
05/05/21
Hace tiempo en mi cabeza sigue haciendo ebullición el tema de género, término empleado ante las más diversas situaciones, y que es objeto de críticas, burlas, teorizaciones.
Por Nicolás Antonio Díaz - Docente UNLaR
No centraré la atención en las estadísticas dolorosas de femicidios, travesticidios o transfemicidios, sino en algunas reflexiones de acuerdo a lo observado este tiempo. Desde mi subjetiva forma de apreciar lo que acontece y la formación pertinente.
El “Género” se refiere a los atributos sociales y las oportunidades asociadas a ser hombre o mujer, y las relaciones entre mujeres y hombres, niñas y niños. ... El “hombre” y la “mujer” son categorías sexuales, mientras que lo “masculino” y lo “femenino” son categorías de género –Gobierno de México 2016-Argentina, dio varios pasos más adelante reconociendo sujetos plenos de derechos, con otras identidades, fuera del par binario. En la nota publicada en este medio de prensa en el año 2011, bajo el título Una Cuestión de Genero, planteo una posición que sigo sosteniendo y una propuesta de creación de una Secretaria de Géneros y en el 2014 en diferentes conferencias la creación de un Ministerio de Géneros con el propósito de incluir, repensar en función de los nuevos paradigmas que responden a viejas problemáticas y deudas socio-histórica.
Sin volver al escrito mencionado, considero partir de la relación directa que generalmente se establece y se definió como el deber ser, como la norma:
Genitales femeninos =identidad femenina =conducta femenina = deseo de pareja masculina
Genitales masculinos =identidad masculina =conducta masculina = deseo de pareja femenina
Quedando fuera de esa lógica las otras posibilidades de ser, otras identidades.
El psicólogo Jhon Gray en su libro Los Hombres son de Martes y Las Mujeres Son de Venus (1992) plantea las diferencias que existe en la forma de vincularnos y percibir las relaciones de acuerdo a cada sexo, señalando las principales barreara que nos impiden comprender al otro/a en una relación de pareja y señala sugerencias para salvar estos obstáculos. Continúa en esa lógica occidentalizada incluso hasta el jugar con supuestos atributos originados por esos planetas como cuestiones antagónicas: fuerza-lucha-raciocinio, amor-fragilidad-afectividad. Queda claro sus aseveraciones en la siguiente síntesis: Las mujeres quieren que los hombres escuchen mientras que los hombres buscan solucionar problemas. Los hombres se sienten más motivados cuando se sienten útiles, mientras que las mujeres se sienten inspiradas cuando se sienten queridas. Las mujeres y los hombres se comunican de forma diferente y asignan significados diferentes incluso a las mismas palabras.
En ese razonamiento nos educamos y construimos aprendizajes para luego relacionarnos. Soy de esa vieja escuela y adhiero de alguna manera a lo planteado, más allá que muchos/as nieguen esta posibilidad. No obstante siguiendo con este juego de atributos planetario para cada género dentro de la heteronorma, me permito pensar que entre Marte y Venus esta la Tierra, nuestro planeta azul que tiene características propias, habitada por venusianas ,marcianos y otras especies que hacen o no una apropiación de las cualidades de sus vecinos. Es decir sujetos diversos con una historia, cultura y potenciales que no pretenden identificarse en ninguno de esos dos planetas que refiere el autor, sino construir lejos de esas pretensiones sus vidas.
Los cuerpos son como lienzos sobre los cuales se irán configurando discursos y mandatos sociales e institucionales definiendo el comportamiento para cada sexo-genero.Los modelos rígidos de masculinidad centrados en el sexismo han promovido graves problemas de comunicación y ejercicio de violencia , de este modo ser gay se convierte en una traición al género masculino y lesbiana al género femenino. Curiosamente en esta complejidad de relaciones surge en contraposición al machismo un hembrismo que busca igualdad de condiciones pero con la impronta avasalladora de su extremo; y como punto culmine e intolerante encontramos la misoginia y su antónimo la misandria dos caras del mismo acto llamado violencia.
