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No dudes de la democracia

Hoy se juega el futuro del país, entendido como posibilidad de que Unión por la Patria o La Libertad Avanza lleven adelante una gestión que mejore la situación económica de los argentinos. Es disputa por el poder político, pero que, uno de los candidatos, Javier Milei quiera imponerse poniendo en riesgo la democracia es inaceptable.



Esta semana, su apoderada concretó una denuncia de fraude que vienen alimentando en las redes sociales hace tiempo. Al día siguiente, cuando la Justicia Electoral los conminó a presentar pruebas, sin vergüenza alguna, no solo dijeron que no las tenían, sino que descartaron que lo que presentaron haya sido una denuncia. Se burlan de intelectuales, de filósofos, de economistas, de la militancia, de la dirigencia política y ahora de la justicia. No remedia nada desmentirse a sí mismo, la idea de fraude quedó instalada, el daño está hecho y tampoco quieren repararlo, lo usan para ganar o para desconocer el triunfo del otro.

La convivencia democrática que goza Argentina desde 1983 se quebró con la denuncia que hizo la hermana de Javier Milei ante la Justicia Electoral acusando a Gendarmería de falsificar actas y cambiar el contenido de las urnas en la elección general del 22 de octubre.

Esa convivencia democrática acepta que una fuerza política arremeta con legítima razón contra el oficialismo porque la crisis económica es grave, pero que, en el afán de ganar hoy, saque a revolear el fraude no sucedió en los 40 años de democracia continua en el país. Mucho menos de un candidato advenedizo, sostenido por medios hegemónicos, con propuestas que un día son por sí y otros por no; aliado a la extrema derecha y a dirigentes neoliberales que ya probaron sus recetas.

Sucesiones democráticas

Hablar de fraude es grave en cualquier lugar del mundo, pero es inmerecido para Argentina que ha dado muestras de convivencia democrática y respeto por el adversario, ante cada crisis política o recambio constitucional de autoridades. El radical Alfonsín, pese a la galopante inflación de su gobierno, lo entregó en forma anticipada pero dentro del marco democrático al justicialista Menem por dos mandatos continuos hasta que se lo pasó a De la Rúa, quien dejó en acefalía al gobierno en medio de una fuerte crisis social y política.

Es cierto que le sucedieron, cuatro presidentes en menos de un mes, todos nombrados en el marco institucional poniendo a salvo la democracia. El cuarto fue el peronista Duhalde que le entregó el mando a otro peronista, Kirchner y éste a una peronista Cristina Fernández por dos mandatos y a CFK le sucedió un neoliberal Macri y a él, otro peronista, Alberto Fernández.

Las crisis económicas, financieras y sociales nunca pusieron en duda la fortalece democrática del sistema y ante cada elección, el que se imponía salía a reconocer de inmediato el triunfo del otro, incluso felicitarlo y anunciar su acompañamiento crítico a la gestión.

Tiene antecedentes

Usar el fraude no sorprende en un candidato como Milei, con una fuerza política nueva y adherentes que, si bien son antisistema como todo joven, resaltan mucho más los machistas, antifeministas homofóbicos, negacionistas de la dictadura, antiperonistas y antitodo; características muy similares a los seguidores de Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil y Zelensky en Ucrania entre algunos de los más conocidos populistas de la extrema derecha. Trump no aceptó la derrota y avaló la invasión del Capitolio, símbolo norteamericano de la democracia occidental. Hoy líderes de la insurrección han sido condenados hasta con 18 años de cárcel. Lo mismo Bolsonaro cuyos seguidores asaltaron sedes de los tres poderes del Estado, en Brasilia, para expulsar del poder a Lula da Silva. La justicia brasileña los está juzgando y al “mesías” lo inhabilitó por ocho años para participar de contiendas electorales. Zelensky sigue en el poder, pero llevó a su país -uno de los más pobre de Europa- a la guerra con la poderosa Rusia.

¿Provocador democrático?

Argentina debe defender su sistema democrático, retomar el camino del respeto al adversario político, con una dirigencia que dio muestras de convivencia democrática. Que las elecciones de hoy no sean motivo para que, quien sea derrotado, intente rechazar esa condición o crear el caos.

Milei provoca situaciones para desestabilizar la institucionalidad. Además de denunciar fraude, sumó la no entrega de suficiente cantidad de boletas para las mesas de votación. Lo justificaron para evitar roturas, robos y sustracción en el cuarto oscuro, una chicana común entre los partidos. Para remplazarlas se imprimen millones de boletas con dinero que aporta el Estado y con fondos privados declarados ante las autoridades. Aseguran que las aportarán sus fiscales, aun así, la Justicia electoral le advirtió a Milei que será su responsabilidad si el domingo 19 faltan boletas de La Libertad Avanza en el balotaje presidencial.

