Fue siempre tradicional la víspera del 6 de enero. Llena de adrenalina, pero de la buena. Los zapatos al pie del árbol, esperando el pasaje de los geniales Reyes Magos. Ahora que ya somos "grandes", nos toca a nosotros hacer regalos.

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Por Héctor de la Fuente* 

El sábado 4 de enero, la editora de la página web de El Independiente Analía Ferreira, de excelencia, sube un breve texto de este columnista, articulista y autor.
El tema es ineludible: pues son los primeros 20 años de la primer angioplastia (dilatación) coronaria con colocación del inédito sistema de stent con liberación de medicamento a nivel internacional. Para muchos fue una revolución. Para otros fue una evolución. Fue una gran investigación médica.
El dato duro es que, es el método más frecuente hoy día para revascularizar el miocardio (músculo cardíaco).
Casi siempre un argentino. Muchas veces un riojano. Esta vez, como tantas otras, con el sello y la firma médica de Luis M. De la Fuente y su habilidad. La misma que adquirió en La Rioja, donde nació y se crió. Donde inventó de niño un paracaídas con sábanas para poder escaparse en la siesta y poder salir a jugar.
Lo también cierto es que, al otro día, un domingo 5 de enero, la nota de El Independiente Digital llegó a EE.UU., y el genial editor del sitio web Angioplasty. org Burt Cohen la cita, reenviándola y la ven muchos en ese ambiente tan hiper- especializado. Se desparrama. Se viraliza.
El médico riojano Ramón Díaz (alias " El Bueno"...) la amplifica, pero a España y a Europa.
Imagino a Facundo Quiroga, Felipe Varela, Severo Chumbita y al tan querido El Chacho celebrando esto también. Sus nombres fueron colocados a diversas maniobras de cateterismo coronario que inventó el médico riojano en su "revolución" de la paz.
¡Feliz 2020, Rioja querida!

*Corresponsal de la Sociedad Argentina de Periodismo Médico y Columnista de El Independiente Digital.

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