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03/08/20

¿Existe la ética en el periodismo?

Primera parte El periodismo de guerra en Argentina, ha inaugurado una nueva manera de situarse en el mundo. Una cosmovisión muy diferente desde La Gazeta creada por Mariano Moreno, hasta La Nación de Bartolomé Mitre, en el siglo XIX. Esos diarios cumplieron la función de ser órganos dirigidos a sectores específicos. Pero la prensa en estos tiempos de tecnologías, no solo se han transformado en empresas, sino que quienes trabajan adentro de esos mundos, han pasado a ser piezas de ajedrez. Entre tácticas y estrategias sobreviven en algunos medios.



Por Carlos Liendro

 

El punto es ¿cuál es el estado de conciencia ética que puede hacerse el periodismo y subjetivamente, el periodista?

Vivimos en un mundo de especializaciones. Eso trajo la modernidad desde el positivismo, en la ciencia, la cultura y también en los valores que se han ido cambiando vertiginosamente. Por eso preocupaba aquella frase: ‘una ciencia sin conciencia’. Cuando citamos el tema de las ‘especializaciones’ en diversos campos, nos gusta citar algunos ejemplos que siguen actuales. ¿Dónde se enseña a ser escritor?, teniendo en cuenta que algunos de nuestros mejores escritores no había concluido su escuela secundaria, y el ejemplo más cercano, era el gordo Osvaldo Soriano; por eso era atacado por las camarillas de licenciados, de doctores con títulos de posgrado en Francia.  Todos los formados en Letras (en los 90), cuando se enteraron que el autor de ‘Cuarteles de invierno’, ‘No habrá más penas ni olvido’, y con novelas llevas al cine, no tenía completo el bachiller, se indignaban y no asistían nunca a alguna de sus conferencias. Soriano nos sirve también para la siguiente pregunta (por lo menos a fines del siglo XX), ¿dónde se estudia periodismo? Desde Roberto Arlt (quien tampoco tenía hecha la escuela secundaria), la profesión de periodista, se iban haciendo en la escritura, en las vivencias, en las luchas y compromisos que fueron adquiriendo. Por eso siempre es interesante recomendar lo que el autor de ‘Los siete locos’ escribía en su columna del diario Crítica, que luego veríamos plasmada en las ‘Aguafuertes porteñas’. Hoy los periodistas son licenciados en comunicación o de alguna academia que les dio el carnet (como hubo entre los periodistas deportivos). A esto nos referimos con la especialización, con pasantías gratuitas incluidas.

Es necesario citar un viejo debate: por un lado el periodismo como fuente de poder. Solo con ver la película de Orson Welles, ‘El ciudadano’, podemos comenzar a repensar estos temas (en la sociedad norteamericana y la nuestra actualmente). Y lo otro- como algo que va acompañado, es la técnica. Es la técnica de la escritura. Es saber qué se piensa para quién se escribe, a quienes se está dirigiendo, los artículos, las editoriales, las entrevistas. No solo es informar, y como decimos siempre: no existe la objetividad (como no la hay en las ciencias) y ningún lector es neutral. Hasta podríamos sumar en estos tiempos, la proyección. Proyecto lo que tengo adentro; por eso en estos tiempos de grieta (creada por los medios para sus intereses) la gente escucha lo que quiere escuchar. ¿Necesita esperanzas? Busca aquellos medios y periodistas que le transmiten esto. ¿Está indignado, tiene guardado mucho odio y resentimiento?, hay un ejército de periodistas que  lo pueden alimentar por televisión en forma ‘express’, por radio y en la prensa escrita.

Volviendo a ordenar un poco de cómo surgen estas cuestiones ‘existenciales’ de la ética en el periodismo, es importante entender que después de las grandes guerras se fueron mostrando, en medio de las crisis económicas y de cómo resurgían los pueblos derrotados, una nueva forma de valores. La corriente de los existencialistas (tanto en Alemania, como en Francia), surgió con mucha fuerza en la cultura y en el periodismo. Un ejemplo para citar son Albert Camus y Jean- Paul Sartre (ambos escritores, filósofos y militantes de la resistencia, en la Francia ocupada por los nazis); escribieron para Combat- el diario clandestino durante la guerra- donde en sus editoriales (principalmente Camus) era una especie de brújula para las nuevas generaciones en un país que debía empezar de nuevo (Sartre lo fue después con su revista ‘Les Temps Moderns’). Los escritos de Combat, del autor de ‘La peste’, están juntados en otro excelente libro para recomendar: ‘Moral y política’.

Entonces volvemos sobre la ética. No es lo mismo moral que ética. Esta última también se ha especializado (en profundos estudios, clasificaciones, taxonomías según las escuelas filosóficas); pero siguen teniendo en común- en la historia de las ideas- a Platón Aristóteles, Kant, Scheler, Jaspers. Las guerras mundiales en medio de las crisis, decíamos dejaron nuevos planteos. ¿Existe una moral universal?, o ¿es una moral de un sistema político y cultural? ¿se puede separar la moral de la religión?. Existe sí una moral protestante (derivada de Lutero) y una moral católica (que figura entre los poderes del Estado). Esto ubica muy bien los niveles a los que podemos llegar, no para justificar, sino para comprender cómo apareció una ética absoluta (universal) y luego una ética relativa (individual o de grupos). Estas buscan remarcar el tema de la responsabilidad. Y aquí volvemos a la pregunta del título. Si existe una ética del periodismo, ¿puede estar condicionada, al ser relativa?,  ¿puede ser comprada, tergiversada, responder a intereses de negocios para sobrevivir? ¿La gente puede darse cuenta que un periodista- como un médico u otra profesión que tiene un código de ética- puede hacer mala praxis?