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Implosión

No hubo estallido social tampoco hiperinflación con dólar por las nubes; sí implosión tras las elecciones generales del domingo 22. El pueblo, con su voto puso límite a los dos primeros fenómenos y provocó una implosión..



Lo que no logró ni la dirigencia política, ni los partidos ni el mercado lo decidió el electorado cuando, contra los pronósticos, rompió los tercios y otorgó un primer lugar al oficialismo que, contra lo que se decía, calmó los mercados y detuvo el estallido, aunque postergó la elección presidencial para el balotaje de noviembre.
 
Juntos por el Cambio estimulaba un estallido social y La Libertad Avanza especulaba con la suba del dólar para provocar una hiperinflación que facilitara la dolarización. Sin contar los anuncios de ajuste, quita de derechos, privatizaciones y redefinición de políticas sociales para sectores vulnerables más otras que causaron temor y angustia. En ese marco de inestabilidad, la economía se paralizó en la previa y hasta se vieron comercios cerrados.
 
Los resultados fueron contundentes, Unión por la Patria remontó la derrota, dejó atrás a Milei con el mismo porcentaje de votos de las PASO y relegó a Bullrich a un tercer lugar. Al día siguiente, contra lo esperado, los comercios reabrieron las puertas, el dólar se calmó y hasta algunos especuladores fueron presos. Es cierto que es una calma chicha, quieta por ahora. Agazapados siguen ahí, expectantes, los precios o algún sector económico dispuesto a hacer una diferencia mayor, en estos días con el combustible.
 
Los análisis de los resultados fueron de un extremo a otro, estuvieron quienes hablaron de responsabilidad y madurez democrática del pueblo que puso límite a las propuestas autoritarias, antiderechos, misóginas y de ajuste; otros consideraron que no hubo un análisis racional del electorado porque optó por la continuidad de un gobierno cuya macro y microeconomía se mueve en un marco inflacionario inaceptable y votó continuidad de ese modelo; sin embargo otras miradas hablan de que es cierto que la inflación es asfixiante y que las cifras de pobreza e indigencia son altas pero existe un marco de contención social y económica que evita que esa situación se manifieste a través de una miseria extrema, abandono o hambre; quienes comparten con más optimismo esta última mirada hasta sostienen que la parte del electorado que tiene cubierta sus necesidades básicas también está enojada porque pretende consumir más y mejor y el proceso inflacionario no se lo permite. Ahí es donde la dolarización encuentra plena adhesión.
 
Milei, Bullrich, Macri
 
No se habían acallado aún las repercusiones que desataron los resultados del domingo cuando todo implosionó y lo sorpresivo fue que, precisamente Juntos por el Cambio que había basado su campaña en exterminar al kirchnerismo terminó implosionado. El estallido hacia adentro fue tan fuerte que casi termina con la alianza que comenzó como Cambiemos cuando el PRO (Propuesta Republicana) partido creado por Mauricio Macri se alió con la centenaria UCR (Unión Cívica Radical) y la Coalición Cívica de Carrió.
 
Fue Patricia Bullrich, la excandidata a la presidencia de JxC que hizo campaña para terminar con los k, en otras palabras, el peronismo, la que no solo no lo logró, sino que, como efecto bumerang, el deseo se volvió hacia su propia fuerza política.
 
Todo comenzó el mismo domingo de la elección, aunque se hizo público el martes 24, a través del diario La Política Online. Entonces, el expresidente Macri cuando ya se sabía del balotaje le ofreció a Milei aliarse con JxC para derrotar a Massa. El pacto incluía apoyo financiero a la campaña a cambio de cargos en el gabinete. Lógicamente, no hay pruebas al respecto, pero si fue muy llamativo que tanto Milei como Bullrich demoraron en salir a reconocer la derrota y cuando lo hicieron ambos coincidieron en el mensaje: hay que exterminar al kirchnerismo, objetivo que también habría exigido Macri. Lo de exterminarlo no fue el discurso de Milei en campaña.
 
En las últimas horas del martes 24 y en las primeras del miércoles 25, se realizó una reunión entre Milei, Macri y Bullrich que culminó en la madrugada con el acuerdo electoral. Menguado por cierto porque la pata radical de JxC se negó. Aun así Bullrich salió a media mañana a anunciar el apoyo para el libertario con detalle de las medidas para el futuro gobierno que están a años luz de lo que propone La Libertad Avanza. Luego Milei desmintió el acuerdo financiero a cambio de cargos, un periodista de TN fue más lejos y dicen que Macri le pidió YPF. Mas que evidente el acuerdo de quien venía a combatir la casta con la casta.
 
A mediodía del miércoles 25, terminó de implosionar quienes venían a hacer desaparecer al peronismo. La UCR radical en plenario nacional rechazó apoyar a Milei. De ahí en más, Juntos por el Cambio comenzó a desintegrarse. El final lo marcó, dos días después, el propio Mauricio Macri cuando explicó que se alió a Milei porque los radicales habían anticipado que iban a aliarse a Massa contra Milei. Fue más allá, y señaló que el verdadero cambio está con el libertario y uso una trágica metáfora para exponerlo: es como chocar con un auto a cien, te matas o eliges la chance de tirarte por si sobrevives. En síntesis, para Macri es mejor arriesgarse con Milei, “estallar” y empezar de nuevo que intentar superar la crisis mediante el diálogo democrático.
 
