
El 31% de los hogares con niñas, niños y adolescentes en Argentina no logra cubrir sus gastos mensuales, aunque se observa una mejora respecto de 2024 (48%). El dato corresponde al informe de UNICEF que analiza la situación de la infancia y la adolescencia en Argentina.
El 31% de los hogares con niñas, niños y adolescentes en Argentina no logra cubrir sus gastos mensuales, aunque se observa una mejora respecto de 2024 (48%), de acuerdo con la 9na Encuesta de UNICEF Argentina que analiza la situación de la infancia y la adolescencia en Argentina. La mejora de los ingresos se registra especialmente en los sectores más vulnerables.
Con el fin de obtener una radiografía actualizada de la situación de la niñez y adolescencia, UNICEF Argentina implementó una nueva ronda de la Encuesta Rápida a hogares con niñas, niños y adolescentes (agosto 2025).
Durante el primer semestre de 2025, el 46,1% vivía en condiciones de pobreza y el 10,2%, en condiciones de pobreza extrema (EPH-INDEC). Estas cifras evidencian una significativa mejora, mostrando que la pobreza infantil se redujo en 21 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2024 y la indigencia 17 puntos. La misma tendencia, aunque más moderada, se observa respecto a 2023 (-11 puntos y -4 puntos, respectivamente).
A pesar de esta recuperación, la pobreza monetaria todavía afecta a 5,5 millones de niñas y niños y la pobreza extrema a 1,2 millones.
En un contexto de reducción de la pobreza infantil y adolescente, los resultados del estudio muestran una recuperación en los ingresos de los hogares en donde viven chicas y chicos y un mayor acceso a bienes y servicios básicos, pero también nuevas alertas vinculadas al endeudamiento y al bienestar adolescente.
En consonancia con la evolución de la pobreza extrema, el acceso a alimentos también experimentó una recuperación respecto de 2024. Sin embargo, todavía aproximadamente 30% de los hogares en donde viven chicas y chicos debe restringir el consumo de alimentos por falta de dinero (versus un 52% en 2024).
Esta situación se expresa de manera diferencial en los diversos sectores sociales: la proporción de quienes tuvieron que dejar de comprar alimentos por falta de dinero asciende a 45% en hogares con AUH y a 37% en los hogares monoparentales con jefatura femenina. El 84% de los hogares que dejaron de comprar alimentos, restringieron la compra de carnes, 50% de frutas y verduras y 42% de lácteos. Si bien también se observa una mejora respecto al año anterior, aproximadamente 800 mil niñas y niños deben dejar de hacer una comida diaria por falta de recursos. Este grupo representa la situación de privación más extrema. En el caso de los adultos, se redujo a la mitad la proporción de quienes deben saltearse una comida diaria, pasando de 30% a 16%
El bienestar de los hogares donde viven niñas y niños se encuentra directamente asociado a las condiciones y al contexto socioeconómico. Es decir, frente a cambios en variables como la inflación, los ingresos o el empleo, las condiciones de vida de la población se ven afectadas. Sin embargo, existen determinadas situaciones que se muestran menos sensibles al contexto y se mantienen constantes en el tiempo independientemente de las coyunturas.
Los resultados de la Ronda 9 de la Encuesta Rápida ponen en evidencia que el incumplimiento de la cuota alimentaria sigue afectando a más de la mitad de las madres que deben recibirla (52%), sin observarse modificaciones a lo largo de los años, más allá de los cambios que puedan experimentar los ingresos de los hogares. Esta situación se eleva a 63% de las madres si se considera a quienes no la reciben de manera regular. Esto genera, junto con otros factores que la incidencia de la pobreza infantil se presente de manera más profunda en estos hogares: casi 10 puntos por encima del promedio de hogares con chicas y chicos. Asimismo, respecto a los motivos de incumplimiento de la cuota alimentaria, se destaca la falta o mala relación del padre con la madre y/o con los chicos (más de la mitad de los casos). En un 23%, se destaca como principal motivo, la falta de trabajo o insuficiencia de ingresos de los padres.