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Nueva jornada de paro general y masivas movilizaciones en Chile

Con barricadas en varios puntos de Santiago y una multitudinaria marcha que reunió a decenas de miles de personas en la popular Plaza Italia, se cumple una nueva jornada de protestas en Chile, a 26 días del inicio del conflicto.



El día empezó con un nuevo paro general convocado por cientos de organizaciones sociales y sindicales, y cerró con un desplome del peso chileno del 3,1 por ciento. La Bolsa de Comercio de Santiago también registró una considerable baja. Mientras tanto, el gobierno del presidente Sebastián Piñera intenta apagar el fuego celebrando un acuerdo con la oposición que le permitirá implementar reformas tributarias, y mostrándose dispuesto a una reforma de la Constitución vía Congreso Constituyente.

Por la mañana, las barricadas impedían el paso de los vehículos en algunos accesos a Santiago. La capital del país fue el escenario de una masiva marcha que convocó a 80 mil personas según cifras oficiales. Los manifestantes avanzaron sobre la céntrica avenida Alameda, escenario de varias movilizaciones.

Flameando banderas chilenas y de las gremiales que convocaban al paro, los manifestantes se agruparon en Plaza Italia, epicentro de las protestas desde el estallido social del 18 de octubre. La céntrica plaza de Santiago, también llamada Baquedano, fue rebautizada por los manifestantes como "Plaza de la Dignidad". Desde allí la movilización recorrió varias cuadras hasta la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Cuando los manifestantes pasaron por el frente del Palacio de la Moneda se registraron enfrentamientos con la policía. También se produjeron incidentes y saqueos en Valparaíso. Más temprano, la Corte de Apelaciones de esa ciudad había aceptado un recurso de amparo presentado contra Carabineros, calificando como ilegal el accionar de los policías implicados, que balearon un adolescente de 16 años en una de las manifestaciones.

Otra de las movilizaciones del día se extendió por lo menos nueve cuadras, ocupando las principales arterias de la capital regional del Bío Bío. Con el correr de las horas, la nutrida movilización derivó en incidentes y enfrentamientos entre algunos manifestantes y carabineros, que se concentraron en cercanías de la Plaza de la Independencia.

El transporte público operó por la mañana con relativa normalidad, aunque los buses circularon por Santiago solo hasta las 17 horas. El metro también redujo su horario de funcionamiento.

El llamado a huelga general convocado por la llamada Mesa Social reunió a más de un centenar de organizaciones sociales, entre ellas la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), el Colegio de Profesores, trabajadores de la salud pública, empleados portuarios y de aeropuertos.

La Confederación Nacional del Cobre, que agrupa a trabajadores tercerizados de la minería, también se plegó a la convocatoria. Chile es actualmente el principal productor mundial de cobre con casi un tercio de la oferta global, equivalente a unos 5,6 millones de toneladas producidas al año.

Por último, las escuelas públicas se sumaron al paro y gran parte de los privados también. La mayoría de las universidades permanece sin actividades desde el inicio del conflicto.

El paro general se produce en momentos en que el presidente Sebastián Piñera intenta suavizar  su férrea postura frente al conflicto. En los últimos días anunció que se encuentra dispuesto a iniciar un proceso de reforma constitucional . La Carta Magna es una de las más pesadas herencias de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La propuesta de reforma del presidente, de todas formas, no sería a través de una Asamblea Constituyente, como piden los manifestantes, sino a partir de un Congreso Constituyente, cuyos detalles y composición aún no se definieron. Para hablar de ese y otros temas de coyuntura, el mandatario se reunió con los expresidentes Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006), y habló por teléfono con la exmandataria socialista Michelle Bachelet, actual Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU.

El gobierno de Piñera logró también un acuerdo con la oposición para impulsar una reforma tributaria que recaudaría unos dos mil millones de dólares, destinados a financiar parte de los anuncios sociales realizados previamente por el mandatario, con el objetivo de atenuar las protestas sociales. Piñera cerró además un acuerdo para aprobar el presupuesto de 2020, otorgando algunas concesiones en materia social.

Sin embargo, los gremios exigen reformas más profundas al sistema de pensiones (heredado también de la dictadura), que entrega pensiones bajas a la mayor parte de sus jubilados, por debajo del salario mínimo, unos 420 dólares. También exigen un incremento del presupuesto a la salud pública, donde se atiende casi el 80 por ciento de la población chilena, y un aumento del salario mínimo.

El mercado financiero tampoco le dio buenas noticias a Piñera. Durante la jornada del martes, el peso chileno se desplomó 3,1 por ciento y alcanzó su valor mínimo histórico, de 783,82 unidades, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago cerró con una caída del 1,57 por ciento.