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¡Adiós, Rita Lee! La reina del rock brasileño y la gran defensora de la libertad plena

Este martes, al conocerse su fallecimiento, Lula asì la definiò: "Enfrentó el machismo en la vida y la música e inspiró a generaciones de mujeres en el rock y el arte. Nunca será olvidada". Rebelde e innovadora pero con la esencia de su tierra, la paulista Rita Lee vendió unos 60 millones de álbumes. Sin embargo, ella estaba más orgullosa de su defensa de la libertad sexual, de los derechos de los animales y de la comida vegana.



A los 75 años, rodeada por su familia en su casa de San Pablo, el corazòn de Rita Lee Jones dijo basta. La artista, lìder de Os Mutantes, banda pilar del tropicalismo, había enfrentado en los últimos años un tumor de pulmón al que había bautizado "Jair", refirièndose al enorme mal que, a su criterio, le causò a Brasil el presidente Bolsonaro.

 

En el otro extremo del arco polìtico, el presidente Lula da Silva, dolido por su muerte, se expresò en las redes sociales: "Rita Lee Jones es uno de los nombres más grandes y brillantes de la música brasileña. Cantante, compositora, actriz y multiinstrumentista. Una artista adelantada a su tiempo. Ella pensó que el título de reina del rock era inapropiado, pero el apodo hace justicia a su trayectoria.

 

Rita ayudó a transformar la música brasileña con su creatividad y audacia. No escatimó nada ni nadie con su humor y elocuencia. Enfrentó el machismo en la vida y la música e inspiró a generaciones de mujeres en el rock y el arte.

 

Nunca será olvidada y deja su legado en la música y los libros para millones de fans en todo el mundo. Mi abrazo fraterno a los niños Beto, João y Antônio, familiares y amigos. Rita, ahora faltàs vos".

 

Con más de 30 àlbumes editados y 60 millones de discos vendidos, Rita Lee està en el Olimpo de los grandes de la mùsica de Brasil junto a Vinicius, Caetano Veloso, GIlberto Gil, Tom Jobim, entre otros.

 

Cantando por el sueño de libertad

El 31 de diciembre de 1947, cuando Rita Lee Jones llegó a este mundo, su padre tenía pensado para ella el nombre de Bárbara. Pero cuando supo que este coincidía con el de una santa virgen y mártir, lo cambió por Rita; que resultó también ser el de otra santa, pero en este caso, ni virgen ni mártir: Santa Rita, patrona de las causas imposibles.

 

Y en efecto, nunca nada pareció imposible para esta artista, que revolucionó mucho más que la música brasileña. Si la libertad llevara un nombre propio, ese nombre sería Rita Lee.

 

"Me gusta nadar contra la corriente, me gusta el desacato a las autoridades", se la escucha decir en el documental sobre su vida, titulado “Ovelha Negra” (2007).

 

"Rita Lee ofreció a generaciones de chicas en Brasil la educación sexual más privilegiada a través de sus canciones, las que podrían considerarse sexo- pedagógicas. Oyeron hablar de sexo a través de canciones bellas, de una manera alegre, de una manera jocosa a veces, de una manera honesta, de una manera en la que Eros estaba más presente que Tanatos”, señala Tom Zé.

 

“Tenían muchas agallas para hacer lo que hacían durante un régimen militar", reflexionaba en una entrevista en MTV durante su visita a Brasil, en 1993, Kurt Cobain, cuando le preguntaron sobre Os Mutantes, la banda que Rita Lee fundó en los años 60,

junto a los hermanos Arnaldo y Sergio Dias Baptista, que encarnó el sonido rupturista y de vanguardia que caracterizó al movimiento musical del tropicalismo, interpretando rock psicodélico y llevándolo más allá con arreglos basados en sonidos propios a partir de instrumentos creados por ellos mismos.

 

"El mundo del rock es muy machista. Aun dentro de la banda había muchos celos. No podían tolerar que una mujer fuera la estrella. Yo tenía como modelo a Janis Joplin, pero no era fácil ser como Janis Joplin dentro del rock brasileño. Ante esa situación, si me mostraba tímida, no hubiese durado mucho. Mi comportamiento en el escenario fue la única manera de vencer las barreras”, dice Rita Lee en una entrevista con Fernando D’ addario en Pagina 12, tres décadas después de haber dejado la banda.

 

Además de su cumpleaños número 75, hay mucho para festejar de esta artista infinita, que llenó el mundo de música, de ideas, de transgresión, de libertad; que grabó más de veinte discos, que sobrevivió al accidente de caer del balcón de su casa, una caída de quince metros de altura, y su mandíbula debió ser reconstruida con una prótesis de titanio a la que ella apodó, con el humor que la caracteriza, “Piña María Colada”; y recientemente, a un tumor en el pulmón, al que apodó “Jair”.

 

“Cuando muera, puedo imaginar las palabras de cariño de quienes me detestaban”, escribió en su libro “Uma autobiografía” (2016). Pero, como señala Tom Ze, “no hay nadie en el mundo de la música que hable mal de Rita Lee. Y,

además, está el detalle de que es una de las raras personas honestas en todo el mundo, no sólo dentro del negocio de la música. Rita Lee es honesta, algo fuera moda";

 

Odisea en el espacio de los años 60

 

A los 15 años, Rita empezó tocando la batería en una banda instrumental y vocal compuesta por cuatro chicas, que se llamaba The Teenage Singers, con un repertorio de doo wop y rhythm and blues, hasta que aparecieron los Beatles. Entonces, cambiaron el repertorio y Rita se pasó al bajo, como su admirado Paul McCartney.

 

En esa época se cruzaron con los cuatro muchachos de la agrupación The Wooden Faces. De los 8 integrantes finalmente, quedarían tres: Arnaldo y Sergio Dias Baptista, y Rita Lee. Juntos fundan Os Mutantes.

 

Corría el año 1966. El músico Tom Zé describe en una entrevista para el documental “Ovelha Negra” (2007) que colaborar con Rita Lee durante la época del tropicalismo fue algo sorprendente. Y recordó la anécdota de la canción “2001” del segundo disco de Os Mutantes, a la que Tom no le encontraba la música. La que le había hecho no lo convencía y la que intentó hacer junto a Caetano Veloso Durante toda una noche, tampoco funcionó.

 

Un día, tiempo después, le dan a escuchar una grabación con la canción terminada. Rita le había puesto música. “Rita, muy bien, hizo el mismo camino de Kubrick cuando hizo aquel filme ‘2001’, a la hora de ponerle música a la escena de la estación orbital, él pone prácticamente una música campesina europea, tocada por una orquesta muy seria. Él pensaba que eso terminaba siendo un modernismo (…)

 

Entonces Rita tuvo la misma idea. Agarró aquella letra, que hablaba de la carrera espacial, y le puso una música campesina.

Pero, qué lo parió, ella hizo lo que sólo Dios es capaz. Madre mía, que canción quedó ‘2001’, de Os Mutantes.


 

Fuente: Télam