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Inquilinas hallan cámaras ocultas en ventiluz de sus departamentos

Dos jóvenes denunciaron haber sido grabadas en secreto dentro de sus departamentos en un complejo del barrio Luis Vernet, donde hallaron cámaras ocultas conectadas por Wi-Fi y con miles de videos almacenados. El propietario, José Aguilar, es señalado por las estudiantes, quienes aportaron el material a la Fiscalía y abandonaron el lugar por temor.



Una joven estudiante —identificada como A— denunció que descubrió una cámara oculta dentro del departamento que alquilaba en un complejo ubicado en calle Carlos Gardel 9050, en el barrio Luis Vernet. “Prendí la linterna del celular y vi un reflejo raro en el ventiluz que está arriba de mi cama. Ahí me di cuenta de que era una cámara”, relató en diálogo con este medio. El hallazgo derivó en una denuncia en Fiscalía en contra del propietario, José Aguilar, quien alquilaba únicamente a mujeres y tenía copia de las llaves de todas las unidades.

El hecho ocurrió el miércoles 26 de noviembre, alrededor de las 2 de la madrugada. A. explicó que inicialmente pensó que se trataba de otro objeto: “Quería creer que era cualquier cosa menos una cámara. Pero al otro día la saqué y tenía una memoria llena de videos del mes: se me veía acostada, cambiándome, durmiendo. Grababa todo el tiempo”.

En esa tarjeta había más de 4.000 videos. Al contactar a las demás inquilinas, otra joven encontró una segunda cámara con 4.700 registros, algunos de ellos íntimos. “Cuando les conté a las chicas, otra fue a revisar y también tenía una cámara escondida en el ventiluz. Y una tercera no encontró el aparato, pero sí el cableado y la cinta. Eso significa que él entró y la sacó”, añadió.

Las jóvenes señalaron que los dispositivos estaban conectados por Wi-Fi. “Podían vernos en vivo. Eso nos dio muchísimo miedo, porque él estaba en el complejo cuando todo pasó y tenía llaves de todas las viviendas”, expresó A.

Las cámaras, tarjetas de memoria y todo el material fueron entregados a la Fiscalía. La joven detalló un elemento clave: Sospecha que“ en la cámara que me grabó a mí apareció vinculada una cuenta de Google con fotos de él. Eso me confirmó que era él”.

Tras realizar la denuncia, ninguna de las jóvenes recibió medidas de resguardo inmediatas. “Nos dijeron que no podían notificarlo todavía y que debían esperar una orden. Por eso decidimos irnos todo ese mismo día. No nos íbamos a quedar ahí sin protección”, explicó. A. aún debe volver a retirar sus pertenencias, pero teme encontrarse con el propietario: “Él vive en el mismo complejo. No pienso ir sola”.

Las denunciantes advirtieron además que Aguilar sigue ofreciendo los departamentos en alquiler a pesar de la investigación en curso. “Eso también nos impulsó a hacerlo público. No queremos que otra chica pase por lo mismo”, dijo.

La causa judicial se encuentra en etapa inicial y todavía no se informaron las figuras legales que se investigan. Las estudiantes pidieron que se analicen el celular y las computadoras del propietario para determinar la magnitud del registro. “Nosotras solo pudimos ver un mes, pero si hace un año que estamos ahí, seguramente hay muchísimo más”, señaló A.

En la tarde de ayer, A tuvo que regresar al departamento en cuestión. Al exponer su caso en Fiscalía, pidió que alguien la acompañara, pero sostuvo que nada de eso sucedió. “Estoy sola en el lugar”, dijo A ante EL INDEPENDIENTE.

El caso generó fuerte preocupación en el ámbito estudiantil y expuso, una vez más, la vulnerabilidad de mujeres jóvenes que alquilan sin intermediación inmobiliaria. También reaviva el debate sobre las nuevas formas de violencia digital y de género, que avanzan sobre la intimidad en espacios que deberían ser seguros.