En el Gigante de Arroyito, por la fecha 1 del grupo G, se impuso por 1-0 con gol de Quintana. Hubo incidentes en la previa y luego un jugador de Peñarol fue agredido por la hinchada canalla.

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La victoria de Rosario Central fue opacada por la violencia; desde una tribuna del Canalla partió un proyectil que hirió a Maximiliano Olivera, lateral izquierdo del equipo uruguayo.

El futbolista perdió sangre, incluso se le manchó la camiseta y, muy alterado, debió ser contendido por sus compañeros porque reaccionó con insultos hacia los hinchas. Lo obligaron a volver al vestuario casi contra su voluntad. Desde ese lugar, según informó la prensa uruguaya, lo trasladaron directamente a un hospital de Rosario: iban a aplicarle unos puntos de sutura porque se le había cortado el pómulo.
 

Lucas Hernández, compañero de Olivera, habló en conferencia de prensa: "Fuimos a saludar a la gente. Después de eso la gente de Central se puso nerviosa y se complicó un poco. A un jugador lo lastimaron".
 

Incidentes en la previa
También para repudiar fueron los incidentes que se registraron antes del comienzo del partido. Un grupo de hinchas del Canalla le arrojaron vallas de contención a los fanáticos del club uruguayo, quienes habían sido ubicados en la tribuna de abajo y respondieron tirándoles lo que tenían a mano. Tuvieron que intervenir los organismos de seguridad para evitar daños mayores.

Varias horas antes del partido -y de los sucesos de violencia-, la Comisión Directiva de Central había emitido un comunicado pidiéndoles a los hinchas que tuvieran conducta ejemplar, para evitar posibles sanciones por parte de la Conmebol.
 

Cabe señalar que la Confederación Sudamericana de Fútbol aplica sanciones económicas severas a los clubes cuyos hinchas son protagonistas de acciones de violencia y agresión. 
 

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