Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

16/01/22

El valor trascendental del Qhapaq Ñan, Patrimonio Mundial de la Humanidad

La declaratoria como Patrimonio Mundial no sólo es una revalorización y fortalecimiento de la identidad y la diversidad cultural, sino que a la vez se convierte en una posibilidad para generar iniciativas de desarrollo local, que contribuyan a la conservación del bien, del medio ambiente y a la mejora de las comunidades de las provincias involucradas.



"La Rioja tiene lugares donde se encuentran importantísimos sitios arqueológicos que son anteriores a los Incas. La conquista del Imperio Incaico tiene un desarrollo trascendental para la zona y según algunos historiadores, se sometía a la Tribu Diaguita para conseguir defensa de tribus del Sur, de Chile. La obra del Qhapaq Ñan es magnífica. El hecho de que haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad genera un prestigio muy importante, que tiene que ver no solamente con una designación a nivel mundial sino también con una identificación por parte de los habitantes del lugar, del valor de ese Patrimonio, y también lo que está sucediendo hoy por ejemplo en Chilecito, donde se está poniendo en valor la Tambería del Inca. Chilecito fue una de las capitales incaicas, la capital más austral del Imperio Incaico. El Camino del Inca que está en Famatina también tiene un valor trascendental porque aparentemente era un camino ceremonial y también servía para cruzar para el otro Valle. El hecho de que fuera un camino ceremonial también está muy relacionado con la idiosincracia y con la forma de vida del Inca", especificó Leopoldo "Poly" Badoul, presidente de la Cámara de Turismo de Chilecito y presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de La Rioja. 
 
A su vez, expresó: "cuando viene un turista dice la gente del Norte es muy religiosa. Justamente para la evangelización fue muy fácil el Norte, porque nuestros pueblos ya eran religiosos de antes de la llegada del español. Hoy día tenemos además de esa religiosidad heredada de los ancestros indios, el sincretismo que se produce en acontecimientos como el Tinkunaco, la Chaya misma o en las fiestas de cada pueblo, todos tienen ese carácter de mezcla de los indios y los españoles".   
 
La extensión del camino dentro de la Argentina comprende las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y Tucumán.
 
El Proyecto en este País, estuvo a cargo de la Secretaría de Cultura de la Nación, de la cual depende la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos, de la que deriva el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y 20 museos. La Dirección de Patrimonio creó una Comisión para el desarrollo del Proyecto Qhapaq Ñan que incluyó a otras instituciones que completan el marco multidisciplinario del proyecto, entre ellas: la etnohistoria, la antropología, las comunidades indígenas, el turismo, etc. Entre los organismos que participaron se encuentran la CONAE, la Comisión Argentina de Patrimonio Mundial, la Administración de Parques Nacionales, el SEGEMAR, el Ministerio de Planeamiento y sus organismos asociados, como la Dirección Nacional de Arquitectura.
 
En Doha, Qatar, una cumbre de la UNESCO declaró Patrimonio Mundial al Qhapaq Ñan, el sistema vial andino que es herencia de la época de esplendor del Imperio Inca. El camino recorre seis países: Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Los seis se unieron para hacer una inédita presentación conjunta que recibió el apoyo unánime por parte de los 21 integrantes del Comité de Patrimonio de la Unesco.
 
El Qhapaq Ñan-Camino Principal Andino es un sistema vial, que involucró centros poblados, almacenes, puestos de control y que constituye la obra tecnológica más importante de la América prehispánica. En su apogeo recorrió 23 mil kilómetros (aunque algunos investigadores estiman hasta 55 mil) y ya ha sido objeto de investigación arqueológica e histórica. Hoy sólo quedan algunos vestigios, de los cuales 690 kilómetros forman parte de la presentación realizada por los países latinoamericanos y que fue reconocida por la Unesco, el organismo de las Naciones para la Educación y la Cultura.
 
Para la postulación internacional, se unieron por primera vez seis países. Perú fue el que tuvo la iniciativa, en 2002, y luego se sumaron Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.