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Vecinos reclaman protección en márgenes del Río Tajamar

Luego de la inauguración del primer tramo que abarca solo unos 900 metros de la obra Municipal de mejoramiento del río, se intensificaron los reclamos de quienes circulan desde avenida Alem hasta Ángel Vicente Peñaloza. La falta de vallas de contención para conductores y veredas para peatones generan inseguridad y accidentes en la zona.



La obra insignia de la gestión del intendente capitalino, que consistió en 7 mil metros de Sistematización y Recuperación de Paisajes Hídricos del Río Tajamar, llevó concluido solo 900 metros inaugurados en mayo pasado.

Esta primera etapa abarcó desde la avenida Ángel Vicente Peñaloza (barrios Vargas y Los Olivares) hasta la calle Talampaya, que comprende los barrios Jardín Residencial, Difunta Correa y Carlos Menem. Hasta allí llegó la obra financiada por Nación y que era tan demandada por los vecinos.

Pero la tranquilidad y modernidad solo llegó para algunos, vecinos, mientras tanto, quienes viven entre avenida Alem y Peñaloza, padecen la inseguridad y los accidentes continuos debido a la falta de vallas de contención y sendas peatonales. Las avenidas paralelas, como Los Caudillos, Norte y Sur representan un verdadero peligro para todos.

Lo mencionado solo responde a hechos lamentables que se dan año a año en la zona: personas que por la falta de veredas e iluminación en la zona perdieron el equilibrio y cayeron al río; así también automovilistas y motociclistas que terminaron con serias heridas introducidos al Tajamar.  

El hecho mas reciente fue la caída de una joven motociclista semanas atrás, la cual fue impactada por una camioneta y terminó río adentro debido a la falta de guardarrail que pudieran amortiguar el golpe. El accidente ocurrió entre las calles Santiago del Estero y Avenida Los Caudillos.

También cabe recordar lo ocurrido con un vecino de apellido Romero de 61 años quien caminaba por una de las orillas, cuando sufrió una caída en el mes de febrero pasado y quedó tendido en el lecho río. Consecuencia de ello padeció fuertes heridas y fue hospitalizado.

Los cierto es que estos desafortunados accidentes podrían evitarse con la colocación de vallas o construcción de veredas que permitan a la gente circular con un mayor cuidado, sumado a la adecuada iluminación en ambas márgenes del río. 

Otro de los graves problemas que aqueja a los que viven a las orillas del río es la cantidad de basura que se acumula, por las corrientes de agua y más aun por ser utilizados por muchos como un gran deposito de impurezas.

Esto parecía llegar a su fin con la implementación del sistema EASY que lejos de ser una solución se convirtió en un nuevo problema. Los contenedores de basura subterráneos se transformaron al poco tiempo en focos de enfermedades y responsables de olores nauseabundos debido a la falta de mantenimiento que recibían, estos se encontraban, entre otros lugares, a los costados del Tajamar.

Según testimonio de los vecinos es corriente encontrar, además de basura y animales muertos, carteras, documentación y distintos elementos que son arrojados por quienes delinquen en la zona. La oscuridad del macro centro, más precisamente a la altura de la Escuela Comercio N°1 y barrios Los Olivares, son una postal que colabora con los robos y arrebatos que se dan a diario en la ciudad.

El proyecto del Tajamar pretende recuperar el sector, integrarlo y poder vincularlo con la ciudad. Actualmente ello solo es una realidad para unos pocos, el resto aún deberá estar a la espera de la gestión municipal y financiación nacional.