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01/06/22

El Camino del Inca a 8 años de su declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad

Cuando se habla de la historia en nuestra provincia inmediatamente nos remontamos a la época de nuestros caudillos, luchadores incansables que levantaban las banderas del federalismo o viajando un poco más atrás en el tiempo, cuando Juan Ramírez de Velasco, un 20 de mayo, fundaba La Rioja.



Pero la realidad es que, nuestra rica historia, en el salto del tiempo antes de los conquistadores, tiene matices pintorescos e interesantes. Uno de ellos y muy importante para todos los riojanos y las comunidades de Chilecito, Famatina y Vinchina en el Camino del Inca o Qhapaq Ñan que recorre en parte nuestras Sierras del Famatina, haciéndolas aún más maravillosas.

Muchos historiadores e historiadoras, investigadores y docentes trabajaron, unos en el campo de la arqueología y otros registrando y documentando cada hallazgo para dotar de todos los fundamentos científicos para resguardar este patrimonio de la humanidad.

Un gran número de especialistas fueron los encargados de relevar las distintas cualidades de la región por donde atraviesa esta magnífica obra realizada por los Incas, donde se tuvo en cuenta su relieve, la hidrografía, el clima, su flora y su fauna.

Fruto del trabajo de investigación, por más de una década, de tantos profesionales es que el Qhapaq Ñan o Camino del Inca fuera declarado por la UNESCO, “Patrimonio de la Humanidad” en junio del 2014.

Para la postulación internacional del Camino del Inca se unieron en un trabajo de cooperación regional los países de Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Argentina, empezando con el proceso de nominación en el año 2001, sumándose a la iniciativa de inscribir al Camino del Inca en la UNESCO por parte de Perú.

El Camino del Inca en territorio argentino

En esta región los Incas construyeron cerca de 3.000 kilómetros de camino, en la actualidad se conservan aproximadamente 119 kilómetros, atraviesa las provincias de Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Tucumán, San Juan y Mendoza.

En La Rioja el punto de más interés es en la zona de Los Corrales-Las Pircas, este camino transversal une los valles de Famatina y de Bermejo y cuenta con una gran importancia cultural e histórica a lo largo de 41,5 kilómetros. El recorrido tiene una diversidad de paisajes y de características del camino, que varían según la altimetría de terreno que van de los 2.100 m.s.n.m ascendiendo a más de 4.800 metros, en la cuesta del Tocino, luego para descender a los 2.500.

Existen tres aspectos muy interesantes y de gran relevancia en la zona: un tramo del camino bien definido, en perfecto estado y visible, sitios asociados representados por los Tambos de Chilitanca y Pampa Real y, por último, no menos importantes, los santuarios de alturas constituidos por los cerros General Belgrano y Negro Overo.

La Pampa de Chilitanca o del Ajencal, como muchos lugareños la nombran, cuenta con un tramo del camino que es único, y que sobresale por su ancho que va de los tres, cinco y seis metros cada uno, del tipo despejado y amojonado.

Los Incas

Historiadores e historiadoras de nuestra región, fijan como fecha de la llegada de los Incas al Noroeste argentino para el 1480 aproximadamente, doce años antes de la llegada de Cristóbal Colón a América. Los motivos que empujaban a estas naciones a conquistar otros pueblos, fueron básicamente el de la explotación económica con un especial interés en el trabajo “explotación y extracción de metales útiles y preciosos”. El segundo motivo fueron las incursiones para apropiarse de nuevos territorios.

Los topónimos de lugares y pueblos

El paso de los Incas por esta región, dejó muy marcados los topónimos de muchos pueblos en su lengua, el quechua, para nosotros tan familiar como el “gasta”: Nonogasta, Sañogasta, Vichigasta, Malligasta, Machigasta, Aimogasta, Sanagasta.

Legado arqueológico

Además de su campaña de conquista, los Incas fueron una nación de grandes alfareros con la elaboración de cerámicas llamadas aríbalo o urpu, hachas posiblemente utilizadas en la guerra. También, una marcada huella arqueológica en toda la zona son la construcción de instalaciones de almacenaje llamadas tambos para el acopio de granos, instalaciones de dominio en regiones estratégicas, guarniciones fronterizas denominadas pucarás, santuarios de culto al sol “Inti”.

El Camino del Inca que atraviesa uno de los tramos más pintorescos de las Sierras del Famatina, a lo largo de 41 kilómetros, es el testimonio tangible de la integración multicultural de nuestra historia.

Como argentinos, mayormente como riojanos debemos sentirnos protectores de este patrimonio, debemos ser capaces de generar acciones que ayuden a potenciar el desarrollo cultural turístico de toda la región, considerando y mitigando amenazas cómo el turismo desregulado, el vandalismo y el tráfico ilícito de piezas arqueológicas con el objetivo de preservar este lugar. Las sumas de todas las voluntades tendrán como propósito crear, fortalecer y desarrollar una identidad alrededor del Qhapaq Ñan.