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La pérdida auditiva en las personas mayores

La pérdida auditiva sucede, en general, por cambios degenerativos, secundarios al envejecimiento de las estructuras implicadas en la audición, que se van deteriorando. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente una tercera parte de las personas mayores de 65 años padecen pérdida de audición discapacitante..



María José Lavilla, presidenta de la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl) señala que el desgaste progresivo de la capacidad para oír altas frecuencias es en algunos casos inevitable, pero sí se puede actuar para que el deterioro sea menor o más lento evitando la exposición al ruido a lo largo de la vida. Además, las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo como la hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad o la diabetes mellitus pueden afectar a la audición. Por ello, el mantenimiento de una buena salud y la realización de ejercicio físico pueden reducir la afectación de la audición en un futuro.

También, “se deben evitar, en la medida de lo posible, la ingesta de medicamentos de uso cotidiano como el paracetamol o la aspirina, ya que tomados de manera prolongada dañan la audición”, añade.

Síntomas de la pérdida auditiva

Lavilla subraya que normalmente esta afección aparece de forma gradual, muy lenta, por lo que algunas personas no son conscientes inmediatamente del cambio. De hecho, en las fases iniciales, esta pérdida es muy discreta; es decir, que los pacientes no saben que oyen mal y suelen ser las familias las primeras que perciben este problema.

Conforme pasan los años, esta pérdida va aumentando y se va extendiendo a frecuencias graves y medias: es entonces cuando la persona se suelen dar cuenta. “Mantener durante años esta situación, limitará las posibilidades de ayuda, pudiendo haber un deterioro cognitivo y una dificultad cerebral”, añade.

La experta señala algunos signos característicos de las personas con problemas de audición:

- Lo primero que suelen notar es que oyen, pero no entienden. “Esto sucede porque no pierden todos los sonidos a la vez, se pierden, típicamente, los sonidos agudos, con lo cual el paciente oye los fonemas graves de las palabras como la vocal a, pero no escucha los fonemas agudos, como la consonante s”.

- Esta situación de no entender la conversación empeora en ambientes de ruido y cuando hablan varios interlocutores a la vez.

- También pueden aparecer ruidos o zumbidos en los oídos que, además de ser molestos, interfieren y dificultan aún más la audición.

Consecuencias para los mayores

La pérdida de audición en las personas mayores les puede producir tristeza, depresión y aislamiento, ya que estas personas tienen problemas para comunicarse y miedo a cometer errores. Además, “si el paciente espera a recibir la estimulación adecuada mediante la amplificación con el audífono porque todavía se defiende, se irá alterando la comprensión y la funcionalidad de ese oído y después es más difícil conseguir los resultados óptimos”, explica Lavilla.

Por lo tanto, es fundamental detectar el problema precozmente y recurrir a las ayudas auditivas lo antes posible. Asimismo, “las familias deben animarles a acudir al otorrinolaringólogo, apoyarles para ponerse los audífonos rápidamente y ayudarles a comunicarse hablándoles mirándoles de frente, despacio, vocalizando y evitando hablarles con ruido de fondo”, señala.

Tratamientos

La experta explica que el tratamiento consiste en paliar el déficit auditivo y mejorar la comprensión mediante ayudas técnicas como los audífonos o los implantes cocleares.

Los audífonos son unas prótesis electrónicas que amplifican la audición y existen varios tipos, ya que cada problema necesita un audífono concreto. “La tecnología de amplificación auditiva evoluciona y mejora continuamente ofreciendo más y mejores prestaciones y posibilitando que la señal auditiva sea más nítida”, añade.

No obstante, la elección de estas ayudas dependerá del grado de afectación. En las fases iniciales se amplificará la audición con audífonos, pero cuando la sordera sea severa o profunda y la inteligibilidad muy deteriorada, habrá que recurrir al implante coclear.

 

FUENTE: www.cuidateplus.com