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13/05/20

Cortar la cuarentena por ir a cobrar: la medida que más afecta la salud de los jubilados

En medio de la incertidumbre que se vive en torno a la pandemia del Coronavirus, se encuentra un hecho clínico que no genera duda alguna: las personas de mayor índice de fallecimiento son nada más ni nada menos que los Adultos Mayores o Gerontes.



Si hay algo que esta pandemia nos ha demostrado, es que las personas mayores tienen un índice más alto de muerte, sobre todo quienes tienen padecimientos médicos subyacentes como hipertensión arterial, diferentes tipos de cardiopatías, diabetes, enfermedades causantes de inmunodepresión y sobre todo aquellos que poseen afecciones pulmonares, ya que el COVID-19, ataca directamente al sistema pulmonar.

La triste realidad es que para los Adultos Mayores, la virosis que hoy nos aqueja (COVID-19), es casi una máquina asesina.

 En un sentido más riguroso, la salud de las personas mayores de 60 años es particularmente vulnerable a infecciones graves o fatales derivadas del COVID- 19, y a partir de los 80 años aumenta el porcentaje de fallecidos en el mundo.

De ahí la importancia de seguir las recomendaciones de la OMS, mantener las buenas costumbres higiénico-dietéticas, y los buenos hábitos como dormir el suficiente tiempo, alimentarse saludablemente, y hacer ejercicio físico.

Por todo lo expuesto resulta imperativa la importancia de la prevención, y de la aplicación de medidas adecuadas por quienes hoy están al frente de esta “campaña sanitaria”.

Digo esto porque no obstante cada una de las recomendaciones implementadas por las instituciones médicas y sobre todo los medios de comunicación que realmente han sido de fundamental ayuda, hemos asistido las últimas semanas en nuestra provincia y en todo el país, a un hecho lamentable, que es la apertura de los bancos para el cobro de Jubilaciones, Pensiones y AUH.

Pareciera que de nada sirvió la cuarentena, que en nuestro país llevaba 15 días, especialmente pensada para el cuidado de nuestros adultos mayores.

Dicha medida se vio vulnerada, por la decisión para nada  organizada, de que los jubilados concurran a percibir sus haberes, generando largas filas afuera de los bancos, que no cumplían con el distanciamiento social. Miles y miles de personas interrumpieron la cuarentena y todo lo recomendado pasó a segundo plano. Tanta contradicción en un día, me causó estupor. Ayer los gerontes eran ubicados en primer plano de cuidado y hoy en el último.

La angustia y ansiedad, invadió a la población poniendo todos los sistemas en alerta. Se interrumpió la cuarentena y atrás quedó el sacrificio de tantos días de aislamiento, con el esfuerzo gigante de médicos, enfermeras, farmacéuticos, policías, bomberos y mucha gente de diferentes organismos que colaboró ante esta emergencia y la gran mayoría de los ciudadanos que decidimos acatar con responsabilidad el Aislamiento Social Obligatorio.

Las imágenes de ver a los adultos mayores apiñados para cobrar una jubilación, mayormente insuficiente, es muy triste.

Por Dra. Ada González Reinoso, coordinadora regional de la Maestría en Gerontología Clínica de Fundación Barceló

Espero que las consecuencias de esta improvisación y falta de organización, no resulte en un contagio masivo en aquellas personas que contribuyeron, con mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio a la grandeza de nuestra Nación, los gerontes, los Adultos Mayores.

¡¡¡NUESTROS ABUELOS!!!