Poco más de 20 millones de personas recibirán por estos días recursos para paliar la grave situación económica que vive el país producto de la devaluación del peso y la suba de precios. Algunas de las medidas del ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa han sido reclamadas por la oposición y los trabajadores como eliminación del impuesto a las Ganancias y baja del IVA. El objetivo de Unión por la Patria es mostrar que, con la continuidad de este gobierno, hay un futuro posible sin ajuste. ¿Lo conseguirá?.

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La respuesta es complicada porque las elecciones del mes próximo para presidente de la Nación siguen repartidas en tercios, favoreciendo al libertario según las encuestas y la calle. El fenómeno Milei, aún en desacuerdo, tiene apoyo porque quienes lo votan piden un cambio drástico, un hacer todo de nuevo, un cambio real e inmediato, frustrados por los efectos de los dos últimos gobiernos que dejaron una deuda con el FMI imposible de pagar y una inflación imposible de dominar.

El efecto eleccionario en favor de la continuidad del gobierno con Massa en la presidencia sigue en duda, es que las medidas que aplicó van a llegar otra vez, al sector formal de la economía, al que depende del Estado o que está trabajando en blanco en el sector privado. Al resto, prácticamente un tercio -justo los votos que ahora exhibe Milei-, no le llegan o no les interesa recibirlos. Son trabajadores o familias que viven de trabajos eventuales o tienen que cobrar en negro porque sus patrones también lo están o evaden parte de sus ingresos.

Hay otro número importante de jóvenes, muchos profesionales o técnicos que trabajan por su cuenta, que evaden, que están por fuera del sistema, que viven bien, que no les interesa si el Estado les da algo o no. No aceptan la solidaridad o la distribución de la riqueza como sistema económico para dar respuesta a los sectores más vulnerables. Interpretar esto último será clave para diseñar medidas que atrapen a este sector, el más duro y leal a la propuesta libertaria.

La irrupción de Milei en la política cambió en parte la grieta anterior que proponía distribución de la riqueza contra un ajuste al gasto social, pero con presencia del Estado. Ahora no. Ahora la disputa es por un sistema económico solidario con Estado presente contra un sistema individualista en el que el Estado debe desaparecer para que prevalezca el mercado.

Una mala y una buena

Los datos de inflación golpearon el sistema económico del país e impactaron en el bolsillo de todos. A los temidos dos dígitos se llegaron este mes y no se prevén bajas para el próximo por lo que los economistas denominan “efecto inercia”, es decir volver a subir precios para recuperar lo que supuestamente perdió el empresario/comerciante/productor y no tuvo en cuenta en la suba del mes anterior. La oposición por su parte culpa a la emisión monetaria del gobierno para sostener todas las medidas de contención financiera que distribuyó entre trabajadores, jubilados, empresas, Pymes y emprendedores.

La buena la anunció el ministro Sergio Massa apenas arribó a esta ciudad en la noche del miércoles 13 cuando aseguró que el proyecto de Presupuesto nacional incluye los fondos compensatorios para La Rioja. "Hemos aumentado el 100% lo que era el extra coparticipable de La Rioja para el año que viene” insistió al día siguiente. La inclusión en el proyecto es un gran paso y queda para cuando se discuta en el Congreso que los legisladores riojanos se aseguren que será aprobado. No será fácil, para entonces podrá haber nuevos representantes, aunque la distribución de fuerzas políticas no cambiaría totalmente. Así, agregó el candidato de Unión por la Patria, el gobierno provincial –a través de sus representantes- no tendrán que ir a pelear a Buenos Aires por esos recursos.

La visita de Massa se prolongó hasta el día siguiente, casi hasta horas de la siesta participando de reuniones con diversos sectores políticos y económicos más un acto en el que se entregaron 500 casas donde se firmó un acuerdo para la “ampliación de la cantidad de viviendas que se van a construir”.

