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La misma estrategia, distintas propuestas

Ante varios cientos de dirigentes capitalinos -se convocó a dos sectores de la ciudad Capital-, lo que anticipa nuevos encuentros que se replicarán en el interior, el oficialismo riojano avanza con la campaña electoral. Los entusiastas militantes intentaron congraciarse con el líder a fuerza de vítores y aplausos, pero Quintela les reclamó mayor compromiso para recuperar los 30 mil votos de diferencia que supo tener el justicialismo en Capital.



La misma estrategia usa la oposición, Felipe Alvarez estuvo reunido con referentes capitalinos a los que arengó para superar la derrota de mayo, mientras que Guillermo Galván recorre el interior provincial sumando voluntades opositoras.

Una misma estrategia de campaña, diferentes propuestas.  Ricardo Quintela, conductor del justicialismo lo explicitó: “Son dos modelos de país”, tal como se viene explicando desde esta misma columna. El modelo del mercado que pretende pagar al FMI, “con ajuste, reducción de salarios, gente en la calle, privatización de empresas, reducción de empleados públicos, orden con represión. Nosotros la antítesis; queremos orden, con inclusión, con la gente adentro, con renta social. El mercado no construye escuelas ni hospitales, no construye rutas ni da energía rural porque no trabajan a pérdida, su objetivo es la renta financiera para ganar".

Y es en definitiva la misma lectura y mensaje que se hace en todo el territorio nacional, y que será la bandera que deberán enarbolar los gobernadores justicialistas que asumieron tal compromiso después de la reunión que se concretó en la sala de situación del Consejo Federal de Inversiones el último miércoles con los precandidatos Massa y Rossi, logrando que el jefe de campaña oficial sea Wado De Pedro, el principal actor que supo auscultar el sentir federal y que ahora tendrá la misión de hilvanar la campaña de los principales precandidatos de Unión por la Patria.

Una historia anecdótica

Dos modelos de país que se vienen debatiendo desde hace dos siglos. Hoy, 9 de Julio, fecha emotiva para los sentimientos patrióticos de los argentinos que remite a la Casita de Tucumán, las carretas, diligencias, elegancia en la vestimenta de seda y puntillas que contrasta con las mayorías: criollos relegados a la pobreza del gaucho, mestizos, aborígenes, negros, mulatos. La escuela tiene una gran deuda con la historia porque se queda en lo anecdótico y descarta las asimetrías sociales de la época. Tampoco los cambios políticos. Cuando en 1816, los congresales llegaron a Tucumán estaba consolidada la idea de instalar un gobierno republicano y federal, justo cuando en Europa se restablecían las monarquías. No faltaron representantes que la pusieron en discusión, afortunadamente la mayoría la rechazó, pero antes Belgrano intentó mediar y desató la polémica al proponer una monarquía con descendientes de pueblos originarios. Vale una anécdota que relata el historiador José María Rosa (Tomo III, “La Independencia -1812/1826-”, Buenos Aires, Editorial Oriente S. A., 1992, pág. 168- 1719) y que revela que nada nuevo hay bajo el Sol. Entonces también había medios de comunicación críticos que según Rosa se preguntaban “¿Quién sería el descendiente del Inca que se proponía para rey de América del Sur?” … En las burlas de los periodistas de Buenos Aires, se dijo que al “rey patas sucias habría que buscarlo en alguna pulpería o taberna del altiplano” en alusión a los descendientes incas que Belgrano había mencionado como candidatos. Sin duda que el racismo, la xenofobia, los prejuicios tienen raíces profundas, combatirlos es un objetivo cotidiano e irrenunciable.

La discriminación está entre los dos modelos de país en debate hoy, como desde hace dos siglos. La consigna planteada por Unión por la Patria es “derecha o derechos” por eso han diseñado una campaña electoral con profunda carga ideológica. La independencia lograda en 1816 no es suficiente, ha tenido avances y retrocesos, hay que conquistarla día a día, porque aquella fue una independencia “de los reyes de España y de toda otra dominación extranjera” que en estos nuevos tiempos tienen otros nombres: FMI, América del Norte, Unión Europea; neoliberalismo, capitales financieros especulativos.

