Destacan mural que representa la obra social y religiosa de Angelelli
03/08/17
ULAPES (especial)-El mural, diseñado y realizado por el artista plástico Rodolfo Carmona, fue inaugurado el 27 de noviembre de 2016 en la cara externa de la pared sur del viejo templo de Ulapes. A través de sus 16 imágenes representa los hechos más destacados de la obra social y religiosa de Monseñor Enrique Angelelli.
Plasmado sobre la cara externa de la pared sur del viejo templo de Ulapes, el mural tiene una superficie de 80 metros cuadrados (20x4) y está integrado estéticamente al Paseo “El Buen Pastor”.
La obra pertenece al artista plástico Rodolfo Carmona y fue inaugurada el 27 de noviembre 2.016 en oportunidad de la visita del Santo Patrono San Nicolás de Bari y con la presencia del obispo de la diócesis riojana, Marcelo Colombo.
A través de tres segmentos, y 16 imágenes, el mural refleja los hechos más sobresalientes de la obra social y religiosa de monseñor Enrique Angelelli.
El primer segmento se refiere a la época en la que se desempeñó como obispo auxiliar en Córdoba; mientras que, el segundo recuerda su actividad como obispo de la diócesis riojana, etapa que estuvo marcada por la confrontación con la aristocracia social de la provincia, su aporte a la organización de los movimientos obreros y su atención a los más necesitados. El tercero, y último segmento, muestra la trama diseñada por el Poder Constituido para asesinarlo.
En cada escena la línea va modificando su grosor y su color. En momentos tensos de la vida de Angelelli se presenta dura, filosa y angulosa, como espinas, y en las situaciones de contacto con el pueblo se modula, se hace suave, curva. El color también realza esta intención, pasando del amarillo luminoso a los anaranjados y tiñéndose de rojo sangre al final.
DE MANERA CRONOLÓGICA
En la primera imagen se puede ver a monseñor sobre una bicicleta, símbolo de su sencillez y humildad constante. En la pintura siguiente se encuentra junto a los obreros de Córdoba y convocando a los empresarios a ayudar a los más necesitados cuando corría el año 1963.
La tercera y la cuarta imagen exhiben a un Angelelli que descubre las condiciones de explotación en la que las canteras de cal de Yocsina tienen a sus obreros, como así también su unión con la Juventud Obrera Católica.
Las pinturas posteriores muestran su ingreso a la ciudad de La Rioja y su encuentro con un pueblo abandonado, desprotegido, marginado y explotado al que abraza, contiene y organiza.
Su obra, que incluyó la apertura de escuelas y de los sindicatos de obreros rurales de San Blas de Los Sauces, Famatina y Aminga, quedó plasmada en el séptimo dibujo, donde además se demuestra el poder de algunos privilegiados que administraban el agua para riego.
La figura de un canillita con un periódico en el que se lee “la Campaña de los Cruzados” marca la persecución a obreros a los que se los acusaba de comunistas y subversivos, y de obedecer al “obispo rojo”. Asimismo en la octava imagen se distingue el ataque que sufrió la Sede del Movimiento Obrero.
En el noveno y en el décimo recuadro el artista representó a la cooperativa de trabajo CODETRAL de Aminga y la represión policial a obreros que reclamaban sus derechos.
A continuación el transeúnte se encontrará con la Catedral Riojana y en su atrio colocados para una postal los integrantes de la sociedad aristócrata riojana, en clara oposición a la primera Misa de Gallo que ofició Angelelli bajo un algarrobo, en un barrio humilde, el 24 de diciembre de 1971.
La decimotercera imagen rememora los asesinatos en 1976 de los curas Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville y del laico Wenceslao Pedernera, compañeros de predica y de lucha de Angelelli.
Ya en el tramo final del mural cuatro “jinetes del Apocalipsis”, que representan la parca, la policía, a los militares y a la burguesía riojana, atacan a monseñor provocándole la muerte. El pueblo llora con inmenso dolor y los titulares de la prensa reproducen que “falleció en un accidente”.
En el último dibujo un niño corre el velo de la realidad y deja al descubierto la verdad. La Cámara de Casación Penal condena a Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella a cadena perpetua por el homicidio de Monseñor Angelelli. (Colaboración Oscar Tello).