Ciertos estereotipos comienzan a reflejar fisuras y esto permite analizar dimensiones que eran invisibilizadas, reflejando cuestiones de poder, familia, relaciones laborales, sexualidad, autopercepción, empoderamiento, participación, identidades, proyectos personales, intereses, elecciones, opacidad en los vínculos, violencia explícita o subyacente, entre otras.
Salvar vidas:
Quienes trabajamos en ámbitos de formación es necesario reconocer y respetar a ese sujeto que es diferente desde una mirada integral y no sesgada por nuestros propios prejuicios. Estamos para salvar vidas y no para salvar almas, eso se realiza desde otros lugares. Con lo cual quiero decir que el exceso de cierta moral religiosa no debe trasladarse a los ámbitos laborales y académicos. El infierno merecedor por un Dios castigador del medioevo que centra su atención en la genitalidad, en las diferentes formas de expresión de la sexualidad humana que se aleja de los pares binarios sigue persistiendo. Interesa de manera obscena saber la orientación sexual de las personas, sus inclinaciones, elecciones, y que partes de su cuerpo emplea con frecuencia en una relación de pareja.
Los medios de comunicación promovieron sin pudor la exacerbación de la vida íntima de las personas, tomando solo aquello que vende (sexo-elección sexual-cuerpos) dejando de lado al “producto exprimido/a” porque apareció un nuevo entretenimiento con un nombre de fantasía para saciar su necesidad de rating y escándalo. Importa más esta cuestión de identidades/genero movilizando una comunidad que temas estructurales como la corrupción, extranjerización de los recursos, desterritorializacion, extractivismo indiscriminado, desforestación, impunidad, inseguridad, endeudamientos generacional, hipoteca del patrimonio nacional, esclavitud laboral, narcotráfico, red de pedofilia, entre miles de problemáticas dignas de atender porque atentan contra la vida misma generando empobrecimiento, marginación, desafiliación del sistema, vulneración de derechos, indigencia y la muerte silenciosa en los márgenes sin que nadie establezca una relación de causalidad.
La naturaleza, la cultura y sus expresiones:
Escucho sorprendido con cierta liviandad la apelación a discursos biologista diciendo que somos pares cromáticos XX u XY, y con preocupación XXY. No obstante ese reduccionismo solo apunta al soma, y desconociendo u obviando dimensiones sociales-culturales- históricas- geográficas-psicológicas- espirituales. En este sentido solo me queda recurrir al libro de Bruce Bagemihl biólogo, lingüista y escritor canadiense, quien plantea en Exuberancia Animal: homosexualidad animal y Diversidad Natural, la existencia de conductas sexuales igual que los humanos. Podría incluso entrar en debate el termino homosexual ya que está impregnado de una carga moral (moralina) que no debe ser cuestionada o conceptuada como tal en el reino animal, pero existe.
Sin entrar en discusiones que hablan de ideología pretendo compartir otras miradas, otras formas de vida existentes en el planeta azul tan intensas como es el mismo ser humano. El fugaz recorrido que presento a continuación no es exhaustivo, acabado, ni totalizador (no me gustan los juicios que pretenden ser totalizadores) sino una forma de apreciar con luces, colores y sombras lo que acontece en este planeta:
* Islas Lesbos (Grecia): Safo fue una mujer inteligente, culta, rebelde y libre, quien tuvo que pagar por ello el destierro, el exilio en la isla mencionada donde se registran sus producciones poéticas. Considerada por Platón como la décima musa. Nació en Siglo VII A.C. Reconocida por sus escritos eróticos dirigidos a otras mujeres, especialmente el poema dedicado a una de sus discípulas “El adiós a Atthis”.
*Las Hijras: (India, Pakistán, Bangladesh) Son los Hijras, una comunidad de transexuales, eunucos y andróginos, que no es la única en este inmenso país; se perciben como un tercer sexo. Muchas de ellas emasculadas en honor a la Diosa Bahuchara Mata que tiene su templo en Guajarat.
