Gabriel Genri, responsable de la Universidad Popular de Barrios de Pie en diálogo con Medios El Independiente se refirió a la delicada y dura situación que atraviesan las familias riojanas golpeadas por la crisis económica social, privándolos de alimentos básicos para su consumo diario.

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Genri resaltó en primera instancia que, “la situación es preocupante, en el estudio relevamos que el 81 por ciento de los hogares redujeron el consumo de carne, huevos, lácteos, y que dentro de esos hogares que redujeron el consumo de carne, el 84 por ciento no logró compensarlo aumentando el consumo de algún otro grupo de alimento. El 73 por ciento restante lo hizo a través de hidratos de carbono. En diciembre del 2023, habíamos elevado tasa, peso y calidad nutricional de niños de barrios populares y nos dieron que el 48,9 por ciento de ellos presentaban síntomas de malnutrición relevante, entre 0 y 18 años estaban expuestos a situaciones como baja talla, sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas como cardiopatías a baja edad o diabetes”.

Acotó que cuando se da esos números estadísticos, deja de lado que detrás hay familias sufriendo, proyectos de vida. No hay una crisis, hay una política económica decidida. Las políticas económicas provocaron una alicuación de ingresos sumamente preocupantes. La Canasta Básica Total aumentó un 110 por ciento, la Canasta Básica Alimentaria un 106 por ciento, y de salario en blanco solamente un 57 por ciento. Esto provocó un disparo de niveles pobreza e indigencia. Hoy tenemos un 17 por ciento de indigentes, representa 8 millones de argentinos”.

Genri sostuvo que la única política alimentaria que se mantuvo desde diciembre es la Tarjeta Alimentar.

En la entrevista indicó sobre el relevamiento nutricional y alimentario que se presentará al gobernador Ricardo Quintela la próxima semana, “estamos presentando un genocidio social. En La Rioja hemos relevado en Capital, Chamical y Chilecito. Los datos de ese informa lo vamos a presentarlo al gobernador Quintela para poder colaborar en construcción de políticas públicas, ancladas en la realidad de los barrios populares. Entendemos que cambiar estas realidades que son dramáticas, requiere una mirada local muy precisa y certera y abordando el dato con toda su crudeza”.

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