Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

21/06/22

El Camino del Inca cumple 8 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad

El 21 de junio de 2014, la UNESCO designó al Camino del Inca como Patrimonio de la Humanidad y Famatina de hace tiempo se ve favorecida por su camino doble, y santuarios de alturas. Hoy se conmemoran los 8 años de su declaratoria..



Los caminos son magníficas obras de ingeniería que recorren millones de kilómetros, atravesando valles, montañas, ríos; los hay grandes, pequeños, dobles entre otros. Todos se asemejan en conectar pueblos y lugares, transmiten cultura, productos entre otras cosas; cuando hablamos de caminos ancestrales nos referimos a patrimonio, a paisaje, a legado.

Durante los siglos XV y principios del XVI, los Incas extendieron sus fronteras y dominación sociopolítica sobre los reinos y etnias del altiplano, la sierra, los valles y la costa pacífica, ampliando sus límites desde el Cuzco a lo largo de la Cordillera de los Andes, cubriendo una superficie de 23.000 kilómetros. Se estima que en el momento de máxima expansión había una población de doce millones de personas, todos bajo un estricto sistema de tributos y burocracia creado por los Incas, imponiendo la lengua quechua en todo el ámbito de su dominio, conformando uno de los estados más extensos y poblados de la américa pre-hispana (Stehberg, 1995).

El espacio geográfico ocupado por los Incas se desarrolló a lo largo de la cordillera andina en el continente Sudamericano, desde unos cientos de kilómetros al norte de la capital ecuatoriana, hasta el rio Maipo en la cuenca de Santiago de Chile y el valle de Uspallata, al norte de la provincia de Mendoza en Argentina (Vitry, 2001). El camino cubría una longitud aproximada de 6.000 kilómetros de norte a sur, en sentido este-oeste (Raffino & Stehberg, 1997).

Es en esta expansión que los incas llegan a la Argentina ocupando el área que comprende la sección del territorio limitada por Bolivia al Norte y Chile al Oeste, conformado por las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Tucumán, San Juan y Mendoza.

El Qhapaq-Ñan es un legado latente, es identidad, es patrimonio vivo que refleja una cosmovisión única en el mundo, basada en los principios de reciprocidad, redistribución y dualidad, y que le sigue otorgando aún hoy sentido de identidad y pertenencia a las comunidades locales, Ministerio de Justicia (2014).

El Inca alberga entre otras cosas, la materialización de sus deidades en las montañas, según Vitry, por tal motivo y desde siempre le rindieron tributo, brindándoles ofrendas y plegarias. Cuando el imperio Incaico empezó a florecer y extender sus fronteras, allá por el siglo XV de nuestra era, tomaron como propio este culto y construyeron en las elevadas cimas pequeños edificios o recintos destinados a la religión y que hoy se los conoce bajo el nombre de santuarios de altura (2001).

En toda la extensión del Tahuantinsuyu, desde el Ecuador hasta Santiago de Chile y Mendoza en Argentina, los Incas plasmaron en el paisaje un código de comunicación 2 constituido por numerosos santuarios, lugares u objetos que conformaron las unidades básicas de la organización social y espacial-territorial2 (Vitry, 2001).

Debido a todo este legado cultural es que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declara en junio del 2014 al Camino del Inca o Qhapaq-Ñan Patrimonio Mundial de la Humanidad, en Doha Qatar.

Su inclusión en la lista tuvo como propósito catalogarlo, preservarlo y darlo a conocer como sitio de importancia cultural y nacional para la herencia común de la humanidad (Unesco, www.unesco.org/santiago).

Valorar, preservar, custodiar son palabras que revelan el amor por la identidad, apreciar lo heredado y transmitirlo al visitante, no es una tarea sencilla. La salvaguarda del patrimonio nos corresponde a todos, necesitamos saber quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos; conocer nuestro pasado y mantenerlo vivo (Brunelli, 2019). El Departamento Famatina posee desde 2014 un Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO como testimonio único y excepcional de la civilización inca. Hoy a 8 años de su declaratoria está más vivo que nunca, La Cámara de Turismo de Famatina junto a su comunidad celebran ser actores de su custodia.