* Sadhin (Himalaya): mujeres que visten y trabajan como hombres, mantiene su nombre femenino y renuncian al matrimonio. Llevan el cabello muy corto. Desempeñan tareas masculinas productivas (arar, segar, criar ovejas, procesar lana) de las que las mujeres suelen quedar excluidas. También desempeñan trabajos femeninos., las sadhins adultas pueden sentarse con los hombres y también fumar la pipa de agua y cigarrillos, que son comportamientos claramente masculinos
*Las Kathoey (Bangkok, Indonesia): consideradas mujeres y otros las ubican en categorías de un tercer sexo/genero, Es el término usado en este país para designar a las travestis y a las transexuales que también se denominan a veces como ladyboys.
*Las Vírgenes Juradas (Los Balcanes): visten con ropa de hombre, ocupan ciertos lugares en la vida social que son propios del hombre, trabajan como tal.
*Las Fa´afafine (Samoa): en la cultura polinesia, según la Asociación Fa’afafine de Samoa, ha formado parte de la vida de la isla desde tiempos inmemoriales. Promueven su liderazgo en causas humanitarias y la realización de funciones de asistencia, como la de cuidar a los ancianos. Su rol es muy parecido a las Muxes Zapotecas en México, Rae Rae o Mahu en Hawái. La familia es quien en todos los caso intuyen, observan, definen que niño tendrá el rol de Fa’afafine o Muxe en cada cultura de acuerdo a sus inclinaciones al género. Cumplen diferentes roles de acuerdo a su nivel de formación/capacitación siendo la asistencia social de los padres, hermanos ante situaciones especiales (vejes, enfermedad, problemas económicos). Es decir existe una función y licencia social para ellas”.
*Los indígenas de América del norte señalan que antes de la colonia, los nativos americanos reconocían 5 géneros. Distintas tribus como los Navajo, los Cheyenne y los Cherokee utilizaban el término "gente de dos espíritus" antes de las imposiciones morales cristianas que llegaron con la Conquista. Entre ellos “mujer con corazón de varón, dos espíritus, mitad hombre, mitad mujer (ver Nayo Aragón I Redacción mulera)
*Sin olvidar en esta línea histórica los pampayruna masculinos (existía con ese mismo nombre mujeres, es decir prostitución con ese término) que vestían enaguas, eran tratados con ciertos privilegios, y gozaban de popularidad en el Imperio. Por ejemplo, además de permitirle vivir en los templos, el pago que ellos recibían era mayor al de una pampayruna mujer (ver Federico Andahazi: Pecar como Dios manda, historia sexual de los argentinos).
No se debe desconocer que es una análisis anacrónico y términos como los actuales (lgbtq, o feminismo, machismo,) no existían ni tampoco es necesario meterlos a presión en corpus teóricos, sino simplemente conocer su existencia histórica y cultural, me refiero a las últimas mencionadas en la lista.
Desde mi subjetividad:
Si se naturaliza en lo cotidiano, epítetos creados desde un lenguaje sexista y se lo emplea dentro del mismo género para tratar a otros o auto referenciarse ( por ejemplo yegua, puta, torta, marica, prostituta, puto) significa que la descalificación creada por la hegemonía continua operando en aquellos/as que demandan igualdad de trato. Cuanto más nos acercamos a pronombre descalificativos más nos alejamos de las posibilidades de comprender al ser humano que se encuentra detrás de cada etiqueta asignada cargada de prejuicios y motes.
Construir democracia es dar la posibilidad a todos los ciudadanos de expresarse y sentirse plenos en una relación que involucra derechos y obligaciones. Pedir tolerancia y ser intolerante en un aprendizaje duro cuando están exacerbadas las emociones, la hegemonía sigue presente, la comunicación solo referencia intereses y no un proyecto que contemple a todos.
