Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

"Siempre me ha inquietado el comportamiento animal"

Hace casi 50 años que observa la forma en que viven los animales acuáticos, los terrestres, los insectos y las aves que cruzan los cielos, que aguardan celosamente para abordar a sus presas. Hoy, el fotógrafo uruguayo especializado en fauna, Marcelo Casacuberta, apunta su cámara sorteando con técnica la escasa luz del instante, con los recursos que tenga y la mejor posición corporal que haya encontrado. Los animales no invitan ni esperan. Pero él sabe cómo encontrarlos en ese milésimo segundo en que se muestran.



Por Pilar Ferreyra

Caía la tarde y su mirada permanecía sobre la mantis que parecía rezar sobre las ramas de algún lugar del largo jardín de su casa. O esperaba la llegada de la noche para fascinarse con los vientres luminosos de las luciérnagas que alumbraban los escondites infantiles. A veces, también permanecía un rato cuerpo a tierra, espiando el infinito viaje de una comunidad de hormigas.

         Las escenas anteriores son ficción. Intentan recrear el relato de la pulsión que desde los cinco años de edad captura la atención del artista y fotógrafo especializado en fauna y conservación, Marcelo Casacuberta. Llama ardiente de una curiosidad que 49 años después sigue encendida. "De chico leía a Konrad Lorenz, el zoólogo del siglo XX, padre de la etología. Mi inquietud no era la anatomía, ni clasificar a los animales o a los bichos, o algo así.... mi inquietud era saber que estaban haciendo y para qué. El comportamiento de los animales", recuerda este artista de la imagen que a los once años empieza a capturar instantáneas con una primera cámara que le regalaran sus padres. "Aquella cámara era automática. No tenía posibilidades de cambiar de luz, ni de foco, entonces ponía papel celofán, rejas, tejidos mosquiteros, espejos, cerca o encima del objeto que fotografiaría para así, crear efectos. Había una búsqueda estética", rememora.

         Tras varios años de exploración artística amateur, a los 20 intercambia el uso libre de negativos y horas de la ampliadora del laboratorio de un semanario, por ocho a nueve jornadas de fotos profesionales por mes. Un año después, ingresa a las filas uruguayas de fotoperiodistas del diario La República. Luego a las del periódico, hoy extinto, El Día. Más tarde a las de El Observador, al área de fotografía de la revista Posdata y a la del magazine de moda, Paula. Hasta que completa una trayectoria de diecisiete años dentro de la fotografía de prensa.

          A pesar del fotoperiodismo, nunca abandona el estudio del comportamiento animal. Nunca deja de leer libros sobre animales. Ni de informarse. De hecho, hace más de quince años que escribe regularmente para la revista estadounidense de peces, Tropical Fish Hobbyist. Sin embargo, recién cuando regresa a Uruguay, tras un viaje de casi dos años por Suecia, donde era cotidiano el contacto visual con los venados, los zorros, las liebres, las ardillas, los faisanes salvajes y los jabalíes, es que logra integrar sus dos grandes pasiones: la observación acerca del modo en que viven los animales y la fotografía.

         Así, a los 34 años, con el frío nórdico en su pasado, retoma el fotoperiodismo y, empieza a grabar en paralelo cómo viven los animales del zoológico de Montevideo para el canal municipal, TV Ciudad. "Después de un año, tenía 50 horas de tomas que no había mostrado. De pájaros anidando, de una rana comiéndose un caracol, mucho filmado. Así que decidí hacer el documental sobre fauna uruguaya: "Río de pájaros pintados", relata y añade un dato: "El documental lleva ese nombre porque es lo que significa la palabra "Uruguay", en guaraní".

         Ese largometraje, que filma viajando sobre una canoa con la que él y un amigo, atraviesan diez ríos uruguayos, gana en 2009 el primer premio de su categoría en el festival de cine y video científico del Mercosur, CineCien. Y el premio Unicef en el festival Divercine de Montevideo. En 2010, otro de sus documentales, "Río Negro", obtiene el premio a la mejor producción uruguaya en el festival Divercine. En 2012, gana el mismo premio con el documental, "Fauna de Montevideo".

       Tomado por la pasión hacia la producción fotográfica y la filmación de animales dentro de sus hábitats naturales, en 2013 filma y dirige el documental, "Arácnidos del Uruguay", con el financiamiento de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII) y la American Arachnological Society. Y ese mismo año funda con Guillermo Kloetzer y Gustavo Riet, "De la raíz", una productora orientada a generar productos audiovisuales sobre naturaleza, fauna y conservación. Juntos producen decenas de largometrajes, cortos y producciones especiales. Y en 2013, también, ganan el premio Morosoli otorgado por la Fundación Lolita Rubial por el aporte cultural del programa televisivo, "Ciencia Salvaje" emitido por Televisión Nacional de Uruguay (TNU).

         En los últimos años, después de un largo periodo de concentración en la realización audiovisual, retoma la fotografía artística. "Estoy armando una exposición de fotografía nocturna que tiene como consigna trabajar con la luz que haya", sintetiza. Las imágenes que conformarán esta exposición presentan una perspectiva muy personal. Todas ellas parecen condensar el secreto de la noche. Un dejo de soledad y un llamativo pero casi invisible misterio y riesgo. Como el que seguramente debe palpitarse cerca de los animales, cuando se los espía, sin hacer ruido, con las piernas hundidas en los humedales.