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05/12/20

El patriarcado, la educación y la amenaza de la derecha, ejes de un intercambio de ideas en el CCK

Se concretó la primera jornada del ciclo de pensamiento Proyecto Ballena. En la charla participaron el sociólogo y ensayista portugués Boaventura de Sousa Santos, el ministro de Educación, Nicolás Trotta; la titular de Clacso, Karina Batthyanny, y la presidenta de Télam, Bernarda Llorente.



El sociólogo y ensayista portugués Boaventura de Sousa Santos señaló que "las derechas y la extremas derechas siguen avanzando en su intento de destruir las democracias, en tanto solamente las izquierdas pueden empezar a pensar un nuevo modelo civilizatorio", en el marco de un intercambio de ideas que se dio en la primera jornada del ciclo de pensamiento "Proyecto Ballena", que se realiza hasta el domingo en el Centro Cultural Kirchner.

Con el pretexto de presentar su "Izquierdas del mundo, ¡Únanse!", el pensador estuvo acompañado por el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y la titular de Clacso, Karina Batthyanny, en una charla moderada por la presidenta de Télam, Bernarda Llorente, que fue transmitida a través del YouTube del Centro Cultural Kirchner y tuvo como ejes la crisis de las democracias, el colapso del modelo neoextractivista, la supervivencia de estructuras patriarcales y los desafíos de la educación, entre otras cuestiones.

En el inicio, De Sousa Santos trazó un panorama en el que retomó su caracterización de las democracias de baja intensidad, un proceso de larga data que se intensificó en los últimos meses. "La pandemia ha aclarado parte de nuestro dilemas y vulnerabilidades y nos ha dado la oportunidad de pensar un poco la fragilidad de las instituciones. Para mejorar estas democracias de baja intensidad que tenemos, deberíamos apostar a menos capitalismo, menos colonialismo y menos patriarcado", abrió la charla el autor de obras como "Una epistemología del sur" y "El fin del imperio cognitivo".

El sociólogo portugués inscribió a la actual crisis sanitaria por el coronavirus "dentro de otra pandemia como la pandemia del neoliberalismo, la pandemia de que no hay alternativa, la pandemia de la desigualdad trivializada y banalizada, el horror de las guerra irregular y la violencia del narcotráfico y de la corrupción del poder completamente naturalizadas por los antidemócratas como vemos en los gobiernos de Trump, Bolsonaro y muchos otros, como pasó también en Bolivia y en Ecuador de alguna manera".


De Sousa Santos instaló la necesidad de reformular algunas condiciones del régimen democrático y se refirió también al rol de los partidos de izquierda, sobre los que señaló que "no se han dado cuenta de que la gente está muy divorciada de la política convencional", por lo que se necesita "darle una nueva energía a la democracia representativa como democracia participativa".

Más adelante, el pensador de los movimientos sociales, advirtió sobre el avance de la derecha a escala global: "Los gobiernos de derecha como los de Estados Unidos, Inglaterra o Brasil ponen la economía por encima de la vida. Tenemos una Internacional de derecha fascista que está intentando controlar todas las comunicaciones, las redes sociales y los partidos políticos, y además produce noticias falsas sobre la pandemia como un modelo de desestabilización que está por todas partes".

"Es llamativo que a pesar de todos los desastres que han producido, los gobiernos de derecha en la pandemia no están perdiendo popularidad como se podría esperar. Trump a pesar de ser hacer ese desastre que ha generado con ese manejo completamente grotesco de la pandemia terminó con más de 70 millones de votos. Es impresionante cómo las derechas y la extremas derechas siguen avanzando en su intento de destruir las democracias. Por eso las izquierdas tienen que despertar antes de que sea demasiado tarde. Solamente las izquierdas pueden empezar a pensar un nuevo modelo civilizatorio", alertó De Sousa Santos.


Por su parte, la socióloga uruguaya Karina Batthyanny, secretaria Ejecutiva de Clacso, vinculó el análisis del ensayista portugués con un diagnóstico sobre la consolidación la incidencia de los movimientos y organizaciones de mujeres en la agenda pública. "La tensión principal en términos de la democracia y de la articulación de los movimientos sociales tiene que ver con la tensión entre mercado y ciudadanía, o dicho de manera más amplia, entre democracia y desarrollo económico -describió-. Lo que estamos viendo en estos momentos es como en este modelo económico capitalista, financiero y neoliberal se valora a las personas en relación al consumo y no como portadoras de derechos".

"Allí aparece entonces la cuestión de lo público y lo común como la esencia de la ciudadanía y de la democracia y colocando obviamente en primer lugar al mercado y debilitando los vínculos sociales colectivos. En el caso de las mujeres, todavía invisibilizando más el aporte que realizamos como mujeres desde siempre, división sexual del trabajo mediante, en el ámbito reproductivo y en el ámbito cotidiano. Y a la vez mostrando cómo es el carácter estructural de la dominación en el patriarcado. Esos ámbitos reproductivos que fundamentan los contratos de género entre varones y mujeres en el marco de esa división del trabajo tan conservadora y tan tradicional por cierto", evaluó.

Más adelante, el ministroTrotta señaló que "la pandemia ha iluminado la desigualdad más que nunca" ya que "los pobres en el continente más desigual del mundo no nacieron con la pandemia sino que venían de antes".

"Hoy tenemos que remarcar que han existido a lo largo del siglo XX y del siglo XXI procesos políticos que tenían la voluntad de construir mejores realidades y de procesos políticos que consolidaron modelos de exclusión y pobreza. Argentina lo ha vivido de manera muy marcada -analizó Trotta-. Se nos presenta la oportunidad de reinterpretar las nuevas demandas de muchos sectores sociales que ganaron en derechos. Y ahí nuestra escuela tiene una enorme responsabilidad en reconfigurar la sociedad del derecho en cuanto a lo productivo y lo laboral sino también la transformación cultural de nuestra sociedad".

El titular de la cartera educativa aseguró también que "el gran desafío que tiene la escuela argentina y de América Latina es enfrentar la desigualdad", en tanto tiene que "garantizar derechos que hoy no están garantizados en los hogares, remarcando también que lo que ocurre en las cocinas afecta los aprendizajes, porque los países que rompen la herencia intergeneracional de pobreza son sociedades igualitarias, no necesariamente las más ricas del mundo".

Fuente Télam