Estamos en una dialéctica continua y en ese transitar es necesario adoptar criterios que permitan comprender universos posibles que abriguen las personas en este planeta tierra. Crear puentes, romper estereotipos, vivir plenamente y no en reductos, evitar los guetos que tanto daño hicieron a la humanidad aunque vengan maquillados de igualdad.
Somos expresiones de la naturaleza pero atravesados por la cultura que de alguna manera moldean el carácter y los instintos. En esas expresiones natu-culturales todo es posible, crear, recrear, aprender, compartir, vivir, dejar vivir, y evitar señalar la vida ajena desde los propios marcos axiológicos, desconociendo las cargas que soportan. No todo es como lo vemos o nos pretenden hacer ver. No todo está otorgado, cerrado, terminado, sino que están dadas las condiciones para aprender a movemos de la tranquilidad que brinda el sillón de la verdad absoluta, solo requiere respeto y valor para aproximarse a dimensiones diferentes cargadas de humanidad y potenciales.
A continuación reflexiono en voz alta y comparto miradas que pueden estar o no de acuerdo, pero sigo en mi camino alejándome de los dogmas, doctrinas e ideologías para permitirme pensar en libertad. En apretada síntesis planteo:
*No existe una sola forma de ser mujer, de ser hombre, de ser del colectivo trans, de ser humano.
*Los hijos gays nacen de una relación heterosexual.
*Tener un hijo no significa estar dentro del par binario.
*Los hijos/as no vienen con el chip del cisgenero, sino que los mismos construirán su identidad.
*La heterosexualidad no garantiza la felicidad ni la fidelidad. Las disidencias sexuales tampoco
*Ser padre/madre no garantiza la heterosexualidad de los progenitores, sino que muchas veces es la resultante de la presión social. Los roles de madre/padre no son sinónimos de heterosexualidad, sino que también son ejercidos históricamente por otras formas de familias que escapan a las denominada familias tipo, es decir sistemas tan amplios y diversos que cumplen con esas funciones.
*Tener un hijo sensible, afeminado, o una niña varonera, audaz, aguerrida no significa que su elección sexual futura será dentro del mismo género. Errores de muchos mayores que se refleja en castigos disciplinarios para reencausarlos en las normas socialmente establecidas.
*Los niños deben ser felices, también aprender a frustrarse y ser educados en un género. Es necesario respetar sus inclinaciones a una edad que puedan expresar sus sentimientos, emociones sin presión y construyan su identidad de acuerdo a lo que acontece en su interior. No permita que deseos de terceros influyan en sus decisiones.
*Tampoco es el fin del mundo enterarse que su hijo/a manifiesta una sexualidad diferente a la heteronorma. El fin del mundo llega para las chicas/os trans al expulsarlos del hogar obligándolos a la prostitución para sobrevivir, a situaciones de vejaciones y violencia por parte de sus clientes que los toman como objetos sexuales, el suicidio como única salida. Sueños rotos, cuerpos ultrajados, proyectos inconclusos, forman parte de la triste estadística que refleja la esperanza de vida menor a los 35 años para este grupo humano.
*Educar a los hijos en el amor, respeto, interés por las ciencias, el arte, independencia, espiritualidad, para una nueva humanidad que involucre en su desarrollo a todos.
*No existe una sola forma o modo de ser mujer, hombre, trans, o gay, sino que es una síntesis del transitar en la vida, la impronta psicológica, las experiencias, el determinismo cultural, las influencias de los contextos cada vez más globalizado.
*Sobre el Individualismo y hedonismo como pilares en la vida es difícil entablar y sostener una relación afectiva de pareja. Disfrazados de libertad ambos términos calan hondo en estas generaciones sin distinción de géneros.
*Explorar en toda familia el árbol genealógico es un ejercicio necesario y sanador para reconocer a ese otro que está cargando prejuicios, perjuicios históricos. Nadie escapa a la posibilidad de gestar, tener un pariente que viva reinventándose cada día para evitar el dolor de estar fuera de la heteronorma.