La gira del ministro de Economía y candidato presidencial por tierra riojana impactó en los medios porteños y entre los analistas políticos nacionales. Está claro que más allá del coeficiente electoral de la provincia, el impacto político de sus declaraciones en compañía del gobernador Ricardo Quintela, origina profusas producciones periodísticas y de análisis político, a la vez que desnuda las asimetrías territoriales nacional en las políticas públicas de siglos, pero, lamentablemente, miradas desde un cristal centralista.

Massa jugó fuerte

Las medidas económicas que tomó el candidato a presidente Sergio Massa en su rol de ministro son una fuerte jugada, tanto porque desoyó las recomendaciones del FMI como por las consecuencias que tendrá para la economía y los precios. Subió el piso de Ganancias al máximo, según se dijo con anuencia de gobernadores cuyas provincias verán disminuidos sus ingresos coparticipables. El único que se quejó fue el cordobés Schiaretti también candidato a presidente. La devolución del IVA para productos de la canasta básica beneficia hasta ahora solo al sector formal, el que tiene tarjeta de débito mientras que los más vulnerables o que están muy endeudados con las tarjetas de crédito no podrán hacerse de los 18 mil pesos que les devolverán por mes porque sus tarjetas de débito están a cero. Se suman bonos para jubilados, suma fija para trabajadores, incluso del sector privado que, si bien un sector empresario protestó, al final se estaría abonando en dos partes. No solo los trabajadores fueron alcanzados por las medidas también el sector empresario con prefinanciación de exportaciones, beneficios a Pyme, retenciones cero en economías regionales más créditos y diferimientos impositivos para monotributistas, entre otra veintena de medidas. Todas contrarias a las recomendadas por el FMI que pidió ajuste fiscal para bajar la inflación y estabilizar la economía.

Quien poco y nada recibió fue la Economía Solidaria salvo la creación del monotributo productivo. Las cooperativas de trabajo generan miles de puestos de trabajo dignos a lo largo de todo el país, fomentando economías locales y sectores a los que la economía tradicional no les da suficiente espacio. Es materia pendiente en la agenda política de todos los candidatos, y es, en definitiva el principal olvido en el desarrollo de las gestiones públicas: tal vez, por su concepción y valoración sea difícil entender el sistema, y sea de mayor facilidad y utilidad política engrosar las filas de organizaciones cuyos dirigentes movilizan para un lado u otro de acuerdo a sus cercanías.

Massa hizo promesas para el año próximo para otros sectores de la economía popular. Fue en el acto que se realizó por la tarde, en el estadio Malvinas de un barrio de CABA adonde llegó desde La Rioja, el mismo jueves 14. Les agradeció la enorme movilización y el deseo que expresaban para que “el 10 de diciembre empecemos un nuevo gobierno en la Argentina para seguir el trabajo de incorporación de los sectores populares a la economía formal”.

Impacto de las medidas

Aunque las medidas anunciadas, -algunas se pondrán en marcha este lunes-, tendrán efecto negativo en el déficit fiscal, en la recaudación de impuestos y hasta en la inflación producto de un sistema especulativo donde a los grandes formadores de precios se suman intermediarios y comercios de barrio que aumentan los precios muy por arriba del dólar y la inflación.  La venta de ganado en pie para faenar, por ejemplo, bajó, pero no se reflejó en las carnicerías. Los precios están tan distorsionados que no reflejan la ecuación costo-ganancia.

El párrafo anterior refleja un análisis frío y técnico de las medidas, sobre todo el costo económico, pero no se puede desconocer el efecto de contención para familias y sectores más vulnerables sobre los cuáles indirectamente recae una mayor actividad económica de quienes reciben los beneficios. Urgen medidas para estabilizar la economía, pero no las que recomienda el FMI y la oposición que ajustarían aún más la debilitada economía familiar. Las medidas del gobierno nacional son un paliativo, una manera de amortiguar el golpe inflacionario, pero muestran un lado humano, sensible, de cuidado y de acompañamiento ante la crisis económica.

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