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"Un alumno rural debe aprender lo mismo que uno de la Capital"

Así lo manifestó la directora de la escuela rural Nº 230 de Bajo Hondo, Stella Maris López. Destacó su ímpetu por inculcar a sus docentes que los niños rurales tienen el derecho de acceder a los mismos conocimientos que uno de la ciudad..



En el Día del Maestro Medios El Independiente reconoció esta gran labor y destacó a la misma a través de esta entrevista. Stella Maris López es oriunda de Patquía y tiene una antigüedad de 29 años al servicio de la educación. “Digo oriunda de Patquía porque ahí me crié y pase la mayor parte de mi vida,  nací en Córdoba” señaló la docente.

Asimismo indicó que “la primera escuela que  me tocó ejercer la función fue en la escuela Nº 20 de Patquía. Creo que no hay nada más lindo en la vida de un docente que poder enseñar a un niño. La satisfacción más linda que tuve siendo docente es ver a mis niños de primer grado sabiendo leer, a fin de año yo les había hecho una tarjetita a cada alumno porque no sabía si al año siguiente los iba a volver a tener y la pudieron leer”.

Stella Maris es maestra del Nivel Primario y actualmente es directora de la escuela Rural Nº 230 de Bajo Hondo. Sobre su percepción de la educación hoy en día, la docente explicó que “cambios hubo muchos, si tengo que comparar desde mis inicios con los tiempos de ahora. La forma de enseñar ha cambiado”.

“Soy una maestra grande, tengo 54 años y la verdad que los cambios en la enseñanza fueron muchos, en donde se eliminó la palabra generadora y ahora se enseña a través de otra sistema de enseñanza que a los maestros más antiguos nos costó tomar el ritmo, pero fueron cambios para bien” aseguró la maestra.

Tenía 26 años cuando inicié trabajando en la escuela de Patquía, luego me trasladé  a la escuela  Nº 127 Capital Federal y me preparé para rendir para directora. Allí logré ser directora de la escuela Rural de Bajo Hondo”.

 

La escuela rural

“Lograr ser directora de esta escuela rural fue lo más hermoso que hice. Los niños de estas escuelas te ven como que sos:  “la maestra” y todo lo que uno les enseña a ellos les queda grabado”, indicó López.

En tanto remarcó que “en estos parajes y lugares del interior no se pierden los valores, y el docente asume un rol fundamental. Siempre les digo a mis colegas que lo que nunca se debe perder para enseñar es la humildad y ser solidarios con todos”.

Al respecto, subrayó que “no hay que menospreciar al alumno rural y decir estos contenidos no los voy a dar porque son chicos de la escuela del campo y no van a aprender, el niño tiene que acceder a los mismos conocimientos al igual que un estudiante de la ciudad”.

“Un alumno de una escuela que se encuentra a 50 kilómetros de la ciudad debe aprender lo mismo que un estudiante de la capital porque todos son capaces, y eso siempre se los inculco a los maestros porque la calidad de la educación tiene que ser la misma de una escuela rural que de la capital, y se los digo porque la mayoría de los docentes vienen de dar clases en la ciudad”, recalcó.

Además comentó que “hace cinco años que soy directora en esta escuela y espero jubilarme ahí. La realidad social que uno puede apreciar es que son niños de muy escasos recursos, las familias viven de la ganadería  y otros de programas  que les otorga el Estado.

En la escuela, los pequeños reciben copa de leche y tenemos un comedor. Hay chicos que los levantamos de la ruta y uno los ve subir a la combi y al subir lo primero que te preguntan es “¿qué vamos a comer hoy?”, es decir que no preguntan qué vamos aprender hoy, porque tienen su pancita con hambre”.

Al ser consultada por lo que la llevó a elegir esta profesión, la docente remarcó que “en aquella época no había otra cosa para elegir y tampoco tenía los recursos para ir en busca de otra profesión, en ese momento se había abierto el profesorado así que decidí anotarme”.

“No me arrepiento en nada de haber elegido a la docencia como mi profesión porque es una gran  satisfacción ver crecer a un niño, ver que un alumno aprende y lo que aprendió se lo enseñé yo, es algo que me llena el alma. Hoy veo a alumnos que tuve en primer grado y son grandes profesionales y ellos me reconocen como la primera maestra que tuvieron en primer grado” dijo la directora.

 

Mensaje a los docentes

Al finalizar, la docente saludó a sus colegas y a todos los docentes de la provincia, manifestó que “todos tenemos una misión en esta vida,  en nuestro caso es enseñarle a los niños a leer y escribir y sobretodo que sean buenos ciudadanos”.

 “De la docencia te jubilás en los papeles, pero uno siempre termina haciendo algo más por la escuela desde otro lugar. A mí no me queda mucho tiempo para jubilarme, me falta muy poco, así que estoy esperando para dejar ese lugar para los más jóvenes, nosotros ya cumplimos un ciclo, y debemos entender que hay que dejar este espacio para las nuevas generaciones, para que ellos puedan hacer su carrera como la iniciamos nosotros” cerró López.