que él es hijo de dos ex presos políticos que fueron detenidos durante la dictadura e, incluso, que nació en cautiverio en la ciudad de La Plata.

Según reconoció la propia defensa del ex jefe del Ejercito, la intensión de citar al testigo era “para demostrar la ideología que tiene Milani con respecto a este tema”.

Antes de finalizar la audiencia y pasar a un cuarto intermedio para la semana próxima, el Tribunal receptó las declaraciones de Patricia Crigna, Jesús Jerónimo Olivera y María Cecilia Matta.