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01/08/21

La Selección de básquet venció a Japón y todavía sueña

La Selección Argentina de básquet consiguió el triunfo que tanto necesitaba para seguir con vida en los Juegos Olímpicos y avanzar a cuartos de final, donde enfrentará a Australia o Francia. Fue 97-77 sobre Japón este domingo por la madrugada, con muy buenos desempeños en el primer y último cuarto para quedarse con el tercer puesto del grupo ante un rival que también tenía chances de clasificar.



Los dirigidos por Sergio "Oveja" Hernández estaban obligados a ganar para conseguir una vida extra en el certamen tras las preocupantes caídas iniciales con Eslovenia y España. Con 4 puntos y una diferencia de gol de -8, Argentina quedó como una de las dos mejores terceras que pasan de fase, junto a Alemania (-16) y por delante de la eliminada República Checa (-49). Para conocer a su próximo rival, habrá que esperar al cierre de la fase de grupos con el duelo entre eslovenos y españoles desde las 5.20 y el posterior sorteo.

Campazzo y Scola no estuvieron solos

El desahogo albiceleste en el Saitama Super Arena llegó de la mano de varias actuaciones altas, potenciadas por la muy floja labor del Japón de Julio Lamas. Facundo Campazzo fue el mejor manejando los hilos del partido y finalizó con 17 puntos (0/2 en dobles, 5/9 en triples y 2/3 en libres), 7 rebotes y 11 asistencias. Mientras que el máximo anotador resultó -cuándo no- Luis Scola, con 23 unidades (4/13 en dobles y 5/8 en triples) y 10 rebotes.

Pero además varios jugadores de rol tuvieron un verdadero partidazo, empezando por Nicolás Brussino, quien tomó el lugar del lesionado Patricio Garino en el quinteto titular. El santafesino sumó 8 puntos (1/3 en dobles y 2/5 en triples), 7 rebotes y 3 asistencias. Otros destacados fueron Marcos Delía (14 puntos, 7 rebotes) y Gabriel Deck (16 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias).

Un poco de sufrimiento

De todos modos, no fue un mero trámite el triunfo de la Selección. Al entretiempo, la ventaja era de sólo 8 unidades y, tras un comienzo alarmante del tercer parcial, llegó a ser de 4. Claro que la diferencia de jerarquía entre ambos elencos era algo dificil de compensar para los japoneses, quienes sufrieron la deslucida actuación de su gran figura, el NBA Rui Hachimura (13 puntos, 5/13 en dobles, 1/4 en triples, 4 pérdidas).

Argentina exhibió sus mejores pasajes en el inicio y en el cierre, donde sacó 18 de los 20 puntos de ventaja (26-16 el primer cuarto; 32-24 el último). Fue allí cuando se vio a un Campazzo muy cómodo, conectándose con Delía -sirviéndole la bola abajo del aro- y Scola, con muchas más variantes en el juego de pick y así volver locos a los japoneses sobre el cierre.

Puntos a mejorar

Claro que la dependencia de la Selección del tiro de larga distancia parece innegociable. Esta vez el saldo en triples fue de un 39 por ciento de efectividad (14 convertidos sobre 36 intentados, con 10/17 entre Campazzo y Scola), mucho mejor que el 25 por ciento de los partidos previos (15/61). Cuando el equipo se empecina en lanzar más allá del contexto se ve lo peor de su juego, sin movimiento de pelota y con tiros apresurados con la marca encima.

Para colmo, la defensa que fue un sello de autor en el subcampeonato mundial de China 2019 todavía no es una garantía. Durante varios pasajes del juego ante Japón, el quedo fue alarmante ante la táctica de cinco perimetrales de los nipones e incluso obligó a algún que otro tiempo muerto de Hernández para despertar a los suyos. "¿Estamos en un juego de las estrellas?", les espetó para dar cuenta de la fragilidad defensiva.

Lo que sí dio señales de vida ante Japón fue el amor propio, ya sea para ir en busca de pelotas inalcanzables o para recuperar otras yendo de cabeza al piso, como con la doble volada de Deck y Scola que terminó con un bombazo de Campazzo para prácticamente sentenciar la historia sobre el final. Y el detalle no es menor, ya que con el alma a flor de piel, la Selección siempre es candidata.

Guiños en la previa

La jornada había comenzado de manera inmejorable para la Selección, ya que necesitaba -sí o sí- de una goleada de Estados Unidos sobre República Checa y, de ser posible, una victoria -también abultada- de Australia sobre Alemania. Ambos resultados se le dieron: los norteamericanos ganaron por 119-85 mientras que los oceánicos lo hicieron por 89-76. Y Argentina finalmente no desaprovechó esos guiños del destino.

FUENTE TELAM