
La limpieza y el orden de los espacios son fundamentales para mantener los roedores lejos de la casa. Conocé los principales métodos para un ambiente seguro.
Ante el aumento de casos de hantavirus en el país, los cuidados cotidianos cobran un rol central para reducir el riesgo de contagio. Entre ellos, la limpieza y el orden de los espacios habitados son medidas básicas para evadir la presencia de roedores, principales transmisores de la enfermedad, y limitar el contacto con ambientes potencialmente contaminados.
Mantener las viviendas limpias y libres de elementos en desuso, cubrir rendijas y orificios, y ordenar el entorno cercano son acciones claves para impedir que los roedores encuentren refugio o acceso al interior de los hogares. A esto se suma la correcta disposición de la basura y el mantenimiento del pasto corto y las áreas desmalezadas alrededor de las viviendas.
La higiene personal y de los espacios cerrados también resulta fundamental. Según supo, antes de limpiar galpones, depósitos y demás ambientes cerrados se recomienda ventilar cada uno de ellos y realizar la limpieza con agua y lavandina, utilizando guantes para proteger y alejar el contacto de las manos con la suciedad. Además, es importante evitar el cara a cara directo con roedores, sus cuevas y su suciedad, así como adoptar precauciones al acampar, eligiendo lugares alejados de malezas.
En este contexto, cumplir con las medidas de prevención recomendadas permite reducir la exposición al virus y disminuir el riesgo de contraer hantavirus, especialmente en las zonas donde se han registrado casos, reforzando la importancia de la limpieza, la higiene y el cuidado del entorno como herramientas centrales de prevención.