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22/03/21

A 45 años del Golpe Cívico Militar (Marzo 1976 – 2021)

A 45 años de aquella larga y oscura noche del 24 de marzo de 1976, seguimos con la misma sensación, la historia solo avanza por su lado malo.



 

Por Guito Vergara Subsecretario de Derechos Humanos Municipalidad Capital

 

Pareciera que las torturas, los secuestros, los presos, los 30.000 desaparecidos, los vuelos de la muerte, el saqueo del estado nacional, la entrega de la soberanía, la complicidad de gran parte de la población con su silencio, escondida en aquella nefasta frase: “algo habrán hecho”, todo ello, como sacrificio y dolor, no ha sido suficiente para calmar las penas y desterrar la ignominia para comenzar construir una patria justa, libre y soberana.

 Por lo que apreciamos, el Nunca Mas no aviso a la conducta de la diligencia política de las consecuencias de la tragedia del golpe de estado, seguimos sin encontrar el camino de la concordia que nos acercara a la democracia plena. Los errores y los abusos se repiten al margen de la desdicha del golpe y sus recuerdos, erosionando a la vez irresponsablemente las bases del sistema democrático.

El filósofo alemán Friedrich Hegel afirma en una subjetividad, de que la historia siempre avanza por su lado malo, por cierto, la posición de Hegel sobre la historia implica dominación absoluta y la dominación necesariamente termina en la violación de los derechos humanos. O sea, la tragedia. Por ello, disentimos humildemente con Hegel y con la apreciación y de que la historia siempre avanza por su lado malo. La Argentina vivió momentos históricos muy buenos.

 Hoy a 45 años de aquel abismo perpetuado contra el pueblo argentino, por el proyecto de la dependencia, debe ser el punto de partida, debemos estar convencido de iniciar una etapa que permita discutir qué país queremos. Asumir la responsabilidad de reconstruir con lo mejor de nuestras experiencias políticas, fundada en la unidad popular, en torno de un proyecto de convergencia nacional, que sostenga la reivindicación por la igualdad de oportunidades, la independencia nacional, la justicia social.

El mejor reconocimiento a nuestros desaparecidos, presos y héroes de Malvinas, es la construcción de un Proyecto de Nación, una estrategia para el futuro y una política concreta para el presente. De la democracia como freno de los absolutos. No podemos seguir tolerando la corrupción, la pobreza lacerante, la desocupación, la inseguridad, las adicciones, la confusión de lo público con la privado, el autoritarismo, la justicia amañada etc.

Hoy en esta fecha de tanto dolor, recordando a nuestros compañeros y compañeras, debemos hacer el compromiso impostergable de construir algo nuevo, una verdadera alternativa, profundamente patriótica, edificada desde abajo, fundada en valores humanista y con vocación de poder, capaz de liderar una propuesta creativa, transformadora, integrada a todos los países del mundo.

En un país como el nuestro con tantas riquezas naturales, con una geografía extendida y generosa, uno de los principales productores de alimento y con un nivel de consumo total que permitieran sostener a más de cien millones de habitantes por encima de la situación de pobreza, no podemos permitir el cachetazo a la dignidad que supone saber de la muerte sistemática de niños por razones evitables, o de los millones de compatriotas pobres o en una situación de calle, de hambre y exclusión.

Es sin lugar a dudas la más grande y fragante violación a los derechos humanos. Finalmente, un ejercicio propio de memoria de muestra la historia del genocidio contra el pueblo argentino: Aniquilación  de los indios por la colonia. De los negros por la guerra de la Independencia. La de los montoneros del interior por la bárbara civilización. La masacre de la Patagonia rebelde (1919). La de los obreros de la forestal. Los de la década infame. Los bombardeos de 1955. Con la revolución fusiladora (1955). Los fusilamientos de Trelew. Ezeiza. La furia de la 3 A. El golpe de 1976.