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15/09/20

Un corto documental muestra a las mujeres africanas en la lucha por los elefantes

De poco más de 13 minutos de duración, el film propone un retrato de un grupo de mujeres de Zimbabwe, que a través de la actividad de protección de estos grandes mamíferos tejen lazos entre ellas y con su comunidad. Podrá verse este sábado a las 21.



Akashinga”, cortometraje documental con la producción ejecutiva de James Cameron que relata cómo mujeres africanas víctimas de violencia doméstica, en situación de pobreza y madres solteras conforman un grupo de seguridad que lucha contra la caza furtiva de elefantes, podrá verse este sábado a las 21 por Nat Geo.

Dirigido por Maria Wilhelm, el corto de poco más de 13 minutos de duración propone un retrato de un grupo de mujeres de Zimbabwe, que a través de la actividad de protección de estos grandes mamíferos tejen lazos entre ellas y con su comunidad en un proceso de empoderamiento inédito en sus vidas.

Bautizado como “Akashinga”, que significa “Las valientes”, el grupo fue creado en 2017 por la Fundación Internacional contra la Caza Furtiva (IAPF) y es integrado por mujeres víctimas de diversas violencias.

De acuerdo con un comunicado de prensa de la señal de cable, si bien se trata de un grupo armado, formado en entrenamiento militar, su objetivo principal es que la comunidad entienda los beneficios económicos de proteger las especies animales, sin tener que llegar a la violencia.

Al empoderar a las mujeres rurales, el programa Akashinga promueve mejoras en el cuidado de la salud, el desarrollo de habilidades, una reducción de la deserción escolar, la prevención de delitos sexuales, un aumento de la expectativa de vida y un descenso de los índices de pobreza, se añadió.

Damien Mander, fundador de IAPF, aseguró que en el proceso de reclutamiento supo que las mujeres estaban mejor preparadas para la tarea, no solo porque eran menos propensas a aceptar sobornos de los cazadores furtivos sino que resultaron más hábiles para desarmar situaciones potencialmente violentas: “Las mujeres pueden cambiarlo todo”, afirmó.

Nyaradzo Hoto, una de las integrantes de Akashinga, coincide: “Antes, todos aceptaban que los guardabosques eran hombres, pero quiero demostrar que no hay ningún trabajo que sea solo masculino. El cielo es el límite”.

Desde que integra la fuerza, Hoto pudo retomar sus estudios y logró comprar una parcela de tierra en su comunidad.

Hasta la fecha, este modelo de conservacionismo femenino y liderado por la comunidad lleva más de 200 integrantes desplegadas en más de 186.000 hectáreas de reserva y redujo la caza furtiva en un 80%.

Fuente Telam