*La naturaleza se inscribe en cromosomas XX o XY, lo que no determina en su totalidad conductas y preferencias sexuales. Un cuerpo sexuado de un adulto tiene múltiples posibilidades de conductas sexuales, dependiendo de sus experiencias y aprendizajes.
*La diversidad sexual también está presente en las personas con discapacidad, en la llamada tercera edad, tema invisibilizado, negado al considerarlos ciudadanos asexuados, de tercera categoría, improductivos desde ciertas lógicas socio-económicas.
*Poner a todos los hombres, mujeres y las disidencias sexuales bajo juicios totalizadores negativos como (perversos, violentos, pasivos, locas, histéricas, etc.) con pretensión universal es una falacia.
*La violencia está presente en todos los géneros, respondiendo a inseguridades, dispositivos psicológicos, configuraciones sociales, aprendizajes, mandatos familiares, aunque solo se visualice en algunos.
*Los femicidios se manifiestan en su mayoría dentro de relaciones heterosexuales.
*Los transfemicidios producto de la intolerancia y abuso de poder. Por lo general hombres /clientes/odio.
*La misoginia existe. La misandria también.
*Existen ciertos colectivos donde se habla de inclusión, pero solo algunos son los que pueden subir, permanecer, el resto de los compañeros/as mira desde la vereda
*Hablar con un supuesto lenguaje inclusivo no implica tener empatía, actitudes, ni conductas inclusivas con los diversos sino un adorno en la forma de decir y del no hacer.
*La violencia en sus diferentes expresiones (intolerancia, discriminación) también está presente dentro del “colectivo" que solicitan igualdad.
*No todos los que se suman a las teorías y discursos de genero les interesa la amplitud de criterios, mirar más allá del horizonte, algunos/as lo ven como un trampolín.
*Sororidad, palabra verbalizada con frecuencia que requiere terrenos fértiles para enraizarse.
*Fraternidad, término que busca abrazar a nuevas generaciones sin condenar, encontrarse en las nuevas masculinidades es un desafío.
*Fraternidad y sororidad no son sinónimos de complicidad.
*Empatía es un término que nos permite comprender al otro/a inmerso en determinadas situaciones. Sucede que somos poco empáticos cuando no responde el afectado/a a una determinada área geográfica, no comulga con nuestras filosofía e ideología, no pertenece a la misma clase social, está fuera de las categorías aprendidas, es decir empatía a la carta y electiva.
*Persiste una ruta del escarnio y el disciplinamiento para las mujeres y población lgbtq, cuando realizan denuncias ante casos de violencia masculina sobre su integridad física-psíquica-emocional.
*Persiste una ruta de la burla y vergüenza para los hombres que denuncian violencia física, verbal o psicológica hacia ellos por parte de mujeres.
*No todo lo que acontece en la vida pública necesariamente tiene q pasar por el filtro de género.
Mientras muchos persistan en volver a una inquisición aggiornada con la tecnología, fomentada por medios de comunicación, otros prefieren disfrutar la libertad, la vida con alas de colores desafiando la estrechez de corazón; yo prefiero en mi pequeña finitud, seguir escuchando a Gina María Hidalgo cantando Amar Amando, y esperar la creación de un espacio democrático inclusivo equitativo, ágil, humanizado, como es el Ministerio de Géneros, que albergue y responda las necesidades de quienes concurran a pedir ayuda. Un Ministerio que este a la altura de las desmamadas actuales con la apertura necesaria para comprender la complejidad de las relaciones vinculares y los actos de violencia.
Bibliografía:
*Gray, John Los Hombres son de Martes y Las Mujeres Son de Venus. Editorial Océano (1992).
* Bagemihl, Bruce Exuberancia Animal: homosexualidad animal y Diversidad Natural. 1999.
* Aragón, Nayo, Antes de la colonia los nativos americanos, https://redacción.la mula.pe 2016.
* Andahazi, Federico Pecar como Dios manda, historia sexual de los argentinos. Editorial Planeta 2016
*Díaz, Nicolás Antonio Una cuestión de género, Diario Independiente 2011.