La crisis en JxC riojano
 
La crisis en Juntos por el Cambio estalló en la dirigencia riojana justo cuando aún no terminaban de asimilar la dura derrota del domingo. Algunos reaccionaron rápidamente como la intendenta Brizuela y Doria que casi sin consultar al partido estuvo a primera hora, el miércoles 25, en Buenos Aires, en la reunión del Comité Nacional de la UCR que rechazó la alianza Bullrich-Milei y se declaró neutral para el balotaje. 
 
Para Inés, Julio Martínez y otros dirigentes riojanos, la decisión fue fácil porque fueron parte de la lista encabezada por Larreta y Morales que perdió en las PASO y siempre se mostraron distantes del liderazgo de Macri en JxC.
 
Otro que reaccionó rápidamente fue el diputado provincial de Juntos por el Cambio, afiliado a la UCR, Gustavo Galván quien por redes comunicó que el bloque que comparte con Jaime Klor dejaría de responder a JxC. 
 
Más lejos fue Raúl Galván, ex diputado nacional y ex funcionario de Alfonsín, quien en un extenso Punto de Vista publicado por Medios El Independiente aseguró que la alianza quedó extinguida tras perder las elecciones porque así se estableció cuando se conformó con su firma incluida como convencional partidario. Tras criticar a Milei cuestionó al gobierno peronista por hacerle juicio político a la Corte, apoyar dictaduras, adherir a China y Rusia, tomar el poder como botín y a los derechos como farsa, entre otras acusaciones.
 
Tomaron distancia de estas posiciones, el viceintendente, Guillermo Galván, excandidato en la lista de Patricia Bullrich para las PASO. Tras varios requerimientos periodísticos aseguró que consultaría a su sector este jueves 26, no se concretó el plenario que quedó postergado para los próximos días. No obstante, dio a entender que el acuerdo con Milei -a quien cuestionó duramente en campaña- no era co-gobierno sino acuerdos parlamentarios donde como oposición le podían poner límites y viró su postura sobre el libertario al sostener que para el electorado representaba una oportunidad de cambio frente al kirchnerismo. 
 
El exconcejal Pedone de Chilecito, también fue muy crítico de la alianza con Milei y propuso una vuelta al radicalismo, pero mucho más lejos fueron Miguel Medina y Martín Moya entre otros radicales que se mantuvieron siempre por fuera de JxC y hasta participaron con agrupaciones propias en las elecciones. Se autoconvocaron para recuperar principios alfonsinistas y propiciar la unión de sectores políticos, sociales y militantes riojanos que se estructuren como “alternancia de poder” en la provincia.
 
Al final llamaron a acompañar en el balotaje al candidato que “responda a nuestros postulados democráticos que son los de Raúl Alfonsín, quien indicó claramente los límites ideológicos con la derecha”. Acaso, sin decirlo fue un guiño para Massa, si se tiene en cuenta que Alfonsín dijo en el 2007 que los límites para la UCR debían ser la derecha y “la derecha es Macri, por ejemplo. No podemos traicionar nuestros principios”.
Y así, en poco menos de tres días, Patricia Bullrich que venía a hacer desaparecer a los k, terminó haciendo desaparecer a su agrupación política y se alió a Milei con el mismo objetivo. Es hora que la discusión electoral sea de ideas, propuestas y proyectos y no en exterminar al otro.
 
Expectativa en el oficialismo
 
Con la esperanza de conseguir la victoria en el balotaje, el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa pronunció unas pocas palabras sobre la fractura de Juntos por el Cambio y durante la semana evitó definiciones políticas electorales. En cambio, se mostró muy activo en reuniones con diferentes sectores de la economía y la sociedad. La más trascendente fue con gobernadores peronistas; los electos, los reelectos y los aliados. Massa retomó su propuesta de unidad nacional y el gobernador Ricardo Quintela que asistió al encuentro en el CFI explicó que unidad nacional significa también entablar “lazos de trabajos entre todas las provincias para potenciar las diferentes regiones que hacen grande nuestro país”.
 
En la reunión, agregó el gobernador, se trató un nuevo pacto fiscal, la simplificación de impuestos y un plan integral de obras. El segundo de los temas fue abordado explícitamente por Massa al advertir que “cuando un comerciante tiene que liquidar 150 impuestos distintos lo estamos condenando a una maraña burocrática". Este reconocimiento de Massa sobre un tema de crítica constante de economistas y empresarios es una oportunidad para que se aborden esas y otras tantas medidas que van en detrimento de la convivencia democrática y la calidad de vida de la sociedad. La dirigencia peronista y Massa como líder deberán honrar la confianza que les otorgó este domingo 22 el pueblo y con mayor razón si se ratifica en el balotaje.