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Organizaciones sociales, sindicatos y partidos

Las crisis cuestionan al poder. Y ahora el poder cuestionado trata de salir a dar explicaciones, ya que soluciones no supo dar. Por eso esta semana, desde el ministro de economía (quien para asumir pidió una serie de abogados para después de octubre), hasta el secretario de cultura, hablaron de qué está sucediendo en el país. A los otros – los medios oficialistas- los tienen guardados..



Argentina luego de las PASO terminó de bailar en el ‘Titanic’: una pequeña luz se veía al final del túnel; pero se irrumpió, lo que venían ocultando. El triste ejemplo para comenzar fue el dólar. De 48 se fue a 62 y luego bajó en unos días. ¡Es la economía, estúpido!, decía el asesor de un presidente norteamericano en 1992, para explicar que por más que las encuestas le dieran bien al candidato oficialista, si la economía no funciona bien, de nada sirve ‘pintar a la mona de seda’. Así sucedió con los de ‘Cambiemos (dólares por pesos)’. Algunos salieron a arengar a la tropa con la fuerza de un toro enceguecido (como Lilita en el CCK); otros mandando mensajes por video desde España, que se viralizaban por las redes convocando a una marcha en la Plaza de Mayo (allí fueron 25 mil personas), y finalmente algunos políticos- diputados obligados a dar la cara, a pesar de que los tenían postergados en la interna feroz que se está dando por sobrevivir en ‘Juntos por el cambio’ (por lo menos en Bs As y CABA). De esto último se pudo ver a Rogelio Frigerio por TV, (quien fue opacado por el núcleo duro del macrismo) contando cómo debe salir a ‘rosquear’ con los otros partidos, para realizar una traspaso tranquilo en el Congreso.

Las encuestas ya no sirven para estos tiempos. Lo dicen las misma consultoras, ya que su ‘universo de muestras’, solo se hace por teléfono, celular o whatsApp. A su vez son cuantitativamente mínimas, y solo se realizan en un sector social. Todo ese ‘duranbarbismo’ de lo grupo focus cayeron; solo queda el ejército de trolls, que trabajan en la retirada y que serán colocados por su fidelidad en las plantas permanentes de los ministerios. Las encuestas no sirven para predecir en un país inestable. Tal vez sirvan para ver cómo mide un candidato, y así se hace en algunos lugares; en otro solo es un arreglo de las diversas líneas del partido.

Se interpretó como respuesta (a los militantes de cambiemos en el Obelisco y la Plaza) las miles de personas que venían en columnas con sus organizaciones sociales. Llegaban principalmente del sur del Gran Bs As (GBA). No hubo ningún incidente. Los medios de comunicación no explican qué cantidad gente actualmente concurre a los merenderos, los comedores barriales y reciben mercaderías. Se calculan unas tres millones de personas que están en esta situación. Son niños, mujeres, ancianos, despedidos, que les han ido quitando todo; ellos no compran dólares para salvaguardarse. Y el Estado como se dice ya no solo ‘mira para otro lado’, sino que tiene una concepción muy particular de la pobreza y los pobres. Cualquier derecho de estos desamparados solo es un slogan de campaña (así lo dijeron con la gente que vive en la calle). Los intereses de este gobierno quedaron claros y los que votaron antes por el ‘Cambio’ (muy especialmente en las clases medias) tuvieron que bajar el odio por un momento, entender quienes vinieron a hacer negocios desde el Estado, y tienen sus millones de dólares fuera del país.

‘La patria panelista’ en la TV, radio, y algunos escribas del poder oficial, han comenzado una etapa que se conoce como ‘garrochismo’ (con una garrocha cambian de bando en un salto olímpico, después de lo resultados del 11 de agosto). Por eso todo el día, luego de la segunda gran marcha- donde se corta la ‘9 de Julio’, frente al ex Ministerio de Desarrollo Social (donde la funcionaria Stanley no los recibe), se indignaban con las palabras del dirigente Grabois. Este dirigente tiene sus contactos con el Papa y fue otro de lo que quedaron afuera del Frente (cuando se habla de repartir cargos en el Congreso). Solo dijo que había que hacer ‘una reforma agraria’. Le cayeron encima los de la Sociedad rural, los dirigentes del campo y lo funcionarios de este gobierno. Hay que informar que en los países que estos admiran como desarrollo nadie tiene más de cinco mil hectáreas. No hay monopolios, ni oligarquías del campo que concentran su capital desde el siglo XIX.

Es necesario informar quién es quién en esta nueva etapa. No es lo mismo leer artículos de un diario, que ver zócalos en la pantalla de TV (sea TN, Crónica, América o C5N). Cuando se ve marchar a las Organizaciones social, están los que piden mano dura para que los repriman; Alguna línea del canal pone a sus ‘movileros’ de TV a mostrar como interrumpen el tránsito. A nosotros nos preocupa que haya muertos.  A la violencia del hambre, la quieren combatir con más violencia.

 ¿En qué se diferencian las organizaciones sociales, de los sindicatos, de los partidos políticos? Podemos responder por la contraria: tienen en común que quieren obtener el poder, pero los fines y los medios no son los mismos. Tienen en común que están organizados. Y Sería peligroso que la gente siga creyendo que todas las Organizaciones sociales son lo mismo, como lo hacen aquellos funcionarios que justifican hambre, pobreza, sufrimiento y los degrada a una condición animal. Las organizaciones sociales tienen diferentes alineamientos como el Polo Obrero, Barrios de Pie, la CCC, para citar algunos, y vienen desde fines de los 90. Se constituyeron aún más después del 2001. Todos están pidiendo ‘emergencia alimentaria’. No están sindicalizados y no confían en las clases políticas que pactan y levantan solo la mano porque se los pide el partido. Algunos ya saben cuánto gana un diputado o senador en estos tiempos de crisis.

Carlos Liendro