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17/10/20

Semana del Torrontés: El elixir riojano

La aridez del suelo y la amplitud térmica de La Rioja se convierten en musa inspiradora para el cultivo de la uva Torrontés, permitiendo la elaboración de un vino sumamente elegante, aromático y con una textura inconfundible que -año tras año - conquista y deslumbra paladares en todo el mundo: el Torrontés Riojano.



Recorrer La Rioja es aproximarse al encuentro de maravillas naturales reconocidas en todo el mundo, es revivir una historia de encuentros de civilizaciones que dejaron huellas culturales y ancestrales en su gente, es vivenciar experiencias inolvidables en cada rincón durante todo el año. Sin embargo, el encanto de La Rioja no termina allí. 
 
Desde la Costa Riojana hasta el Valle de Famatina se extiende una alfombra de viñedos que reflejan una tradición vitivinícola tanto industrial como artesanal.  El vino Torrontés es la variedad que caracteriza a La Rioja posicionándola como una de las regiones más importantes en la elaboración de este varietal siendo distinguido y premiado internacionalmente.
 
Los departamentos dedicados a las plantaciones de cepas blancas para torrontés son: Chilecito, Cnel. Felipe Varela, Famatina, Gral. Lamadrid, Castro Barros, Sanagasta, San Blas de los Sauces y Vinchina. 
 
Los primeros cultivos de esta uva se realizaron en los alrededores de las Sierras de Famatina. Posteriormente, se implantó en el norte del país, en los Valles Calchaquíes, desde donde se difundió al resto de las regiones vitivinícolas de Argentina.
 
Pura cepa
Esta uva nació en los valles riojanos y es la única variedad autóctona de Argentina. Su origen se encuentra en el cruzamiento entre Moscatel de Alejandría y la Criolla chica. De allí la particularidad y exquisitez del varietal riojano.
 
Fue hacia el año 1600 que el español Ramírez de Velasco introdujo la cepa de origen europeo a la provincia. Lo que ingresó fue la semilla y no la vid en forma de estaca. Esta diferencia es la que originó una nueva variedad de Torrontés.  
Es una uva blanca que regala un vino fresco, aromático, con una acidez moderada y una textura suave en el paladar. Sus delicados y perfumados aromas recuerdan a la flor de azahar de los naranjos. Es una cepa fragante y afrutada.
 
A nivel vitícola se expresa como una variedad vigorosa, productiva y de maduración temprana. Su hoja es definida como adulta y plegada; su racimo grande, suelto, cónico, con bayas doradas medianas y perfumadas.
Enológicamente el Torrontés Riojano es un vino blanco, color amarillo pálido que puede llegar al tono de la miel o melado altamente perfumado.
 
Se recomienda beberlo pronto -al año o dos de elaborado- por tener un rápido envejecimiento. Las nuevas tendencias enológicas lo elaboran con mínimo contacto con los hollejos para suavizar su aroma.
 
Un circuito para disfrutar próximamente
La Ruta del Torrontés Riojano es un circuito turístico – productivo que propone revalorizar la cultura vitivinícola a través del turismo.  Plantea un recorrido que integrará a viticultores, bodegas, restaurantes y hoteles complementando el recorrido con agricultores, artesanos y agro-industrias. De esta manera la ruta del vino permitirá apreciar la grandeza de La Rioja a través de sus producciones teniendo como eje el vino Torrontés.
 
La alta difusión que tiene este vino a nivel nacional como internacional permite el ingreso de un turismo enológico permanente en la provincia colaborando con el desarrollo y progreso de las regiones. En noviembre Chilecito se viste de gala para disfrutar de la Fiesta Nacional del Torrontés Riojano donde se conjuga la alegría de un pueblo y los sabores fragantes de sus destacadas producciones.
 
El Torrontés en números
El Torrontés Riojano representa alrededor del 4 % del total de la superficie vitivinícola argentina, con unas 7.700 hectáreas registradas en 2019, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
 
Mendoza tiene la mayor superficie de esta variedad con 3.474,5 hectáreas; le siguen La Rioja con poco más de 2.000 ha; Salta con 915 ha; San Juan con 816 ha y Catamarca con casi 350 ha. Se encuentran pequeños viñedos de Torrontés en la Patagonia con 76 hectáreas en Río Negro y unas 12 hectáreas en Neuquén.
 
Características del Vino Torrontés
Maridaje: Difícil de maridar por su personalidad. Su mayor acidez le permite aplacar un plato cremoso o con mucha manteca, y su dulzura frutada suaviza el tono de las comidas picantes. Es ideal como aperitivo. Beber bien frío de 8 a 10°C.
Apariencia: Es un vino cuyo color puede variar del amarillo pálido-verdoso hasta el dorado de un campo otoñal.
 
Olfato: En nariz, su aroma es fuerte, posesivo, con fuerte aroma dulce de rosas, duraznos, toques de especias, miel y frutas exóticas. Evoca tenuemente al moscatel, pero es más elegante.
Sabor: Manifiesta en boca, una combinación de sabores que evocan duraznos, manzanilla, miel y especies. Frutado parece un vino dulce, pero al contario es un excelente vino seco.
Maduración: Conviene beberlo dentro del año de su elaboración. Desmejora con el tiempo.