El candidato oficialista, Sergio Massa dijo claramente que el Fondo Monetario Internacional se opuso al gasoducto Néstor Kirchner que será inaugurado hoy, a las 15. Es cierto que Massa está en modo electoral y muchos sectores descreen de su enfrentamiento con el FMI y el establishment, pero ha dicho una gran verdad: el poder económico condiciona a los gobiernos, especialmente los populares. Se sabe que el FMI tampoco estaba de acuerdo con la nueva ley de jubilaciones sin aportes, que pide más devaluación del peso, más ajuste y que suspendió las negociaciones para modificar el plan de pagos de la sideral deuda que contrajo el gobierno anterior.

Por eso, son tantas las independencias por conquistar todavía que el ex secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, aseguró que el gasoducto marcará el inicio de la independencia energética y el desarrollo del país.

Otro que habló claro fue el presidente de Brasil, Lula da Silva, en Puerto Iguazú, Misiones; antes de ingresar a la cumbre de presidentes del Mercosur, al señalar que no aceptarán "imposiciones" de la Unión Europea; acusó a los países ricos de no cumplir con ninguno de los acuerdos ambientales mundiales y pretende exigirle a Latinoamérica que los cumpla a cambio de firmar el Acuerdo de Libre Comercio.

Dos modelos, dos sectores políticos

Está claro que la discusión electoral será por dos modelos de país, dos modelos económicos y sociales representados por las fuerzas políticas mayoritarias en el caso de Argentina pero que se replican en gran parte del mundo.

Un modelo representado por Cambiemos/PRO/Juntos por el Cambio más La Libertad Avanza y otras fuerzas de derecha, con sus candidatos a la presidencia Horacio Rodríguez Larreta por un lado y Patricia Bullrich, por otro con la lista de precandidatos a senadores y diputados riojanos. Quienes están con Larreta, Julio Martínez, Inés Brizuela y Doria, Felipe Álvarez y Paulina Carmona. Por el lado de Bullrich, con los riojanos Guillermo Galván, Luciana de León y otros. A ellos se suma LLA con Milei a la presidencia: Martín Menem, Pagotto y otros a diputados y senadores. Estos sectores políticos coinciden plenamente con un modelo económico neoliberal, con libertad de mercado, reducción del Estado, menos gasto social, menos obra pública y menos derechos sociales para afrontar la deuda con el FMI.

El otro modelo, justicialista/peronista/Unión por la Patria defiende una economía de justicia social e independencia económica con especial contención a la población vulnerable, sostén económico a las empresas, especialmente Pymes y emprendedores; control al dólar; más educación, más salud, transporte y servicios a subsidiar para garantizar que lleguen a toda la población. Este modelo está representado por las fórmulas presidenciales de Sergio Massa y Agustín Rossi por un lado y Juan Grabois y Paula Abal Medina por otro y una sola lista a cargos legislativos con los riojanos Florencia López, Rejal, Sergio Casas, Beba Soria entre otros.

¿Contradicciones en el electorado?

Dos modelos de país, entre los que el electorado conformado por unos 35.200.000 de ciudadanos inscriptos en el padrón electoral decidirá, primero en las PASO del 13 de agosto y luego en las generales de octubre. En 40 años de democracia sin interrupciones, los ganadores estuvieron repartidos entre peronistas y radicales, con etapas de un peronismo o un radicalismo afín al libre mercado y en otras más progresistas o aliados al progresismo hasta que en 2015 irrumpió Macri dando lugar a un movimiento promercado y más de derecha que se instaló en la sociedad.

Hasta ahí parece todo muy claro en lo que propone uno y otro sector político por lo que pareciera que será muy fácil para el electorado decidirse por uno otro modelo. Sin embargo, sorprenden los resultados en las encuestas que, aún cuestionadas, marcan una tendencia que también se observa en el trato cotidiano con vecinos, amigos o conocidos.

Hace pocos días se conoció la de Analogías, y otras como la Zuban-Córdoba lo ratifican: el electorado está totalmente en desacuerdo con las medidas que anuncian Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza; se inclina más por las medidas que propone Unión por la Patria; pero al momento de consultárseles por quién votará se impone Juntos por el Cambio. Menos se atreven a apoyar las drásticas propuestas de Milei, pero arrastra votos a favor. ¿Hay contradicciones en el electorado? ¿Qué opinan en verdad? ¿Responden así por la carga emocional de una situación económica que asfixia? Los candidatos y las agrupaciones políticas en campaña tendrán la tarea de interpretar al electorado.