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El hospital Garrahan y otros redujeron atención de pacientes y aumentaron las renuncias

Los hospitales Garrahan, Bonaparte y Clínicas tuvieron que reducir la atención de pacientes, por la falta de presupuesto del Gobierno Nacional, sumado a que una parte importante del cuerpo médico renunció para pasarse al sector privado, debido a que los sueldos se mantienen congelados o con aumentos insignificantes.



Distintos facultativos de las tres instituciones se refirieron a la actual situación que están atravesando y, en consecuencia, a las próximas medidas que llevarán a cabo.

Rita Fernández, pediatra del Hospital Garrahan e integrante de Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) de la institución, sostuvo que hoy se encuentran bajo un paro de residentes, al igual que la semana pasada, pero que se extenderá hasta el viernes.

Señaló que, probablemente, la semana próxima inicien “un paro con las mismas características por tiempo indeterminado”, debido al “atraso salarial” que tienen los residentes porque, por ejemplo, los médicos de primer año ganan alrededor de 700.000 pesos, una cifra “muy diferente a lo que gana un residente en provincia”.

“Ayer se hizo una asamblea, que fue bastante multitudinaria, y se decidió hacer un cese de actividades de todo el hospital, mañana 29 de mayo, desde las 7 de la mañana y durará 24hs. Va a ser un paro activo con presencia en el hospital y movilización, a las 13hs., hacia el Ministerio de Salud. Esto es por el desfinanciamiento crónico y los salarios en la línea de pobreza de los profesionales que están altamente capacitados y que no pueden seguir trabajando en estas condiciones”, aseguró Fernández.

También, recordó que, desde diciembre de 2023, hubo renuncias de aproximadamente 200 profesionales “buscando otros proyectos laborales en medicina privada” y que, en este contexto, es muy difícil sostener la atención porque, además, hay profesionales que se jubilan y “no se reponen los cargos”.

“Estamos atendiendo las urgencias, los pacientes internados y explicándole a los papás que los casos que no son urgentes tienen que ser vistas en otra institución o acá, pero más adelante. Discriminamos las patologías que realmente sí merecen la atención del hospital, que es de alta complejidad y que no pueden ser resueltas en otro lado, de las patologías que son de baja complejidad, donde el paciente no corre riesgo. La mayoría de los papás comprende la situación y apoya al hospital”, concluyó.

Además, la Asamblea de Trabajadores del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte (prefieren no exponer sus nombres de manera individual) que continúan realizando jornadas de lucha “en rechazo al intento de ‘normalización’ de las condiciones en las que han dejado” a la institución: “Somos un colectivo, no hacemos exposiciones individuales. Nos cuidamos porque es permanente el amedrentamiento. Es bueno también exponer esta situación”, aclararon previamente.

En tanto que el hospital ya no cuenta con el dispositivo de atención espontánea, destinada a niñeces, y el que funciona para adultos “está resistiendo el intento de cierre”; además, aclararon que la demanda espontánea “es clave”, ya que permite “una primera escucha” a personas y familias “que no encuentran atención en ningún otro lugar”, ni público ni privado.

“Hay guardias que no cuentan con turnos que tengan psiquiatras y también falta personal de enfermería en las internaciones”, añadieron.

Para finalizar, desde el hospital de Clínicas, detallaron la situación que atraviesa uno de los hospitales universitarios más destacados del país: manifestaron una merma en la atención de pacientes y en el salario de los profesionales.

“La situación sigue siendo crítica: En principio, está reducida la atención a pacientes sin cobertura. Hasta hace un año, el hospital recibía a un 60% y, hoy por hoy, depende de la especialidad y de la cantidad de insumos que se necesiten para brindar esa atención. Eso hace que dichos pacientes tengan un tratamiento más tarde. Los que no entran, pasan al mes siguiente. También lógicamente se da prioridad a las urgencias”, explicaron desde el Clínicas.

El otro “gran” problema que expresaron es el de los bajos sueldos que reciben los profesionales, debido a que se estima que se perdió “un 40% de poder salarial durante este año y medio”, sumado a que gran parte del plantel profesional “decidió pasarse al sector privado”.

También remarcaron que están atravesando “la misma situación” que el Garrahan y el Bonaparte, con respecto a los residentes, ya que la elección del Clínicas para la residencia “siempre fue por prestigio” y porque los sueldos estaban equiparados a los de la Ciudad y eso “ya no sucede”.

“La semana pasada hubo un paro y fue público, pero no podemos frenar la atención. Por el momento, no hay falta de profesionales, ya que lógicamente hay una estrecha relación con la Facultad de Medicina”, finalizaron.