16/09/20
Ex presos políticos de La Rioja, recordaron hoy esta fecha oscura para el país. Se cumplen 44 años de aquella noche, en la ciudad de La Plata donde secuestraban a estudiantes de distintos colegios y varios de ellos desaparecieron.
En el 44 aniversario de La noche de los lápices, creemos que aquella sentida experiencia; que se pudo expresar y simbolizar en un libro y luego en una película, es parte de un momento histórico intenso, rebelde que interpelaba y que nunca dejó de perder la ternura; hechos que se cuentan a sí mismos; por vidas que se inquietaron y se comprometieron a cambiar una realidad que se transitaba injusta y autoritaria.
Donde la necesidad se unió a la lucidez y a la sensibilidad de tantos estudiantes; organizando y coordinando a los centros de estudiantes, para unir las fuerzas necesarias para lograr los objetivos. Pero también es importante valorar aquellas luchas que la precedieron. Santiago Pampillón estudiante y trabajador, fue la primera víctima que a fines de 1966 fue asesinado por la dictadura de Ongania; en Corriente lo matan a Cabral, en otra manifestación en la lucha por el comedor estudiantil - tenía solo 15 años -; en Rosario cae el estudiante Bello primero y luego Blanco también participando activamente de por reivindicaciones estudiantiles; en el Cordobazo, Rosariazo y en tantas gestas históricas de lucha, jugaron un rol fundamental tanto los secundarios como los universitarios, apoyados siempre por el sindicalismo combativo y todo el activismo social.
En los 70 encuentra a lo largo del país, a una juventud activa, cuestionadora que no solo declaraba, sino que ponía el cuerpo; era sorprendente la edad, la pasión, la entrega por lograr aquellos sueños de construir una sociedad más justa y más solidaria. En homenaje a tantos que se comprometieron; palabras de un estudiante secundario del colegio Nacional Pueyrredón en carta a sus padres: " Luchamos por la alegría de la vida, y por esa vida que queremos tanto han encontrado la muerte muchos compañeros; ese amor a la vida intenso, inquietante es el que estimula todos nuestros actos". José Belaustegui