Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

01/12/21

Se realizaron los alegatos en juicio por amenazas

En la sala unipersonal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial, la Jueza Dra. Edith Elizabeth Agüero llevó a cabo la segunda y última audiencia del juicio en contra de Néstor R. F., acusado del delito de “Amenazas” previsto y penado en el artículo 149 Bis del Código Penal.



El debate, se concretó en la sala de audiencias de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional y contó con la presencia del Dr. José Oliveros Icazatti y su asistente, la Dra. Natalia Britos, en representación del Ministerio Público Fiscal, y el Dr. Gabriel Pavón ejerciendo la defensa técnica del acusado.

En ese contexto, se receptó el testimonio de los dos últimos testigos ofrecidos por la Fiscalía, compareciendo en primer lugar un licenciado en Trabajo Social, el cual brindó detalles del informe socio-ambiental que realizó sobre la supuesta víctima; luego testificó una vecina del acusado, la cual sirvió de testigo ocular en un procedimiento policial.

Seguidamente, se procedió a la incorporación de la prueba documental, y a continuación, se dio lugar a la etapa de alegatos.

En primer lugar, el Fiscal Oliveros Icazatti, tras hacer un repaso por los hechos, focalizó su alegato en los testimonios de los profesionales en psicología que trataron tanto a la supuesta víctima como al acusado, y posteriormente, hizo hincapié en los antecedentes penales del imputado. Al finalizar, concluyó que quedaron acreditados el hecho y la autoría del mismo, por lo que solicitó la pena de un año y diez meses de cumplimiento condicional o en suspenso.

Por su parte, el Defensor, en primer término desestimó los antecedentes penales y recalcó que en esta causa, las pruebas fueron insuficientes para acreditar el hecho, por lo que en beneficio de la duda y en honor al principio de inocencia, su cliente debe ser absuelto o condenado a la pena mínima.

Finalmente, tras hacer uso de la réplica y la dúplica, la Magistrada habilitó al acusado a expresar sus últimas palabras. En ese sentido, el imputado se declaró inocente y argumentó su postura; luego se dio por terminado el debate.