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Misa por los cinco años de la beatificación de los mártires

Se cumplen cinco años de la beatificación de Monseñor Angelelli, los padres Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera.



Con tal motivo, en la jornada de hoy se oficiará una misa que presidirá monseñor Dante Braida, a las 17 en la Capilla María Madre del barrio Malvinas.

La ceremonia religiosa se desarrolló en la mañana del 27 de abril en el predio del Estadio “Superdomo” ubicado en el Parque de la Ciudad, bajo el lema “Pascua riojana, alegría del pueblo” y estuvo encabezada por el Prefecto de la Congregación de las Causas por los Santos, Cardenal Angelo Becciu, y –el ya fallecido– Monseñor León Kalenga Badikebele, quien se desempeñaba como nuncio apostólico en el país.

Miles de fieles de diferentes puntos del país fueron testigos de la emotiva beatificación de los cuatro mártires riojanos, asesinados por la última dictadura cívico-militar en 1976.

La ceremonia presidida por el Cardenal Angelo Becciu, quien concurrió en representación del Papa Francisco, dijo que “los nuevos Beatos siempre contaron con la ayuda de Dios, incluso cuando tuvieron que sufrir por la justicia”.

“Hoy la Iglesia se complace en reconocer que Enrique Ángel Angelelli, Obispo de La Rioja, Carlos de Dios Murias, franciscano conventual, Gabriel Longueville, sacerdote misionero fidei donum, y el catequista Wenceslao Pedernera, padre de familia; fueron insultados y perseguidos a causa de Jesús y de la justicia evangélica y han alcanzado una gran recompensa en el cielo”, agregó Becciu.

“Estos cuatro Beatos son modelos de vida cristiana. El ejemplo del Obispo enseña a los pastores de hoy a ejercer el ministerio con ardiente caridad, siendo fuertes en la fe ante las dificultades. Los dos sacerdotes exhortan a los presbíteros de hoy a ser asiduos en la oración y a hallar, en el encuentro con Jesús y en el amor por El, la fuerza para no escatimar nunca en el ministerio sacerdotal. Finalmente, el padre de familia enseña a los laicos a distinguirse por la transparencia de la fe, dejándose guiar por ella en las decisiones más importantes de la vida”, destacó el cardenal.

La justicia había establecido en 2014 que la muerte de Angelelli no se debió a un accidente, como decía la dictadura, sino que fue “una acción premeditada” y “llevada a cabo en el marco del terrorismo de Estado”, y por ello fueron condenados a cadena perpetua los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella.

Cinco años después de aquel veredicto, el cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, fue el encargado de beatificar a estos cuatro mártires en representación del Papa Francisco.

Conceptos de Pastrone

El obispo Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera, asesinados en 1976 por la dictadura argentina, son modelo de “compromiso” con el Evangelio “cuando todos callan”, había expresado el sacerdote Pablo Pastrone.

“Cuando la Iglesia beatifica o canoniza, reconoce la santidad del testigo como un ejemplo que sirve a todos. En el caso de los mártires riojanos, son modelos de compromiso vital con el Evangelio de Jesús y de coraje o parresia –en lenguaje bíblico– para animarse a hablar cuando todos callan” señaló.

Pastrone, autor del libro “Los mártires de La Rioja”, destacó que los cuatro beatos fueron parte de una Iglesia que en la norteña provincia argentina de La Rioja era “perseguida por proclamar y por vivir el Evangelio”.