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31/03/21

No saben lo que hacen

(Lucas 23: 27) 'Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por Él'. Muchos dormían su sueño rutinario, otros tantos, tenían insomnio, acusados por su conciencia, frágiles de memoria, se olvidaron pronto de todo lo que Jesús hizo y gritaron pidiendo a Barrabás y para Jesús la Cruz.



Por José Luis Cáseres 

Judas, el tesorero, enloquecido, arrepentido, camina desesperado, gritando ¿Por qué lo hice? ¿Por qué me dejé tentar por el dinero, y traicioné a mi Maestro? Atormentado por la culpa, quiso enmendar su error pero era tarde, si Judas…. Ya era tarde.
 
En casa de CAIFAS, era una noche fría, larga y oscura, Jesús, había comenzado el camino a la cruz.
 
Rodeado de soldados, unos lo golpeaban con una caña, otros se burlaban, otro le vendó los ojos, y le daban trompadas.
 
Jesús, despreciado, rechazado, no solo su cuerpo sentía el dolor de las heridas, también el dolor de ser humillado, burlado, herido, cada segundo era una agonía, que lo arrastraba a la cruz. 
 
El  día siguiente, la Justicia de los hombres, los que siempre se arrogó el lugar de DIOS, la justicia religiosa, la justicia política, lo encontró culpable, y lo condenó a morir, la muerte más vergonzosa y humillante, la muerte de cruz.
 
Jesús en silencio, como un cordero manso fue llevado al matadero, escupido, escarnecido, burlado, como rey, fue coronado de espinas.
 
Esa mañana, el cielo estuvo gris, no hubo cantos de aves, ni risas de niños, no hubo música, el sol no quiso brillar, el universo guardó silencio.
 
DIOS PADRE, mirando a su Hijo amado, dejó escapar sus lágrimas, al ver tanto amor, soportando el dolor, perdonando en silencio, arrastrando la cruz, derramando su vida, abrazando al mundo.
 
Jesús, Jesús, pensando en vos, si en vos, tu nombre estuvo grabado en su mano, desde antes que el mundo fuese, por amor tomo´ tu lugar, mi lugar, pagando el precio de nuestras culpas.
 
Allí va Jesús, caminando lento, su respiración agitada, sus heridas sangrantes, su rostro, sufrido, allí está la viuda de Nain, con su hijo resucitado, llorando y gritando porque?
 
La hija de Jairo suplica: ¡piedad por Jesús! Bartimeo, ruega: ¡ya no más azotes! el sanado en Betesda intenta limpiar su rostro, mezclado de sangre y tierra, muchos llorando, todos le siguen camino al calvario.
 
JESUS arrastra la pesada cruz, cargando mis culpas, todos mis pecados, todo mi pasado, todos mis fracasos, y los tuyos también.
 
JESUS…al oír los gritos y ver las lágrimas, se detiene, y su mirada abraza, las vidas sufrientes, con un  débil murmullo, les dice “NO LLOREN POR MI”
 
Alli esta clavado, de pies y manos, su vida se apaga, su cuerpo casi sin sangre, pero su amor sigue intacto, un grito de su alma, estremece la tierra, retumba en los aires, “PADRE perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
 
Todavía hay millones que viven “SIN SABER LO QUE HACEN”, han hecho de PASCUA, un ritual sin vida, un recuerdo que pasa, una brisa religiosa, que pronto se desvanece, ¡se les va la vida!  Celebrando a un Cristo muerto, Sin saber que la esencia de PASCUA,  es la libertad de los oprimidos, es la sanidad de los enfermos, es la vida de los que mueren, es el perdón, es reconciliación con DIOS PADRE. TODO FUE POR AMOR.
 
Cada herida, cada llaga, es la fuente de tu sanidad y tu libertad, cada gota vertida de su sangre santa, de su vida pura, fueron, son y serán, como océanos de amor y perdón donde la humanidad puede lavar sus maldades y encontrar salvación.
 
Hoy es un día especial para descubrir la verdadera esencia de Pascua, para dejar que nuestro corazón se llene de ese amor, para recibir perdón y salvación eterna.
 
Amigo, sea el fruto de tanto dolor, sufrimiento y amor derramado en esa cruz.
 
En esta Pascua, abrace a Jesús, invítelo a vivir en usted, es el mejor lugar donde JESUS quiere vivir, en usted, en mi en todos, FELICES PASCUAS.