Respecto a la denuncia de fraude, la jueza federal, con competencia electoral, María Servini explicó que el artículo 106 del Código Electoral autoriza a los partidos a vigilar y custodiar las urnas y su documentación desde el momento en que se entregan hasta que son recibidas en la Junta Electoral. Se sumó a esta comunicación, en las últimas horas del jueves 17, un comunicado de la Junta Electoral Nacional al que se sumó el juez electoral riojano, Daniel Herrera Piedrabuena, instando a “las agrupaciones políticas La Libertad Avanza y Unión por la Patria” al control que dispone el artículo 106 “indicando las personas que ellos designen para fiscalizar y custodiar el traslado de las urnas, como la documentación electoral utilizada al recinto legislativo donde quedarán en custodia hasta el escrutinio definitivo”.

La CNE agregó que “el proceso electoral argentino cuenta con los más altos estándares de control” con la presencia de instituciones de acompañamiento civil, observadores electorales internacionales y los fiscales de cada partido.

Como dijo el secretario electoral nacional delegación La Rioja, Víctor Herrera, en declaraciones a Radio Virtual en “Argentina hay un robusto sistema de controles cruzados, que hace imposible cometer fraude. Para que haya fraude deberían involucrarse tantas personas que sería imposible que no se sepa”. En síntesis, muchas miradas y de todos los sectores sobre el proceso.

Que la democracia diga presente este domingo electoral, sea cual fuere el resultado porque Argentina tiene un problema serio: su economía. Siempre fue así, pero desde hace 40 años uno de los problemas que no tiene es el del fraude electoral. Fue creado por uno de los candidatos en el afán de echar tierra sobre lo que llama “casta” política, la misma a la que alió.

A las 21, los resultados

Todo indica, por la rapidez con que se haría el escrutinio provisorio, a las 21 se conocería quien será el futuro presidente de los argentinos. Hay dos candidatos. Por el oficialismo, Unión por la Patria con Sergio Massa encabezando la lista y una propuesta de mejorar los índices de la economía ahogada por la alta inflación, con medidas que sostengan el empleo que incluyen proteccionismo creando un arco de contención social, cultural y económico para grupos de ingresos medios como vulnerables. Medidas que han evitado, no solo una crisis financiera entre quienes alentaban subas del dólar o saqueos a supermercados. El objetivo es una economía en crecimiento, sin excluidos, con “la gente adentro”.

El otro candidato, Javier Milei comenzó anunciando con incendiar el Banco Central, dolarizar la economía, privatizar la educación, salud y empresas del Estado como Aerolíneas, medios de comunicación, YPF. Le sumó libre portación de armas, venta de órganos y niños, reducción del gasto público o sea menos empleo estatal y que “cada argentino pague por sus servicios” hasta derogar la legalización del aborto, la Educación Sexual Integral, restablecer la jubilación privada con las AFJP y reformar el Estado. Así ganó millones de adherentes y votos. En su último vídeo electoralista dijo textual: “No vamos a privatizar la salud, no vamos a privatizar la educación, no vamos a reformar el INCUCAI, no vamos a privatizar el fútbol, no vamos a permitir la portación irrestricta de armas”, entre otras negaciones a lo que está escrito en la plataforma electoral. Ahora agregó que bajar la inflación le llevará dos años o más. Casi similar a la propuesta de Massa, o entre líneas, no hay otra salida que lo que sostiene el oficialismo.

Nunca más

“Por la memoria, la verdad y la justicia” fue el coro unísono que se escuchó en el emblemático y porteñísimo Teatro Colón el viernes por la noche por parte de los asistentes a una obra teatral. El negacionismo y la reivindicación de terrorismo de Estado ha sido instrumento de campaña de unos de los contendientes en este balotaje. Más allá del resultado y la opción democrática de millones de argentinos y argentinas, habrá barreras cívicas, populares e institucionales para no dar un paso atrás en la lucha por los Derechos Humanos. En estos 40 años de democracia, coincidieron todos los espacios políticos y ciudadanos argentinos en decir Nunca Más.

Que sea democracia

Hoy, la decisión en manos de los ciudadanos argentinos. Lo ideal sería que el pueblo diga por amplia mayoría quién será el futuro presidente, de lo contrario ante un triunfo ajustado del oficialismo se corre el riesgo que los libertarios impugnen el resultado. La justicia será quien decida. No se puede correr ese riesgo. Argentina es un país con grandes riquezas naturales y una extraordinaria capacidad de su pueblo para recuperarse en poco tiempo de crisis económicas; en cambio las crisis políticas le llevan más tiempo si prevalece el autoritarismo, entendido como orden social-castigo. Hay opciones para que el diálogo, el debate y el consenso democrático complementen el crecimiento económico con equidad social.



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