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Alicia Keys, una diva de principios de siglo que reclama su cetro

Con recursos musicales de sobra y un interesante despliegue escénico en el que puso en juego su enorme carisma, la artista neoyorquina revindicó su lugar de diva de la canción soul en su paso por Buenos Aires, en la gira mundial que la trajo de regreso a Latinoamérica.



Con recursos musicales de sobra y un interesante despliegue escénico en el que puso en juego su enorme carisma, Alicia Keys revindicó en la noche del domingo su lugar de diva de la canción soul en el fantástico paso por el porteño Movistar Arena de su "Alicia+Keys World Tour" 2023, la gira mundial que la trajo de regreso a Latinoamérica.
 
Una sólida banda que, al igual que la propia protagonista de la noche, osciló sin traumas ni fisuras entre lo orgánico y lo electrónico; un recorrido de dos horas por toda su discografía y algunos guiños al público local, como la presencia de Cazzu como invitada en una canción o la revisita al hit "Calma", de Pedro Capó y Farruko, en castellano, fueron algunas de las cartas con la que contó la artista estadounidense para mantener el impacto a lo largo del show.
 
Una auténtica diva que encontró asidero en su solidez musical
 
También hubo una interesante puesta escénica y gráficas que le dieron brillo a la noche, aunque sin dudas el gran atractivo lo puso la misma Alicia Keys con sus luminosas canciones que transitaron entre el neosoul, el hip-hop, la electrónica y algunos atisbos de música gospel y ritmos jamaiquinos. Allí destacó su gran voz y sus dotes en el piano, las cuales se ubicaron un escalón por encima de cualquier parafernalia extra musical.
 
 
Una diva con solidez musical
 
Pasadas las 21.30, la banda, conformada por un guitarrista, un baterista, un tecladista, una corista y un bajista que también sumaba teclados, tomó posiciones en el escenario para dar lugar al ingreso de Alicia Keys, enfundada en brillos y con una capa, en medio de luces y gráficas que mostraban una orbitación por todo el planeta.
 
 
         "Try Sleeping" preparó el terreno para la explosión del público con "Girl on Fire".
 
 
Pero la irrupción en el escenario de la artista como una auténtica diva de inmediato encontró asidero en su solidez musical, puesta de manifiesto en su gran capacidad vocal, las cualidades desplegadas en un piano de cola y una interesante lectura de ritmos negros.
 
En el primer tramo del show pasaron casi sin interrupciones los temas "Nat King Cole", "Truth Without Love", "You Don´t Know My Name", "Wasted Energy", "Karma", "New Day", "Unthinkable", "So Done" y "Diary", en un viaje que comenzó con aires de hip-hop, hizo escala en la canción soul, coqueteó con el reggae e invitó a bailar con un pop de raíces afro.
 
Para entonces, la notable performance de la figura de la noche había encontrado una sólida base en la banda, con una batería que peleaba mano a mano con rítmicas programadas, teclados que daban sustento al armado armónico, una guitarra más volcada a engrosar sutilmente las bases y apenas desgranar algún solo muy puntual, y una corista que multiplicaba voces con colores gospel.
 
El cierre de la primera parte tuvo la sorpresa del hit playero "Calma", seguido por "Looking for Paradise", la colaboración que Alicia Keys realizó con Alejandro Sanz y que también cuenta con pasajes en castellano; y un middle de aires latinos en el que la corista presentó a la banda.
 
 
En plan DJ y en versión acústica
 
La segunda parte del concierto puso sobre el tapete el enorme talento de Alicia Keys, quien apareció sola, frente a una consola y un teclado, en un mangrullo montado en medio del público, en un ida y vuelta entre la electrónica y la canción intimista.
 
Como dos caras de una misma moneda, la artista encaró una serie de composiciones en plan DJ, con sonidos y bases disparados desde la consola, de las que también mostró en su versión acústica, sola con el piano, como aseguró que habían sido compuestas originalmente.
 
Una armónica convivencia entre el neosoul y el trap
 
"¿Qué prefieren? ¿La versión original o la versión `laptop´?", preguntó al público en cada uno de los temas antes de hacer el correspondiente pasaje del formato electrónico al acústico, y viceversa.
 
"The Gospel", "Plentiful", "Nobody Knows", "Skydive", "It is insane", "Only You", "Woman Worth", "Unbreakable" y "My Boo", fueron los temas que sonaron en estos formatos.
 
Con "City of Gods", una canción que habla "sobre la fe y la esperanza", según sus propias palabras, emprendió su regreso al escenario principal entre el público, en donde se reencontró con la banda a pleno para el sprint final.
 
 
 
 
 
Fuente: Télam