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Caso Fernando: niegan que los detenidos fuesen hostigados por otros presos

“Nos quieren violar”. “Nos gritan de Todo”. Las supuestas amenazas fueron comunicadas por Máximo Thomsen y Ciro Pertossi el miércoles pasado en la ampliación de la declaración indagatoria.



“Nos gritan que tienen precio nuestras cabezas y que nos quieren violar. Nos gritan de todo", sostuvo Máximo Thomsen. "Los propios internos nos dicen que a nosotros nos pueden lastimar", agregó Ciro Pertossi. Así, dos de los acusados de matar a Fernando Báez Sosa, crimen ocurrido en Villa Gesell el 18 de enero pasado, pusieron foco en cómo, según ellos, pasan sus días de prisión preventiva en la cárcel de Dolores. Las supuestas amenazas fueron comunicadas por los imputados el miércoles pasado en la ampliación de la declaración indagatoria.

"Es una estrategia para lograr que les otorguen la prisión domiciliaria", especularon fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) ante la consulta del diario La Nación sobre si habían abierto una investigación interna para determinar la veracidad de las denuncias de los imputados.

Máximo Thomsen, Lucas Pertossi, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz están alojados en la Unidad 6 de Doloresdesde el 29 de enero pasado. Pasan sus días en una misma celda del régimen de alcaidías.

"Los jóvenes acusados del homicidio de Báez Sosa están en medio de dos pabellones con internos evangelistas. Nadie los amenazó", afirmaron fuentes penitenciarias. Los ocho comparten una celda que tiene cinco camas cuchetas dobles y un baño sin ducha.

Según las fuentes consultadas, con los únicos presos que tuvieron contacto fue con los internos alojados en los pabellones evangelistas, quienes el día del traslado les ofrecieron ropa porque habían llegado con lo puesto.

Solo salen de la celda para ducharse, siempre a la misma hora, las 6.30, y para hablar por teléfono con sus familiares. El resto del día en prisión lo pasan jugando a las cartas, escuchando música en una radio y leyendo libros que sacaron de la biblioteca.

"No están obligados a levantarse temprano, pero si no lo hacen tienen que esperar al otro día para ducharse", explicaron fuentes al tanto de cómo pasan sus días los detenidos.

Según fuentes del SPB, el grupo de amigos detenido por el crimen de Villa Gesell ni siquiera tiene contacto con otros presos cuando son llevados al sector de duchas. "Los sacan a bañarse cuando el resto está engomado [término carcelario para referirse al encierro en las celdas]", graficó una fuente penitenciaria.

Tienen una hora por día para hablar con sus familiares desde el teléfono público de la cárcel, por medio del sistema de tarjetas. Son 60 minutos diarios a dividirse entre los ocho detenidos.

En la celda no tienen TV. Escuchan música con una radio y juegan a las cartas. Reciben visitas los jueves, de 18.30 a 19.30.

 

Fuente: Gabriel Di Nicola - La Nación